Opinión

Documental: Finding Vivian Maier

Probablemente muchos de vosotros habréis leído o escuchado la historia de esta desconocida fotógrafa americana Vivian Maier. Como una vez muerta su trabajo fue encontrado por casualidad y su obra convertida de forma repentina en una referencia en la fotografía callejera del siglo XX. Tenía en mi lista de cosas por mirar echar un vistazo al documental Finding Vivian Maier, recomendado por amigos, esperando encontrar un pequeño repaso a su carrera fotográfica. Pero lo que me encontré es viendo un documental intentando saber más sobre la vida de esta señora, que trabajó de niñera en Chicago, y dejó huella en casi toda la gente que la conoció.

Vivian Maier - Maloof Collection

La historia contada en el documental empieza por el personaje secundario, John Maloof. Maloof estaba intentando publicar un libro sobre el vecindario en Chicago donde vivía. Su editor le exigió que el libro fuese ilustrado con fotografías de época del mismo, para lo cual Maloof se dedicó a recorrer subastas de material antiguo buscando fotografías o negativos. En una de estas subastas compró una caja llena de negativos que le pareció que valdrían para ilustrar su libro. Después de gastarse unos 300 dólares, al llegar a casa y estudiando las fotos con calma decidió que no le valdrían para el mismo.

Vivian Maier - Maloof Collection

De todas formas, su cabeza volvía una y otra vez a dichas fotografías. Decidió digitalizar los negativos y, mientras lo hacía, empezó a apreciar el trabajo fotográfico de Vivian Maier. Poco a poco empezó a obsesionarse con el mismo. Siguiendo la pista de otros negativos de la fotógrafa, buscando cualquier pista de cualquiera que la pudiese haber conocido. Poco a poco averiguando la historia de una mujer muy peculiar.

Vivian Maier - Maloof Collection

El trabajo de Vivian Maier es de lo más extenso. Con la curiosidad que muchas de las fotografías encontradas por Maloof ni siquiera habían sido reveladas. La propia autora de la mismas sencillamente había guardado el carrete y no se había ni molestado en crear el negativo a partir del mismo. Esta mujer que nunca vio su obra fotográfica reconocida, que murió de forma completamente anónima, es ahora expuesta en galerías de todo el mundo, y un documental como este creado alrededor de su peculiar figura.

Vivian Maier - Maloof Collection

La obra fotográfica de Vivian Maier merece ser vista con calma, cada una de las fotografías analizas, intentando ver lo que veía esta curiosa señora en las mismas. Para entender un poco más esta enigmática figura, este documental aclara bastantes preguntas. Aunque también deja muchas en el aire, después de todo, Vivian Maier fue una persona increíblemente reservada durante su vida. Sus motivaciones detrás de cada disparo de cámara, de cada negativo, puede que nunca sean entendidas de todo, pero eso es parte de la magia de una de las fotógrafas que, a partir de esta década, será una de las más influyentes del siglo pasado.

Si os gusta la fotografía, no perdáis la oportunidad de ver este documental.

La realidad es que relativamente pocos fotógrafos se convertirán en maestros del medio. En vez de eso permiten que el medio sea maestros de ellos y se embarcan en una interminable búsqueda de una nueva lente a un nuevo papel a un nuevo revelador a un nuevo cacharro, nunca estando con una pieza de equipo el tiempo suficiente para aprender sus capacidades, perdiéndose e un laberinto de información técnica que es de poco o no uso dado que no saben que hacer con ella.

Edward Weston

Es curioso, uno siempre suele pensar que esta fiebre compradora de equipo fotográfico pensando que esa nueva lente, esa nueva cámara conseguirá que por fin hagamos buenas fotos (nunca he visto una cámara, buena o mala, hacer una buena foto) es algo reciente, del boom de la década pasada de la fotografía digital. Pero veo que en la primera mitad del siglo pasado también tenían ese problema.

Teleférico de Barcelona

Teleférico de Barcelona [Panasonic GF-1 con Panasonic 20mm f1.7. Toma sacada a IS0100, f8 y 1/80 seg]. © David García Pérez 2011.

Aunque no voy a negar que equipo nuevos nos pueden dar buenos beneficios, como mayor rango dinámico o mayor nitidez, o que yo no soy el primero que me emociono con los avances de la tecnología (antes de la fotografía tenía un pasado geek muy fuerte en mi educación, ahora se ha convertido en geek fotográfico), soy consciente que las limitaciones en mis fotografías ya hace tiempo que no viene por temas de técnica o equipo (esto incluso desde que empecé en la fotografía). Las limitaciones viene de mi mismo, una mejor cámara, lente, o nuevo proceso de revelado en Photoshop/Lightroom no van hacer que una foto mala mía deje de ser mala.

Esto es un pequeña reflexión sobre mi estilo (si lo podemos llamar así) de fotografía personal. Probablemente incluso podemos decir que el artículo es irrelevante, por que a lo mejor de aquí a unos años cambio totalmente de opinión y dejo de lado las focales intermedias y me vuelvo a hacia los grandes angulares o más tele incluso. Pero desde hace algún tiempo suelo disparar teniendo a focales más “intermedias”, empezando desde los 30 hasta los 100 y poco. Mientras mis compañeros de aventuras fotográficas están como locos con sus 14–24 haciendo fotos, yo siento la necesidad de irme a la mochila y cambiar mi 17–40 por mi 70–200 en algún momento de la sesión fotográfica.

Yo como todo hijo de vecino cuando empezó mi interés por la fotografía de paisaje queriendo tener el mayor angular posible. Creo que después de un objetivo todo terreno y un 50mm, la primera lenta que compré fue un Tokina 11–16mm (de aquella época tenía un ASP-C). A día de hoy tanto el objetivo todoterreno como el Tokina ya fueron vendidos de segunda mano. Sigue conmigo el 50mm, que por lo que me costó, creo que es la lente que más beneficios por euro me ha dado.

Al principio, cuando cambié a full-frame hace unos años, pensaba que el hecho de que ahora todas mis lentes eran más ángulares que antes me hacía recurrir más al 70–200. Ahora mismo tengo otra teoría al respecto. Cuando uno está fotografiando una montaña o edificio o cualquier otra cosa grande al fondo, muchas veces al poner el gran angular esos elementos distantes quedan increíblemente pequeños, y mientras estoy en el sitio tengo la sensación de que no les estoy dando la importancia necesaria que se merecen en la imagen.

Pongamos un ejemplo, la siguiente foto fue hecha en la playa de Valdearenas en Cantabria. Cuando estaba haciendo esa foto lo que me llamaba la atención eran los acantilados que veía detrás. La roca que está en primer plano ayuda en la composición, pero si hubiese tomado dicha foto con un gran angular en vez de con mi 70–200mm (Lightroom me dice que la lente la tenía puesta a 100mm), esos acantilados serían muchísimo más pequeños de lo que se ven en la imagen.

