Hoy en día cuando compramos un objetivo para nuestra cámara fotográfica, debido a la alta resolución que tienen los sensores, puede ser muy habitual que si un elemento óptico, una lente dentro del objetivo, esté mal centrada, un pelín inclinada, tengamos problemas de conseguir las esquinas siempre nítidas. Aquí os muestro como conseguí comprobar que esto pasaba a una lente que acaba de comprar. En concreto el Sony 24–70 GM.
Para vuestra información, compré el objetivo de nuevo, y la segunda copia que recibí está perfecta.