bardenas reales

Aquí tenéis la tercera y última entrevista, por el momento, que le hice a Eduardo Blanco, en esta ocasión hablamos de su último proyecto: “Bardenas Reales, en busca de la luz”. Un libro que intenta mostrarnos la belleza de la reserva natural de las Bardenas Reales a través una serie de preciosas fotografías que se mueven desde los géneros de paisaje, fotografía de animales y fotografía documental. Un bello trabajo por parte de Eduardo de un lugar que significa mucho para él.

Problemas con el trípode

Cuando empecé a interesarme por la fotografía, uno de los componentes que no le presté mucha atención a la hora de comprarlo fue el trípode. El primer trípode que compré era completamente inadecuado para mí cámara, el porcentaje de fotos movidas por su culpa era increíblemente alto, aunque por supuesto, yo le echaba la culpa o a mí cámara, o a mí lente, o mí mismo. ¡Iluso de mí! Pero un día, acompañando a mí hermano a comprarse un trípode nuevo para él, acabó pasando lo que tenía que pasar, yo allí viendo como mi hermano escogía rótula y trípode empecé a tener esa sensación de culo veo, culo quiero, y me acabé comprando otro para mí.

Puesta de Sol en Bardenas Reales

Puesta de sol en Bardenas Reales [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 70-200f4 IS. Filtro: Hoya Polarizador HD. Exposición: ISO100, f16 y 0.3 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.] © 2011 David García Pérez.

El cambio lo noté al momento. La mejora en nitidez de mis imágenes sacadas con trípode se incrementó notablemente. Fue como una pequeña revelación. La calidad técnica de mis imágenes mejoró de forma considerable y mi fotografía en general también. Hay muchas personas que odian los trípodes, pero a mí me encantan, me fuerzan a ir más lento. Me fuerzan a pensar el encuadre. El hecho que realmente lleve tiempo colocar el trípode en posición y encuadrar después la imagen me ayuda a pensar si realmente la fotografía que quiero tomar merece la pena. Aunque bueno, muchas veces me pasa que cuando está todo listo y estoy a punto de pulsar el disparador, veo otro encuadre mejor que en mi mente dará mejores resultados que el anterior.

Pero mi idilio solamente duró 2 años. El trípode comprado no ha aguantado mi ritmo, y eso que yo solamente voy hacer fotografía los fines de semana y en vacaciones, vamos cuando mi trabajo del día a día me lo permite. El primer problema lo noté a principios de este año. Las patas del trípode empezaron a fallar, extender el primer tramo de las mismas requiere bastante fuerza. Las desmonté, las limpié lo mejor que pude pero aún así el rozamiento entre los tubos que conforman las patas hace que sea complicado extenderlas. Esto es una incomodidad al principio de cualquier sesión fotográfica, de un minuto, que no afecta a la calidad de las fotos, por lo que por el momento sigo tirando con ellas. Aunque en mi cabeza ya tengo escogidas el modelo que las sustituirá.

Pero los problemas de verdad empezaron con mí rótula Mafrotto 322RC2. A principios de Octubre me acerqué hasta el Parque Natural de Ordesa – Monte Perdido, madrugón por la mañana para pillar la primera luz del día, caminata a oscuras, encuentro un encuadre, monto la cámara en el trípode, y veo como la rótula no da aguantado el peso de la misma, comenzando a inclinarse hacia un lado, haciendo imposible sacar ninguna foto. Mañana para disfrutar del paisaje con mis propios ojos y mí cámara a la espalda.

Una vez en casa, una búsqueda rápida por internet averiguo que hay un tornillo en la rótula que se puede aflojar y que requiere ser apretado pasado cierto tiempo. Pero la pobre nunca volvió ser la misma, no doy encontrado el punto donde ese tornillo o está muy apretado, haciendo que sea muy difícil mover la rótula para encontrar el encuadre que quiero, o está muy flojo haciendo que la rótula no sea capaz de aguantar el peso de la cámara.

Problemas de estabilidad del trípode

Como se puede apreciar en al captura, la imagen de la derecha ha perdido gran detalle en las texturas de la loma de la montaña, en comparación con la imagen de la derecha. Ambas imágenes fueron sacadas en ambas condiciones y reveladas igual.

Más o menos fui tirando poco a poco hasta que cambié de cámara a principios de Noviembre. No estoy muy seguro si mi rótula ya ha dicho basta, o si al tener una cámara con un sensor de el doble de resolución, problemas que ya estaban ahí se acentúan más. Cada vez que hago fotos con mi Canon 70-200f4 IS, tengo que dejar reposar la cámara antes de disparar, y si hace un poco de viento, esperar a que el viento se calme. Ahora mismo conecto un disparador remoto a mi 5D Mark II, enfoco manualmente con liveview, y dejo el liveview a zoon 10x, me fijo en la pantalla y cuando la imagen está estática saco la foto. Es la única forma que he encontrado de asegurarme resultados óptimos en estas condiciones.

Ahora mismo estoy en camino de solucionar este problema, que por desgracia para mí cartera pasa por el cambio completo de trípode. Aunque por el momento solamente me he comprado una rótula Arca Swiss Z1 y más adelante ya cambiaré el trípode en sí. En mi cabeza está el extra caro Gitzo Systematic 3451, aunque no corre tanta prisa como él otro cambio, así que será algo que deje para el futuro. El objetivo final es conseguir tener un trípode que espero que me dure años, y años, y años.

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