Algunas veces te preguntas si uno hace caso a los propios consejos que da a la gente a la hora de ir hacer fotografía de naturaleza. Obviamente mi primera escapada a familiarizarme con el Parque Natural del Cadí-Moixeró fue una de esas ocasiones en las que debería haber seguido mis propios consejos. Además un consejo tan básico como el de mirar la predicción del tiempo.
Mira que llovió ese día, después de llevar 3 meses viviendo en Barcelona, donde los pocos días que llovió siempre escampó por un periodo largo, en este, eso no ocurrió. Llovía cuando salí de casa, caían chuzos cuando paré a comer, y llovía con ganas cuando regresé. Pero bueno, yo soy uno de esos que dice que los días de tiempo malos se pueden hacer grandes fotografías, siempre y cuando no hagas como yo y te olvides algo tan básico como una capa de aguas.
Mi idea era ir a visitar diversos puntos que comentan en este artículo: Una mirada al Parc Natural del Cadí-Moixeró, pero una visita profunda a esos sitios tendrá que esperar a mejores ocasiones.
Mientras comía dentro del coche, decidí que era mejor salir a intentar sacar alguna fotillo, el tiempo suficiente mientras mi chaquetón se empapaba hasta un extremo aceptable. La primera foto que hice cometí un error básico, todo lo que encuadré está muy lejos, lo cual, con la capa de lluvia que había por medio, hace que quede así de poco definido las cosas.
Cadí. © 2011 David García Pérez
Ningún problema, segundo intento, de esta vez encuadrando unos pinos que estaban justo debajo del mirador donde me encontraba.
Cadí. © 2011 David García Pérez
El resto del día no hice casi ninguna foto más interesante, simplemente me estuve moviendo de un lado a otro con la esperanza de que en algún momento el cielo se abriese creando esas situaciones de luz extrema que dan lugar a fotos impresionantes. No hubo suerte, lo único que pude hacer es jugar con el techo transparente del coche que estaba usando en esta pequeña escapada.
Cadí. © 2011 David García Pérez