Anochece en Valdearenas

Gris atardecer en la Costa Quebrada [Canon 5D Mark II con Canon 70–200f4L IS. Toma sacada a IS0100, f16 y 5 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

Otro ejemplo para ilustrar este artículo podría ser esta foto de los Cuernos del Paine. Esta foto está hecha con ese 50mm del que os hablaba antes. La foto dividida claramente en dos partes, en una donde vemos las consecuencias del terrible incendio que destruyó gran parte de la vegetación del parque natural de Torres del Paine hace unos años y un tercio de la imagen donde vemos claramente los Cuernos del Paine, unas majestuosas montañas que claramente dan impresión de lo grandes que son en la foto.

Después del fuego en los Cuernos del Paine

Después del fuego en los Cuernos del Paine [Canon 5D Mark II con Canon EF 50mm f/1.8 II. Toma sacada a IS0100, f14 y 1/6 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2013.

Por supuesto, esto no quiere decir que no use grandes angulares, muchas veces es la única forma de meter todo en la imagen, otras veces es la única forma de destacar el primer plano como lo más relevante, otras veces tenemos un cielo tan espectacular que realmente es lo más importante de la imagen, que queden las montaña pequeñas en el encuadre, es simplemente para indicar donde hemos hecho la foto.

Ya hace un par de semanas leía el artículo: How high ISO has revolutionazied photography – and why dynamic range is next (¡Cómo el ISO alto ha revolucionado la fotografía y por qué el rango dinámico es lo siguiente!) y realmente no puedo estar más de acuerdo. Y para demostrar esto vamos hacer un poco de repaso histórico, aunque resulte irónico para una persona que saca la mayoría de sus fotografías a ISO 100.

Anochece en los Pirineos

Anochece en los Pirineos [Canon 5D Mark II con Canon 70–200f4L IS. Toma sacada a IS0200, f7,1 y 0,3 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

Cuando pensamos en sensores de cámaras digitales solemos pensar en su ISO más alto que nos da resultados que no sean simplemente ruido, su cantidad de megapíxeles y, en mucha menor medida aunque cada vez pillando más relevancia, rango dinámico. Pero veamos poco a poco como evolucionó cada uno de estos parámetros.

El mundo de las cámaras digitales profesionales empezó a evolucionar poco a poco en la década pasada. Varios modelos fueron apareciendo pualatinamente, cada uno de ellos incrementando la cantidad de megapíxeles, hasta que Canon dio el batacazo. En agosto de 2007 presentó la 1Ds Mark III, su primera cámara con 21 megapíxeles (en esta historia estoy dejando un poco de lado los respaldos digitales de medio formato). En la carrera de los megapíxeles Canon empezaba a sacar ventaja.

La 1Ds Mark III, a pesar de tener bastante éxito en profesionales, sobretodo para fotografía de estudio y/o paisaje, no hizo tanto daño en el mercado como lo que salió al año siguiente, la Canon 5D Mark II. De nuevo, otra cámara con sensor de 21 megapíxeles, mucho más barata que la serie 1 de Canon y con mejor calidad ISO que la anterior.

La 5D Mark II permitiría hacer cosas con ISO que antes no se hacían, sobretodo en temas de fotografía nocturna. Disparar a ISOs 3200 o 6400 empezaban a ser común, y con buenos resultados, algo totalmente impensable unos años antes, y aún más si recordamos la época de película.

En temas de ISO los demás fabricantes se pusieron rápidamente a la altura. En tema de megapíxeles las cosas tardaron un pelín más. Pero todo parecía tranquilo. Entre 20 a 24 megapíxeles parecía que se estaban conformando todos los fabricantes de cámaras de 35 mm (en medio formato saltarían a 80 Megapixeles en febrero del 2011, con el respaldo digital Phase One IQ180).

Pero estos 5 años de tranquilidad en la carrera de megapíxeles pronto tendrían fin, Nikon lanzaba su cámara con sensor de 36 megapíxeles, la D800/D800E (el sensor es fabricado por Sony). Muchos fotógrafos saltaron a ella por esa resolución extra que ya empezaba a mostrar que esas lentes que algunos creían pata negra fallaban en los bordes. Pero sin embargo, más que los megapíxeles, uno empezaba a escuchar pasado el tiempo otro comentario: el sensor era capaz de registrar hasta 14 pasos de luz de rango dinámico.

Tal vez para alguien que hace fotos de moda, bodas, estudio, etc. este factor no era importante, pero a la gente que le gusta hacer fotografía de paisaje, que se levanta para pillar amaneceres y se acuesta tarde para pillar atardeceres era un dato relevante. Uno ya no tenía que recurrir tanto a técnicas como HDR o filtros degradados para ser capaz de capturar las escenas que tenía delante. Todo esto con un excelente ISOs altos.

Nikon disfrutaría de una año de esta exclusividad, hasta que Sony decide que esto de las cámaras réflex no es tan divertido como esperaban y sacan las primeras full-frame sin espejo al mercado, la A7 y A7r, la última con el mismo sensor de 36 megapixeles que tiene la D800/D800E (después de todo lo fabrican ellos).

Y mientras la resolución seguía aumentando y la gente se acostumbraba hacer fotos a ISO 6400 sin despeinarse, Sony aún tenía un nuevo as en la manga para que la gente se fijase aún más en su serie de cámaras de formato complejo sin espejo, la A7s. La verdad es que cuando la vi pensé que la cámara no resultaba muy interesante. Su máximo atractivo, poder grabar a 4K, hacía falta tener un grabador externo que costaba tanto que la cámara misma, haciendo que su precio no resultase tan atractivo para otras alternativas para grabar vídeo. ¡Qué equivocado estaba!

Subestimé la capacidad de disparar a ISOs altos con la cámara. Para gente que graba vídeo esto se convirtió en una de sus grandes ventajas, podían grabar escenas nocturnas fácilmente, a ISOs por encima del 6400 y con poco ruido, siendo fácil de corregir en post-producción. Si seguís cualquier foro o blog sobre vídeo, veréis que la A7s se ha convertido en una pequeña cámara de culto (y con un sensor que Sony ya ha dejado claro que por el momento no se lo presta a nadie).

Si os fijáis, desde el 2008 no ha vuelto a mencionar el nombre de Canon. Mientras que a ISOs altos no tenían mucho problema, en temas de rango dinámico (a ISOs bajos, el que me importa a mí, 99% de mis fotos son a ISO100) y resolución hacía tiempo que se habían quedado atrás. No es que esto afectase especialmente a sus ventas, dado que seguían y siguen siendo el fabricante que más cámaras de lentes intercambiables vende en el mundo. Pero desde luego, si exceptuamos los fanboys, poca gente hablaba bien de sus sensores en los foros (en temas de vídeo hacían cosas interesantes).

