schewe

Si hay una persona que prácticamente creo ciegamente en sus recomendaciones en como usar Adobe Lightroom ó Adobe Photoshop ese es Jeff Schewe. Realmente el por qué de esto no lo sé explicar, supongo que después de haber visto innumerables vídeo tutoriales de él, leerme varios de sus libros, o sus artículos en diversos medios, y dicha información siempre resultarme útil, uno termina ganando confianza al autor de los mismos. Cuando me enteré de que iba a publicar un libro: The Digital Negative ya sabía que tenía que reservar el dinero para comprármelo.

The Digital Negative es más un libro de flujo de trabajo y buenas prácticas que un manual puro y duro de Lightroom. Desde el momento que sacamos la foto en la cámara, explicando por qué derechear, que contiene un fichero RAW y sus principales problemas. Pasando como procesar la imagen. Y concluyendo en diferentes flujos de trabajo para hacer tareas tan básicas como copias de seguridad.

Schewe guarda una estrecha relación con los ingenieros de Adobe y esto se nota durante todo el libro. Comenzando con una historia del nacimiento de Lightroom, pasando a explicarte detalladamente que hace exactamente cada control del mismo y que algoritmos usa por detrás.

El libro se lee de forma rápida y cada uno de los conceptos es bastante descriptivo. De lejos es el típico libro pesado que se recorre uno a uno todas las opciones de los programas que describe, sino que te muestra realmente una forma, ya sea óptima o no, de trabajar con él.

Ahora esperando al año que viene a Schewe publique de The Digital Print.

De la contraportada:

The Digital Negative is about raw image processing of digital camera captures. It details what makes for a really good digital negative and how to harness the massive power of Lightroom and Camera Raw to extract the best-possible raw rendering of that digital negative. It’s also about when and how to deploy Photoshop to take your rendered digital negatives further using the power of Photoshop to perfect the images that need and deserve the attention. I drill down on the Lightroom Develop module and the Camera Raw plug-in extensively—that’s the meat of this book. While parametric image editing (editing the parameters instead of the image pixels in Lightroom and Camera Raw) has advanced considerably since Camera Raw was first introduced, there is still a use for that venerable old lady named Photoshop.

I wrote this book because there didn’t seem to be an optimal source of information that suitably covered the main topic without being relegated to covering everything about a single application. The world doesn’t need yet another Lightroom or Photoshop book. What I thought was needed, though, was a book about the essence of raw image processing, regardless of the imaging application. I set out to write a book about cross-application integration that addressed the needs of photographers who want to optimize their images for the best-possible image quality.

I called the book The Digital Negative for a reason. In my formative years as a young photographer, I read a series of books by Ansel Adams that formed the genesis of my infatuation with and addiction to photography. Ansel’s books—The Camera, The Negative, and The Print had a huge impact and greatly helped advance my knowledge of photography. Time will tell if I can have even a minute fraction of the impact on others that his books had on me. (Excerpt from the book’s introduction)

Si hay una persona que sigo ciegamente en cuanto a recomendaciones de como es mejor sacar una fotografía digital, como es más optimo revelarla, o imprimirla es Jeff Schewe. Un fotógrafo de Estados Unidos que suele colaborar con Adobe a la hora de testear sus productos, y con Epson para probar sus últimas impresoras. Una persona bastante metódica que se preocupa siempre de hacer una gran colección de pruebas para determinar las formas más óptimas para realizar cualquier tarea relacionada con la fotografía.

La Pirámide

La pirámide [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 17-40f4L. Exposición: ISO100, f16 y 0,5 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2012.

Basándome en lo que cuenta en diversos libros y vídeo tutoriales escribí el artículo: Modo de impresión en Adobe Lightroom: paso a paso, dónde en un párrafo detallaba lo siguiente:

Sí dicha resolución es superior a 180 ppp e inferior a 720 ppp para impresoras Epson o 600 ppp para impresoras HP y Canon podemos dejar la la casilla sin marcar, no nos va a mejorar la imagen, la impresora es capaz de hacer un excelente resultado (esta es una recomendación que le escuché a Jeff Schewe en diversos cursos sobre impresión actuales, la teoría era distinta hace un par de años atrás, y puede que cambie en el futuro, así que tomarlo con cuidado esta frase). En caso de que la resolución sea inferior a 180 ppp subirla hasta 360 ppp para impresoras Epson y a 300 ppp para impresoras HP y Canon. En caso de que sea superior (hoy en día con algunos sensores que llegan a los 80 megapixeles se puede dar el caso), bajarla a 720 ppp para impresoras Epson y 600 ppp para impresoras HP y Canon. Bueno, creo que no lo he liado demasiado.

Releyendo el párrafo creo que si lo he líado demasiado. Bueno, el asunto es que ahora el autor recomienda otro flujo un pelín diferente. En su artículo The Right Resolution, Schewe indica que si Lightroom pone que la resolución de la foto para un determinado tamaño en un papel determinado es inferior a 360 ppp para impresoras Epson ó 300 ppp para impresoras Canon (no ha hecho pruebas en impresoras HP), para obtener resultados óptimos, debemos subir la “resolución de impresión” a 360 ppp para Epson y 300 ppp para Canon. Lo divertido empieza cuando la resolución es superior a 360 ppp ó 300 ppp dependiendo de la marca de la impresora. En ese caso, lo recomendable es ajustar la resolución de impresión a 720 ppp para Epson y 600 para Canon. También recomienda desactivar el modo de “Alta velocidad” del driver para este tipo de impresión, y en el caso particular de Epson, en los “Ajustes de Impresión” seleccionar la opción de “Detalles finos” si nuestro modelo de impresora lo permite.

Tal y como dice el autor, las ganancias de calidad de impresión son pequeñas pero visibles a simple vista, y dado que están al alcance de unos simples clicks de ratón no hay motivo para no usarlas.

Schewe no sabe a ciencia cierta a que se debe esto, pero sus sospechas es que al no mandar la imagen en la resolución que la impresora está esperando, es el propio módulo de impresión de Mac OS X ó Windows los encargados de hacer el reescalado de la imagen a lo que espera la impresora. Sin embargo, si le decimos a Lightroom que haga dicho reescalado, usará algoritmos más óptimos para el tratamiento de imágenes. Schewe muestra diversas capturas en su artículo donde se pueden apreciar claramente las ventajas.

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