En diciembre del año pasado dos amigos y yo bajamos hasta la zona del Algarve en Portugal. Íbamos a pasar una semana ahí, con pocos turistas por la zona, pero el viaje de ida parecía que las cosas no pintaban bien. Una lluvias intensas nos amenazaron hasta que llegamos ahí casi de noche. Nada más llegar nos acercamos hasta la playa de São Rafael, teníamos escasos minutos para la puesta de sol, pero la idea era verla para el amanecer del día siguiente.
Sin muchas confianzas de que las lluvias hubiesen parado a la mañana siguiente, llegamos hasta la playa de noche. Los minutos pasaban y parecía que no íbamos a tener muchos colores en el cielo. Y así fue, el cielo quedó de lo más soso. Pero una vez el sol consiguió escapar la intensa capa de nubes que tapaban el horizonte, dejó escapar una maravillosa luz amarilla que iluminaba las rocas, dando lugar a la siguiente fotografía:
Primeras luces en la playa de São Rafael [Sony A7 II con Canon 17-40f4 L. Foto sacada a ISO100, f11, 0,5 segundos de tiempo de exposición. Trípode