Este año decidieron dar un pequeño golpe en la mesa y anunciaron la nueva serie 5Ds/5Ds R. Una cámara con un sensor de 50 megapíxeles. Curiosamente limitada a ISO 6400, no queda muy claro si por alguna limitación técnica, decisión de diseño, o decisión de marketing (para que cuando saquen la 5D Mark IV esta tenga el atractivo de tener un ISO más alto). Hace falta que alguien haga un análisis de rango dinámico, pero si damos por ciertos los comentarios de algunos directivos de Canon será el mismo que el de la 5D Mark III, con lo cual lo sensores Sony seguirán ganando en este aspecto por goleada… pero hace falta que alguien evalúe la cámara parcialmente.

No dudo que Sony y Nikon seguirán los pasos de Canon más pronto que tarde y saquen un sensor de 50 megapíxeles o similar. Pero no me preocupa, me interesa más que ese sensor Sony pueda superar la actual rey de rango dinámico, la Nikon D810 (sí, el sensor también lo fabrica Sony). Con 14,8 pasos de luz, estos sensores cada vez se aproximan más al rango dinámico que un ojo humano puede ver. No es que me importe mucho este aspecto, pero si esto me ayuda a no tener que usar filtros degradados y no tener que recurrir a HDRs, mejor que mejor. El ISO y la cantidad de megapíxiles por mí lo pueden dejar como está (una vez tengamos el rango dinámico, volveré a insistir en los otros aspectos).

¿Por qué la coletilla del título de “por el momento”? No lo digo por seguir la anterior frase donde después los fabricantes pueden empezar a subir megapíxeles y ISO, no, lo digo por que a ver si nos olvidamos de una vez de la dichosa matriz de Bayer. Sensores como los foveon que montan las cámaras Sigma son insuperables en cuanto a reproducción de color y detalle (para ser una cámara de 14 megapíxeles). El único problema que tienen es que mejor no las saques de ISO 100 y no hay un buen revelador de sus ficheros RAW (sino, aún me pensaría pillar alguna).

Los sensores foveon nos darían mejor color, pero también tenemos el problema de que aumentar los megapíxeles supone problemas a la hora de diseño de lentes. Los rayos de luz en las esquinas tienen que llegar lo más perpendiculares posibles, esto creó muchos problemas en cámaras técnicas con respaldos Phase One cuando sacaron su IQ180 de 80 megapíxeles. Con lentes grandes angulares se producían variaciones de color difíciles de corregir (hasta que actualizaron el Capture One). También pasa lo mismo con la Sony A7r y algunas lentes adaptadas a la misma (especialmente los grandes angulares de Leica). Estas lentes no estaban diseñadas para trabajar tan cerca del sensor con tantos megapíxeles, y por tanto que cada píxel captura poca luz, introduciendo en las esquinas cambios de color y nitidez inesperados.

Fueron, son y serán tiempos interesantes para la evolución de lo que podremos hacer con una cámara digital. Esto no acaba más que empezar.

Antes de empezar con este artículo quiero dejar claro que esto no es un análisis de la cámara. Ni por asombro podría ser esto una análisis. Si lo que andáis buscando es una página que os muestre todas las posibles fotos a diferentes ISOs, aperturas… y os comenté hasta la más mínima opción del menú, habéis llegado a mal sitio, no lo hago, ya hay páginas de sobra por ahí que hacen esas cosas. Estas son mis primeras impresiones con la cámara, y son unas escasas primeras impresiones, dado que solamente he podido disfrutar de la cámara durante un fin de semana. Hace ya más de una semana que la cámara fue devuelta a sus dueños y yo, triste, sin juguete.

Graffiti en la puerta

Graffiti en la puerta [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f6,5, 1/60s de tiempo de exposición y ISO 1250]. © David García Pérez 2015.

Y realmente mucho de lo que voy a contar aquí creo que se podría aplicar si cogiese otra cámara actual mirrorless… yo todavía sigo usando para mis fotos la veterana Canon 5D Mark II, que si la memoria no me falla, salió al mercado a finales del 2008. La tecnología ha avanzado y nos facilita la vida a la hora de hacer fotos.

Rebaixes

Rebaixes [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f8, 1/80s de tiempo de exposición y ISO 500]. © David García Pérez 2015.

El viernes por la tarde cogí la cámara, usando esta promoción de Olympus Test & Wow, donde te dejan durante 3 días la cámara para que juegues con ella. Te la prestan con uno de los nuevos objetivos pata negra de Olympus, el 12–40 f2,8, y el grip HLD–7. Llego a casa para comprobar que todo está bien y jugar un poco con la cámara antes de irme a cenar con un amigo que andaba de visita por Barcelona, mi gozo en un pozo, la batería estaba pelada… resignado pongo la batería a cargar y la empiezo a estudiar físicamente.

Zapatos y colores

Zapatos y colores [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f8, 1/25s de tiempo de exposición y ISO 1600]. © David García Pérez 2015.

La construcción de la cámara me gustó desde el principio. A pesar de ser pequeña, la empuñadura se adapta de forma perfecta a mi mano y los botones se alcanzan fácilmente con los dedos. Lo mismo se puede decir de la lente, tanto la rosca de zoom como la de enfoque son una delicia de usar. Eso sí, después de volver de cenar, y con la batería ya cargada, media hora perdí hasta que me di cuanta que el anillo de enfoque de la lente es también un “botón”, moviéndolo hacia el borde exterior de la lente, esta se pone en autoenfoque, moviéndolo hacia el interior de la lente, esta se pone en enfoque manual (me prestaron la cámara sin manuales, y no se me ocurrió mirar eso en el manual de lente, solamente miré el manual de la cámara on-line). Mientras la probaba en ese momento, tenía una pequeña duda si el botón de bloqueo de la exposición estaba muy para a dentro para mi gusto, pero a decir la verdad, durante el uso de estos dos días no me molestó para nada. Si no he contado mal en los menús, la cámara te deja tener unos 7 u 8 botones configurables, con dos de ellos que pueden cambiar su función según la posición que tengamos una palanquita al lado del botón de bloqueo de la exposición u enfoque. Realmente con dos días no te da tiempo a decidirte por una configuración para el día al día de la cámara. Para ello necesitaría más tiempo.

Reino de Aragón

Reino de Aragón [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f5, 1/25s de tiempo de exposición y ISO 1600]. © David García Pérez 2015.

El sábado me dediqué a utilizarla como utilizo mi cámara de forma habitual, es decir, sobre un trípode y haciendo fotografía de paisaje. La mayor ventaja que le vi en ese escenario era el focus peaking.

