Esta fotografía la he hecho básicamente de casualidad, puesto que buscando la localización de cómo llegar a Playa de los Patos casi me pierdo la puesta de sol… Una historia que empieza con una inocente charla con un ruso el atardecer anterior, mientras fotografiaba la puesta de sol en Benijo, ¿Qué podría salir mal?
Estaba yo en Benijo fotografiando la puesta de sol… una tarde concurrida por fotógrafos, en una esquina por la playa alguien fotografiando una postboda y en la otra esquina una chica fotografiando a otras dos, seguidos de un chico. Mientras yo me pongo hacer mis fotos intentando evitar que nadie me salga en el encuadre se me acerca chico por curiosidad. Era ruso y me cuenta que llevaban varios meses viviendo en Canarias. Su mujer era fotógrafa y ahora mismo estaba haciendo un book en la localización de una madre con su hija, trabajando únicamente con luz natural.
Mientras hablamos un poco me comenta que debería intentar fotografiar en la Playa de Patos la puesta de sol, que si me gustaba la Playa de Benijo, me gustaría la de Patos. Me dice más o menos en google maps dónde está para bajar a la playa. Localización que resultó ser un pelín errónea.
Al día siguiente, mientras busco localizaciones para fotografiar el amanecer en el Teide miro un poco como se llegaba a la playa que me habían indicado. Todo el mundo indicaba lo mismo, aquello no era fácil. Pero todos indicaban que el camino salía desde la Playa de Bollullo, no donde me había indicado el ruso.
Me acerco con tiempo, varias horas de antelación y llego a la Playa de Bollullo. Primer problema, allí solamente se podía dejar el coche en dos parkings privados. Hablando con los chicos que los gestionaban, ellos cerraban la valla a las 20:00 y hasta al día siguiente. La puesta de sol era sobre las 21:00 y pico, mal andábamos. Miro la zona y veo que la Playa de Bollullo también es muy fotogénica, después veo que el camino para llegar hasta la de Patos va pegado a las vergas de las fincas colindantes a un acantilado y que aquello lleva unos buenos 30 minutos de caminata o más. De todas formas, no podía dejar el coche ahí, si confiaba poder hacer el amanecer al día siguiente en el Teide.
Decido ir a probar por donde me había dicho el ruso, pero no encuentro la forma. Todo acceso al camino que va al acantilado está bloqueado por fincas valladas. Pero dando vueltas me encuentro con qué hay un camino indicado para bajar a la Playa del Ancón, la cual parece que puede ser un buena opción para una puesta de sol fotogénica. Dejo el coche lo más cerca posible y cargo con los trastos.
Después de caminar 20 minutos, llego hasta unas escaleras que bajan directamente a la playa. Empiezo a bajar las escaleras hasta que me encuentro que a 3 metros del suelo el mar se había llevado el resto, dejando un vacío hasta unas rocas con formas de bolos.
Allí no había nadie. Habían dejado una cuerda para bajar y subir. Pero viendo que estaba solo, que si bajaba no tenía muy claro que fuese a ser capaz de subir, y que aquella playa tenía pinta de desaparecer si subía la marea decidí que era mejor no arriesgarse. De vuelta al coche, otros 20 minutos caminando cargado como un burro cuesta arriba. En esos momentos ya estaba pensando que iba a fracasar en esta puesta de sol.
Cuando llego al coche, y después de buscar un sitio donde poder comprar algo de agua, que andaba seco. Decido volver a probar suerte en la Playa de Bollullo. A unos 15 minutos andando había varios huecos donde dejar el coche, que cuando bajara antes estaban ocupados, pero estaba apostando que la gente ya estaba marchándose de la playa para irse a cenar.
Mi apuesta dio resultado, pero por los pelos, justamente cuando llegué a uno de ellos, un chico acababa de llegar y estaba sacando su coche… aparqué el mío y empecé a coger todos los trastos de nuevo.
Bajando me crucé con una señora que me saludó, a los 5 minutos después, estaba de vuelta a mi lado con su coche, me preguntó si quería que me acercase. Aceptando su oferta, llegamos hasta el parking de la Playa de Bollullo. Me comentó que lo iban a cerrar ahora a las 8:00, pero que como ella y su marido, turistas franceses, iban a dormir en el coche, pues no les importaba quedarse ahí bloqueados hasta el día siguiente, y aún cerrado, se podía bajar hasta la playa.
Después de agradecerle el gesto, bajo hasta la Playa de Bollullo, preparo las cosas y empiezo hacer encuadres, que se acercaba la puesta de sol. Este es el resultado de uno de ellos:
Anochece en la Playa de Bollullo [Sony A7 II (Amazon, eBay) con Sony 24-70 2.8 GM (Amazon, eBay). Foto sacada a ISO100, f11, 8 segundos de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2017.