El domingo llegaría la prueba de fuego, para la cámara y en parte para mí. Ya hace algún tiempo que me planteo, si tuviese un equipo más ligero tal vez podría llevarlo constantemente conmigo para hacer fotos, o tal vez sea que he empezado el libro de Jay Maisel y no paro de pensar en todas las oportunidades fotográficas que estoy perdiendo por no tener siempre una cámara conmigo. El domingo me levanté, pillé la batería recién cargada de la cámara, tarjeta de memoria con más que espacio de sobras dentro de ella, y para la calle. El plan era sencillamente pasear todo el día por Barcelona mientras probaba la cámara.

Reflejos

Reflejos [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/80s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

¡Oh dios mío! ¿Por qué siguen fabricando cámaras con visor óptico y espejo? El visor electrónico ha venido para quedarse, después de estos dos días estoy más que convencido de ello. En ningún momento observé en él nada de lo que siempre se dice de los visores electrónicos, que si retardo, que si refresco malo, etc… lo que observé es la herramienta más útil jamás hecha para los que hacen fotografía sin trípode.

El Born

El Born [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/10s de tiempo de exposición y ISO 1600]. © David García Pérez 2015.

No sé tamaño, pero desde luego el visor me pareció igual de grande que la de mi 5D Mark II, pero con muchas más ventajas, toda la información estaba ahí disponible, cualquier cosa que podemos ver en el liveview la podemos ver en el visor electrónico. Para mí las dos más importantes eran los indicadores de nivel electrónicos (¿cómo puedo ahora seguir viviendo sin estos y devuelta al nivel de burbujitas?) y el histograma.

El Born Centre Cultural

El Born Centre Cultural [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/500s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Bueno, el histograma cuando conseguí encontrar la opción de que lo que me mostrase tanto liveview como el visor electrónico fuese la exposición simulada, sino el histograma que muestra en vivo no vale para mucho, o yo al menos no entiendo para que vale. Me costó un pelín encontrarlo, más que nada por la diferencia de nomenclatura entre fabricantes (Canon lo llama “simulación de exposición” mientras que Olympus lo denomina “extender LiveView”). Pero una vez hecho, desde el visor electrónico y antes de pulsar el botón de disparo ya quedaba claro si la imagen iba a quedar quemada o no.

Ruinas en el Born Centre Cultural

Ruinas en el Born Centre Cultural [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/80s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Y para ir cerrando el tema del visor electrónico, un buen rato tardé en darme cuenta de que una vez hecha la foto, si lo tienes así configurado, te la muestra durante un segundo (depende de configuración ahí). Si además, le activas mostrar el histograma, verás durante un segundo ahí si todos los ajustes han dado el resultado buscado, sin necesidad de separar la cámara de nuestra cara para ver en la pantalla el histograma de la imagen. Parece mentira de que manera mecánica está programada esta acción en mi cerebro, a pesar de saber que iba obtener esta información a través del visor, la mitad de las veces siempre separaba la cámara de mi cara para ver la imagen en la pantalla.

Metal en el Born Centre Cultural

Metal en el Born Centre Cultural [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/400s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Y hablando de pantalla, esta es articulada (sí, ya advertí al principio que parecería un pelín anticuado en cuanto a características de cámaras digitales modernas, es decir, de hace unos 3 años en adelante). Resultó útil durante el paseo para hacer fotos a detalles sin tener yo que tomar con mi cuerpo posiciones complicadas. No me imagino con eso como cambiaría mi vida cuando hago macros.

Paseo invernal por la playa

Paseo invernal por la playa [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/640s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

250 fotos más tarde, y casi a punto de llegar al momento álgido de la puesta de sol, la batería dijo adiós. Se había terminado la carga y mi sesión de fotos. En estas cámaras sin espejo al tirar todo el rato de visor electrónico o liveview las baterías duran bastante menos, ahí los visores ópticos tienen ventaja, básicamente casi no consumen batería. De todas formas, personalmente hablando, la duración de la batería me pareció adecuada, más o menos lo que saco yo a mi veterana 5D Mark II que prácticamente uso casi todo el rato con LiveView.

Escalando en la playa

Escalando en la playa [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/250s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Ya en casa tocó procesar poco a poco los ficheros RAW. Lightroom los abrió sin problemas y volví a experimentar lo que es tener un sensor que no es como 2 generaciones más antiguo que los actúales. Las sombras se abrían con una facilidad y sin perdida de calidad envidiable (el sensor concreto de la EM–1 lo fabrica Panasonic, supongo que solamente son los sensores Canon los que tienen problemas haciendo esto).

Navegando

Navegando [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/250s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

El renderizado del color fue otra característica de los ficheros que me gustó mucho. El sensor también es capaz de capturar bastante detalle, tal vez gracias a la magnífica lente. Aún me queda imprimir alguna de las imágenes para ver lo lejos que puedo llegar con un fichero de 16 megapíxeles, aunque no espero grandes problemas para imprimir con ellos hasta tamaño A2.

En la rampa

En la rampa [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/250s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Por cierto, todas las fotos que véis aquí han sido sacadas en prioridad de apertura. Yo escogía la apertura y compensaba la exposición según viese si algo se quemaba o no a través del visor electrónico. El ISO lo ajustaba la cámara automáticamente entre 200 y 1600 para conseguir la foto. Cómo véis, en la foto de las calles de El Born, con el sistema de estabilización de imagen, la cámara hasta se permite dejarme disparar a 1/10 sin inmutarse, estando toda la foto nítida vista al 100% (menos la gente andando, que sale movida, pero ese ya era un efecto buscado).

Torres Maphre

Torres Maphre [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/640s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Y hasta aquí llegan mis impresiones, como veis he tocado pocos temas, pero en dos días poco tiempo me da para familiarizarme con una cámara. A parte, con lo rarito que soy yo haciendo fotos, con todo en manual sobre trípode en el 95% de las ocasiones, no soy la persona ideal para indicar si el autoenfoque va rápido o no (me pareció rápido, pero no hago fotografía de acción, donde los fotógrafos/as que la hagan notarán más esto que yo… a lo mejor para ellos es lento). ¿Me la compraría? Para el tipo de fotografía de paisaje que yo hago no es lo más ideal, buscaría algo con más resolución (y sí, imprimo de vez en cuando más grande que A2, 16 megapixeles se quedan corto para eso). Sigo interesado en un equipo de fotografía ligero para llevar conmigo para cuando no voy hacer fotografía de paisaje de forma específica, y esta cámara se muestro ideal para eso. ¿El problema? No soy rico, y mantener dos sistemas de lentes no es algo que me pueda permitir a corto plazo. ¿El otro problema? Ahora que lo he probado, la idea irá creciendo ahí en mi cerebro, tal vez no fuese buena idea por mi parte. Y ya no hablemos cada vez que leo algo sobre la OM-D E-M5 Mark II… me está resultando una cámara demasiado atractiva…

Comentaba hace unos meses que desde febrero del 2012 la venta de cámaras fotográficas con lentes intercambiables ha ido decreciendo de forma continuada. En aquel momento me estaba centrando más en la evolución de mercado de cámaras réflex frente a las sin espejo (mirrorless).

Otoño en Coll de Pal

Otoño en Coll de Pal [Canon 5D Mark II con Canon 70 -200f4L IS. Toma sacada a IS0100, f13 y 1,3 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

A pesar de que esta tendencia solamente está pasando desde los últimos dos años, parece que los propios fabricantes de cámaras no cuentan que esto levante cabeza, es más, incluso esperan que vaya a peor. En su informe a inversores, Sony predice que de aquí a 2017 venderá un 55% menos de sensores para cámaras digitales con lentes intercambiables (curiosamente, esperan seguir fabricando la misma cantidad de sensores y compensar la pérdida de ventas en cámaras digitales en otros productos como móviles (Sony ahora mismo es líder en fabricación de sensores para móviles, Apple los usa en sus famosos iPhone), coches, tablets…).

Si pensáis que tal vez Sony no sea un fabricante representativo, tener en cuenta que a parte de sus cámaras, fabrica los sensores para la mayoría de las cámaras que vende Nikon, para algunas cámaras de micro 4/3 y desde hace poco, prácticamente en todos los sensores de cámaras de medio formato de última generación (Phase One, Hasselblad o Pentax).

Tal vez esta tendencia os parezca rara, sobretodo si analizamos los pasos de los fabricantes últimamente, donde parece que están en una carrera a ver quien saca la cámara más atractiva (vale, todos los fabricantes excepto los dos que más venden, ya sabéis de quienes hablo). Incluso si nos fijamos en la propia compañía de dicho informe, que desde hace un par de años ninguna de sus cámaras dura en el mercado más de año y medio antes de que salga una versión que la mejora significativamente.

En The OnLine Photographer analizan la situación como los fabricantes minoritarios: Fuji, Sony, Olympus, Panasonic, etc. intentando por todos los medios hacerse un hueco en lo que parece que será el mercado lucrativo, el de gama alta, donde los márgenes de beneficios para el fabricante suelen ser más generosos. Lo cual analizan que es un situación interesante para nosotros, los fotógrafos, dado que nos permitirá acceder a mejores productos a precios más competitivos de lo habitual. La mala noticia sería, que si la frase anterior tiene razón, que para cuando el mercado se estabilice y queden los fabricantes que queden, los precios tenderán a subir.

Pase lo que pase, lo que si parece que es cierto es que cada vez los fabricantes de cámaras están fabricándolas pensando más en las características que un fotógrafo aprecia, más que en algo que medianamente contentará a mucha gente, experta e inexperta.

Pero, como cuando siempre escribo un artículo de estos, no me hagáis caso, que yo no soy ni experto en mercado ni nada, con opiniones altamente cuestionables.

On Landscape

Casi de rebote, buscando información sobre una cámara en concreto, llegué hasta la revista británica On Landscape. Una revista de subscripción que publica una serie de artículos cada mes centrados en exclusiva en la fotografía de paisaje, algo realmente raro en revistas de fotografía. La idea de la revista viene de la mano de Tim Parker y del fotógrafo de paisaje más famoso de todo el Reino Unido, Joe Cornish.

Otoño en Selva de Irati

Otoño en Selva de Irati [Canon 5D Mark II con Canon 50mm f1.8 mark II. Toma sacada a IS0100, f16 y 1,6 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Desde que he pagado mi subscripción cada poco me voy bajando los PDFs de cada número de la revista (83 llevan ya), y poco a poco voy leyendo artículos cada vez más interesantes. Principalmente me estoy maravillando con la gran cantidad de fotógrafos europeos de paisaje que estoy descubriendo, probablemente culpa mía dado que la gran mayoría de fotógrafos que seguía eran estadounidenses o canadienses.

La verdad es que este toque europeo me esta resultando de lo más refrescante, no sé si es por que la mayor parte de las fotografías son de este lado del atlántico, de lugares a los que no estoy tan acostumbrado a ver, o tal vez que la escuela británica de fotografía tiene un toque mucho más intimista que la variante americana.

Sea como fuese, mi cartera ya está más ligera con el pago de una subscripción anual a esta revista. El precio merece la pena para ver el trabajo de grandes fotógrafos, localizaciones europeas y de vez en cuando artículos técnicos o curiosos como la forma de predecir el tiempo mirando nubes o por qué las hojas cambian de color en otoño.

A finales del año pasado escribía un pequeño artículo de reflexión sobre “el declive del mercado fotográfico” y posibles factores que estaban llevando a ello. La verdad es que no me había vuelto a pensar mucho sobre el tema hasta que la semana pasada me encontré con este artículo en Luminous Landscape: “La revolución de las mirrorless. Donde entendemos por mirrorless o “sin espejo” aquellas cámaras que no tienen un espejo réflex, como la Olympus OM-D o la Fuji X-T1.

La verdad es que tan rotunda afirmación como “revolución” me sorprendió un poco, probablemente usada por los autores de la entrada para crear un poco de controversia. Mirando un poco de donde venían los datos llego hasta el foro: Mirrorless Rumors. Donde indican claramente que dicha revolución es un crecimiento moderado, que no está mal teniendo en cuenta como está el panorama, tal como enseño más adelante.

A primera vista, la gráfica mostrada en Mirrorless Rumors no me dejaba ver claramente como estaban las cosas, así que me fui a la fuente de los datos, la Cipa. La Cipa es la Camera & Imaging Products Association y engloba a fabricantes como: Canon, Fuji, Nikon, Olympus, Panasonic, Sony, Sigma, Tamron, Ricoch, Carl Zeiss, Namiya, Casio, entre otros. Aunque hay algún que otro socio no japonés como Adobe y Microsoft, principalmente está compuesta por productores de origen japonés.

Lo que es más interesante de la Cipa es llevan haciendo público un informe mensual de ventas de cámaras digitales desde el año 1999 que engloba la producción de todos sus socios (ya sea en fábricas presentes en Japón o en otras partes del mundo). Un detalle importante a destacar aquí, a excepción de las cámaras fabricadas por Pentax (propiedad de Ricoch) o Namiya, estos informes no reflejan para nada el mercado de las cámaras de medio formato como las fabricadas por Phase One o Hasselblad. Tampoco incluye datos del fabricante alemán Leica. De todas formas, creo que siguen dando información significativa de como están las cosas (sobretodo si tenemos en cuenta que los volúmenes que mueven dichos fabricantes no son significativos con respecto a los que engloba Cipa).

Empecemos mirando la situación del mercado con el estado de venta de las cámaras “no profesionales” o sin lente intercambiable. Esta es una categoría que engloba muchos tipos de cámaras, desde las compactas de 100 euros hasta la Sony RX1 que cuesta más de 2000€, la única condición que tienen que cumplir es que no se pueda cambiar la lente. Obviamente la gran mayoría de unidades vendidas serán las compactas.

Antes de empezar a enseñar gráficas indicar que estas indican cifras de unidades enviadas a vendedores por parte de los fabricantes. No son ventas para ese mes, puede que el fabricante enviase este mes una cámara a un vendedor, pero esta no se vendiese hasta varios meses después (si es que se vende, no tengo muy claro si los datos reflejan este hecho de alguna forma).

Número de envío de cámaras con lentes no intercambiables

Antes de analizar un pelín más detenidamente los datos, comentar que en todas las gráficas he marcado con una barra vertical donde empieza y termina cada año. Aunque hay datos desde el año 1999, simplemente me he molestado en dibujar desde el 2006, disculpen la vagancia por mi parte. El motivo de marcar cada año es para que quede un pelín más claro a simple vista como los fabricantes aumentan el número de envíos globalmente antes del periodo de navidades (los picos que se observan de Septiembre a Noviembre todos los años). Parece que esto conlleva un proceso de inercia, con lo que los meses de enero y febrero se envían muchísimas menos cámaras, probablemente por falta de pedidos de los distribuidores mientras intentan librarse del exceso de stock no vendido (esto es una teoría mía, muy libre de ser criticada y reinterpretada).

Aunque el gráfico muestra una clara disminución de ventas en las denominadas cámaras “compactas”, la verdad es que a simple vista no queda tan claro como de significativo es ese descenso. Ya que tenía todos los datos en una hoja de cálculo podía jugar un poco con ellos. Calculé cuanto descendía o ascendía en porcentaje el número de envíos de cámaras “compactas” con respecto al mismo mes del año anterior. Los resultados se muestran en la siguiente gráfica:

Crecimiento/decrecimiento de ventas de un mes con respecto al mismo mes del año pasado para cámaras sin lente intercambiable

Se observa claramente que durante el 2007 las ventas de cámaras aumentaban mes a mes con respecto al 2006. La tendencia parecía que continuaba durante el 2008 hasta finales del mismo. Durante el 2008 al finales del 2009 parece que hay una gran disminución en las ventas de cámaras “compactas”, probablemente debido a la crisis mundial que comenzaba sobre esas fechas. La situación parecía que volvía a la normalidad durante el 2010, recuperándose el nivel de crecimientos de envíos, pero a finales de este año hasta junio 2014, y salvo contadas excepciones, el número de envíos por parte de los fabricantes de cámaras al distribuidor, ha disminuido año tras año a pasos agigantados. El motivo es el teléfono móvil, el que ahora mismo se está convirtiendo en una cámara más que suficiente para las personas que tomaban fotos casualmente con cámaras “compactas”. Si necesitáis una prueba de ello, ir a cualquier punto turístico que tengáis más cercano y observar con que sacan las fotos la mayoría de la gente.

Pero vayamos al rango de cámaras que más nos interesan, aquellas que ofrecen la posibilidad de cambiar la lente que usamos con ellas. En estos primeros gráficos que voy a mostrar a continuación hablo por igual de cámaras réflex/SLR (Single Lens Reflex) como las “sin espejo/mirrorless.” Igual que antes, la primera gráfica muestra la cifra de envíos mensuales por parte de los fabricantes a los distintos distribuidores en el planeta:

Números de envío para cámaras con lente intercambiable

Si observamos la gráfica, se observa un claro crecimiento del número de envíos de cámaras con ópticas intercambiables hasta el año 2012. Pero pare tener una visión más clara de la situación, de nuevo, un gráfico que nos muestra el crecimiento o decrecimiento en porcentaje con respecto al mismo mes del año anterior:

Crecimiento/decrecimiento para cámaras con lente intercambable

En este gráfico se observa primero que el año 2009, donde bajaron las ventas de las cámaras a nivel mundial por la crisis (de nuevo, mi interpretación personal), las cámaras con lentes intercambiables parecen que no les afecto mucho, exceptuando unos meses, el número de ventas se mantuvo con respecto al 2008. Pero las cosas se vuelven más “interesantes” de interpretar en el año 2013. A partir del mes de enero hay una bajada sistemática de las ventas mes a mes con respecto al mismo mes del año pasado. Bajada que parece que se sigue manteniendo durante este año 2014. Los motivos son difíciles de interpretar, parece a priori que los teléfonos móviles no deberían afectar tanto a este mercado, aunque en algunas situaciones tengo mis dudas (conozco gente que compraba cámaras réflex por que les era más fácil sacar fotos a sus hijos que con una compacta, hoy simplemente recurre a su móvil que obtiene los mismos resultados).

¿Pero está afectando esto a todos los tipos de cámaras de lentes intercambiables por igual? Desde el año 2012, la Cipa hace públicos los datos por separado de las cámaras réflex con respecto a las denominadas mirrorless (antes diferenciaba entre cámaras con más o menos de 10 Mpx, supongo que dejó de tener sentido fijarse en eso desde hace tiempo). Las dos siguientes gráficas muestran los envíos de cada uno de esos tipos de cámaras mes a mes desde enero del 2012 hasta junio de este año (lo máximo que había publicado en la web de Cipa cuando escribí este artículo).

Número de envíos de cámaras réflex
Número de envíos de cámaras mirrorless

No sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero las gráficas de nuevo se hacen algo complicadas de leer así a simple vista. Igual que antes, la siguiente gráfica muestra el porcentaje de crecimiento o decrecimiento con respecto al mismo mes del año anterior para cada uno de los tipos de cámara de lentes intercambiables (Réfles/SLR o sin espejo/mirrorless):

Crecmiento de ventas de cámaras réflex y mirrorless

Aquí vemos que la tendencia empieza a divergir entre unas y otras. Mientras las ventas de cámaras réflex a caído de manera sistemática (exceptuando diciembre de 2013) desde enero del 2013, parece que las mirrorless, en lo que llevamos de la mitad de año, han ido poco a poco levantando cabeza.

¿Significa esto que comienza la revolución de las mirrorless como indican en el artículo de Luminous Landscape? La verdad es que este tipo de cámaras llevan insinuándose como el futuro de la fotografía desde hace años pero siempre se quedaron en eso, futura promesa. Puede que este año 2014 sea en el que cambien las cosas. El número de envíos de este tipo de cámaras aun está lejos de repetir sus cifras estrella de finales del 2012, pero al menos van en esa dirección no como sus hermanas “mayores”.

En mi opinión personal, no me sorprende este tipo de tendencia, creo que las ventas de las cámaras mirrorless no viene solamente de gente nueva entrando en la fotografía, sino también, de gente que antes disparaba réflex que ve atractivo en los “pequeños” tamaños de esta oferta. Si nos fijamos en lo que han sacado últimamente todos los fabricantes en los últimos meses (Photokina empieza ya, así que a lo mejor me como mis propias palabras), realmente los productos que me han mostrado interés pertenecen todos al rango de Mirrorless. Sony ha demostrado con su a7R que una full-frame no tiene por qué ser grande, es más, con adaptadores puede que se convierta en mi sustituta de mi veterana 5D Mark II (si no fuese por qué Sony te da muchas de cal y siempre una arenilla que molesta un montón). Olympos parece que ha encontrado el camino con su gama OM-D. Panasonic ha pillado a todos los fabricantes de cámara de vídeo con el pie cambiado con su GH4. Y por supuesto, Fuji, con su gama de cámaras X ha demostrado a muchos como se debe crear un mercado, cámaras de gran calidad con una gran selección de ópticas cada cual mejor y intentando abarcar todas las necesidades posibles, con una serie de anuncios que te deja de forma clara cuando llegará cada óptica nueva al mercado para que te vayas preparando y, casi lo más importante, con una continuada actualización del software de sus equipos para que no se queden obsoletos, incluso de aquellos que ya no venden y de los cuales no sacan dinero. Todo eso sin olvidarnos que los visores electrónicos que tienen estas cámaras ya no tienen casi nada que envidiar a los visores ópticos, tal vez si exceptuamos los visores de las full frame de gama alta de Canon o Nikon, pero claro, esas ya cuestan como 4 veces más.

En mi anterior artículo ya comentaba que llevaba algún tiempo pensando en escribir este sobre el declive del mercado fotográfico en los últimos dos años. Artículo que se escapa un poco de los típicos artículos que suelo escribir por este blog y ya veremos cual es el resultado (de entrada ya me excuso para que no me critiquéis mucho).

Ya hace algún tiempo que se sabe que el mercado consumidor de cámaras digitales está en declive. Ya poca gente lleva encima una de estas cámaras point-and-shoot que tan de moda estaban en la década pasada. El teléfono móvil se ha convertido en lo más conveniente, tiene calidad más que de sobre y a pesar de no tener una lente zoom, el hecho de que siempre lo llevamos encima y la posibilidad de compartir al momento las fotos que sacamos con quien queramos ha hecho las otras cámaras casi un recuerdo del pasado.

Amanecer en Neuvilleå

Amanecer en Neuville.

Lo que tal vez sorprenda alguno es que desde finales del año pasado este declive en ventas de cámaras se ha contagiado a sus hermanas mayores, las réflex digitales (por el momento el mercado de medio formato parece que sigue creciendo en ventas desde su caída y reestructuración de la década pasada, donde básicamente solamente unos pocos fabricantes han sobrevivido). La primera alerta saltó el año pasado cuando las ventas bajaron en general para todos los fabricantes, no se sabía si la crisis había llegado por fin a la réflex digitales o si el mercado ya había alcanzado su techo y estabilizado. Pero la situación parece que no se mantiene constante, últimas noticias indican que las ventas a mitad de esta año 2013 continúan mal, las réflex digitales y cámaras de lentes intercambiables en general habían vendido un 10% menos de unidades que con respecto al mismo periodo del año anterior. Desglosando por compañía Canon habría vendido un 23% menos, Nikon un 18% (más grave para ellos, dado que los productos fotógrafos representan más del 80% de su negocio, al contrario que la competencia), Sony y Fujifilm juntos habrían vendido un 35% menos de unidades (curiosamente Sony tiene la ventaja de fabrican sensores digitales de fotografía para telefonía móvil con lo cual recupera bastante inversión en este mercado gracias a eso).

Y la situación parece no mejorar ahora que nos acercamos a finales de año con las navidades en el horizonte. Nikon ya ha rebajado sus perspectivas de ventas y beneficios de este año por segunda vez consecutiva mientras que Sony también indica que su división de productos de imagen no esperan vender tanto como esperado. Estamos ante el segundo año consecutivo donde las ventas de réflex digitales bajan de manera significativa y dónde el mercado de compactas sin espejo (mirrorless) en vez de despegar como mucha gente anunciaba (yo incluido), cada vez venden menos unidades.

Hay muchas teorías de por qué esto puede estar pasando, por nombrar algunas que pasan ahora mismo por mi cabeza, siempre pensado que son pura especulación. En los últimos años estamos viendo como cada modelo de las réflex digitales más baratas no se diferencian mucho de los modelos del año pasado, realmente las diferencias son tan mínimas y las ventajas tan pocas que pocas veces justifican el gasto de una cámara a otra (en este caso estoy hablando de modelos de cámaras por menos de 1000 euros que son las que mayoritariamente se venden). La falta de conectividad de las mismas también es un factor importante, vale que ahora tienen wifi, pero siguen sin llegar a los niveles que tiene un teléfono móvil (y el último Apple iPhone 5 es capaz de alcanzar 10 frames por segundo, mucho más que la mayor parte de las cámaras que se venden hoy en día, y más que suficiente para capturar esas imágenes de tus hijos jugando, recordar, hablando del mercado consumista). Y por otro lado, volviendo al artículo anterior, el software siempre ha sido un gran descuidado por estas cámaras, son complejas de manejar para el que solamente quiere apretar un botón y sacar la foto, y carecen de esas 30.000 aplicaciones con las que después las puedes procesar al momento y compartirlas con tus amigos, familia, o mundo entero.

¿Es del todo malo? Pues la verdad es que yo veo esta situación con marcado interés y creo que de gran beneficio para nosotros. Los diferentes fabricantes ya han empezado a darse cuenta que el mercado consumidor ya no está muy interesado en sus productos, así que tienen que centrarse en el mercado entusiasta o profesional, haciendo productos cada vez más pensados para ellos. Cámaras que parezcan sexy para un/a fotógrafo/a. Un claro ejemplo de ellos es la serie Fuji X, Fujifilm de casi desaparecer del mercado se ha hecho su huequecito gracias a crear cámaras que cualquier fotógrafa/o desee utilizar. Si os fijáis en el proceso, primero se han centrado en crear productos que cualquier profesional quisiese utilizar para después sacar productos más baratos y tal vez menos atractivos para intentar también pillar algún consumidor despistado, y al mismo tiempo mimando a sus primeros compradores con actualizaciones de software que dan nueva vida a productos que ya llevan más de dos años en el mercado.

Olympus, casi a punto de desaparecer por una directiva más interesada en sus bolsillos que en la compañía, ha vuelto con cámaras de su serie OM-D (¿Quién pensó este nombre?), caracterizadas en tal vez su diseño retro pero con todos eses controles manuales que tanto nos gustan.

Sony está siguiendo un camino distinto. Centrándose en su punto fuerte, los mejores sensores que hay en el momento, deja de lado los toques retro, y se centra en introducir cámaras como la a7 ó a7r donde no se sacrifica la calidad pero se consigue un tamaño increíblemente pequeño, para una full-frame.

Incluso Nikon parece estar moviendo ficha, su Df está claramente orientada a cautivar a los fans más acérrimos de la marca, e incluso a los nostálgicos que quieran volver a sentir una cámara de las de antes pero con las ventajas del digital.

Y es que ahora parece que los fabricantes que sobrevivirán serán aquellos que sepan adaptarse a este mercado con productos innovadores para los fotógrafos, y mimándolos un poco, y mucho menos aquellos que sigan apostando por continuar las mismas fórmulas de siempre que parecen no estar funcionando. Tal como cita Michael Reichmann en su famosa página web:

No me malinterpretéis. La industria fotográfica seguirá estando vibrante. Simplemente requiere que los equivalentes de la industria a General Motors se den cuenta que el suelo está cambiando bajo sus pies antes de que los tire.

Tú y yo probablemente continuaremos haciendo nuestra fotografía con unas increíbles nuevas cámaras en los próximos años. Quizás no de las mismas compañías a a las que les hemos estado comprando en el pasado.

No he mencionado en ningún momento a Canon. Canon es el mayor fabricante de cámaras digitales, es cómo el Toyota de la fotografía, y desde hace ya bastantes años se ha puesto en esta posición conservativa, actualizando lo mínimo para seguir en la cabeza mientras sus rivales sacaban productos más interesantes. Se dice que cuando estás en la cima es más difícil que te quiten de ahí y sigas siendo líder. Pero también está la otra cara de la moneda, cuanto más alto estás, más grande puede ser la caída. Pero es curioso, que lo que no están haciendo con la fotografía lo están haciendo con el vídeo.

Poco a poco iremos viendo la consecuencias de esta crisis, tal vez en unos meses la situación cambie y todos veamos este artículo como una tontería… o tal vez veamos a la primera de las víctimas. Mientras tanto nosotros continuaremos disfrutando de nuestra fotografía.

Software en cámaras digitales

Ya llevo algún tiempo con la idea de escribir un artículo sobre la situación actual del mercado fotográfico. El principal problema es que me meto en un ámbito en el que no me siento lo suficiente cómodo para hablar, que probablemente no mucha gente esté de acuerdo con lo que digo (no que me resulte muy importante) y, quizás lo más relevante, que de aquí en unos años se vea lo equivocado que estaba. Y mientras preparaba en una libreta diversas ideas para ese artículo este otro surgió por si solo, con entidad y fuerza propia para ser una pequeña primera entrada antes de publicar el otro. Se basa en una idea que lleva tiempo rondándome la cabeza, la revolución más importante de la fotografía ya no pasa tanto por nuevos sensores o nuevas lentes, sino por el software que venga integrado con las cámaras. Algo que los fabricantes no paran de descuidar y ya empiezan a pagar el precio, sobretodo en el mercado consumidor.

Vivimos en una época dónde el software es más importante que el hardware en el cual se ejecuta (en la medida de las cosas). Simplemente hay que mirar en el mercado de la telefonía móvil y como ha cambiado en los últimos 4 a 5 años. Me acuerdo perfectamente cuando lo importante era el hardware que se compraba en el smartphone, cuando un Nokia N95 o N93 era lo no va más, no por el sistema operativo, sino por que permitían grabar vídeos HD. Poco después llegaron los iPhone y los Android, con terminales que ofrecían menos batería, cámaras peores (estoy hablando de la época del 3G o 3GS…), pero mucho mejor software, mucha mejor forma de acceder a internet con ellos, y más importante, una mejor gama de aplicaciones que poder instalar en ellos. Nokia y Blackberry ya están pagando las consecuencias de no saber adaptarse a este cambio, impulsado más por lo que software ha permitido hacer que lo que el hardware permite hacer.

Cala S'Aguia

Cala S’Aguia en Blanes.

Es increíble ver como los fabricantes de cámaras digitales también descuidan este aspecto de sus productos. Si hay una cosa que siempre es una constante en toda análisis de una cámara Sony NEX es lo malo que es el software de las mismas, y como entorpece la labor del fotógrafa/o interponiéndose en el medio (bueno, ahora los análisis dicen que malo era al principio, ahora ha mejorado lo suficiente para ser usable, o en los análisis de su nueva A7 ó A7r: "menos mal que no han usado el software de las NEX).

Bueno, Sony tal vez descuidó el aspecto de la usabilidad, pero casi es peor el caso de Canon, que tiene entre sus propios usuarios y compradores el ejemplo claro de cómo se deben hacer las cosas, pero parece que no dan aprendido la lección. Estoy hablando de Magic Lantern, un proyecto desinteresado que ya lleva varios años demostrándole a Canon lo que realmente pueden hacer sus cámaras si sus programadores dedicasen un par de mesecillos de trabajo. Yo lo he instalado en mi Canon 5D Mark II y se ha convertido en otra cámara. Ya no necesito comprar un dispositivo externo para tener un intervalómetro, con un solo botón consigo que la cámara calcule la exposición correcta derecheando el histograma, o ¡puedo ver mi histograma en RAW!, por no hablar de hacer braketing de forma correcta. ¡Y porqué no grabo vídeo1 realmente no sé cuantas cámaras Canon ha conseguido vender a productores de vídeo gracias a que Magic Lantern existe.

Y mientras Canon no aprendió con Magic Lantern, tal vez los que si aprendieron fueron la gente de Fuji. En un mercado dónde cada vez se venden menos cámaras (esto para el siguiente artículo), Fuji ha decidido desmarcarse de sus competidores con su sistema Fuji X o sus cámaras de la serie X100. Estas cámaras ya tienen varios años, pero Fuji no simplemente saca nuevos modelos mejores para que la gente año tras años se tenga que comprar una nueva cámara para conseguir una característica nueva, no, también se dedica a actualizar el firmware de las existentes, añadiendo nuevos funcionalidades que antes no existían como Focus Peaking o mejorando la velocidad de autoenfoque.

Y ya por no hablar de las tonterías de entregarte las cámaras con el revelador RAW de juguete (si exceptuamos los fabricantes de medio formato que te venden la cámara con un software como Capture One, entre otros). Pero bueno, no sé si por error o por que están aprendiendo, al menos ahora Canon regala con sus cámaras Adobe Lightroom en Estados Unidos.

Mientras los profesionales ven limitado, o tal vez más complicado de lo necesario, lo que pueden hacer en sus cámaras por que los fabricantes no se han tomado un par de tardes para añadir a las mismas algo tan sencillo como un intervalómetro (ya no hablemos de un Focus Peaking, o un histograma en RAW…), el consumidor prefiere usar su teléfono móvil para hacer fotos, al menos de esa forma podrá compartir al momento la foto que ha hecho, lo cual es mucho más importante que la calidad o nitidez de la misma.

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