tarjeta gráfica

Una de las características que usa Adobe para vender su nueva versión de Lightroom es la mejora de rendimiento para algunas tareas. Parte de esta mejora, en teoría, es debido al uso delegar algunas de las tareas que tiene que realizar Lightroom a la tarjeta gráfica de nuestro ordenador en vez de al procesador.

Hora azul en Costa Brava

Hora azul en Costa Brava [Canon 5D Mark II con Canon 70–200f4L IS. Toma sacada a IS0100, f13 y 13 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

Para los que no seáis muy técnicos, desde hace ya algunos años, las tarjetas gráficas ó GPUs (de su acrónimo en inglés: Graphical Processor Unit) se han vuelto en procesadores increíblemente eficientes para procesar gran cantidad de datos en paralelo, lo cual las beneficia para procesar gráficos 3D para animaciones o vídeo juegos. Esta habilidad ha hecho que mucha gente las empezase a usar para otras cosas que mostrar bonitos gráficos en nuestra pantalla. Por ejemplo, es muy habitual en programas de edición de vídeo recurrir a la/s tarjeta/s gráficas instalada/s en el sistema para aliviar al procesador central del mismo. Antes de emocionarnos, indicar que no son una solución universal, aceleran ciertos tipos de tareas, emplearlas para muchas de las tareas típicas que hace un ordenar, haría que nuestro sistema fuese más lento.

El beneficio de las tarjetas gráficas para procesamiento de imágenes es bastante más limitado que para vídeo. Algunos reveladores RAW ya llevan meses o algún año soportando el uso de dichos dispositivos a la hora de revelar nuestros RAW, pero Adobe pareció que se tomó su tiempo. Hasta esta nueva versión de Lightroom 6/CC. ¿El motivo? Según las palabras de Eric Chan, ingeniero de Adobe que trabaja en Lightroom, en el foro oficial de Adobe: los monitores de alta resolución que cada vez son más populares.

Mr. Chan da una explicación que convencerá a más de uno. En un típico monitor de 24“ de toda la vida, la pantalla tiene una resolución 2 megapíxeles, en un monitor de un MacBook Pro 15” retina, la pantalla tiene una resolución de 5 megapíxeles, en un monitor 4k, la pantalla tiene una resolución de 8 megapíxeles, en los últimos monitores de 5k, la pantalla tiene una resolución de 16 megapíxeles. Si tenemos en cuenta que cada vez que ajustamos uno de los controles de revelado Lightroom tiene que calcular dicho efecto en la imagen mostrada en pantalla, se entenderá que cuanta mayor sea la resolución de la misma, más le costará, computancionalmente hablando, a Lightroom mostrar dichos cambios. Por ejemplo, Chan comenta que en una pantalla 4k, sin aceleración de tarjeta gráfica, ajustar el balance de blancos, Lightroom es capaz de mostrarnos dicho efecto a 5 frames por segundo. Sin embargo, si activamos la aceleración de tarjeta gráfica (en el caso que comenta, una de última generación), Lightroom es capaz de mostrarnos el efecto de cambiar el balance de blancos a 60 frames por segundo.

Pero antes de que descorchéis el champán, indicar que el efecto que veáis sea limitado (en mi caso hasta perjudicial, más adelante explico por qué). De entrada dicha aceleración solamente afecta al módulo de Revelado, todos los demás módulos ignorarán la tarjeta gráfica que tengamos instalada en nuestro sistema. Y dentro del módulo de revelado, casi todos los controles se benefician de esto, con algunas excepciones como la corrección de manchas o el pincel de ajuste locales. Como indica Chan, esto solamente es el principio de las tarjetas gráficas en Lightroom. Según indica, cambiar cada uno de los módulos internos de procesamiento de Lightroom para que puedan usar aceleración gráfica no es una tarea fácil y ha llevado bastante tiempo, sin embargo, poco a poco irán dando soporte a otras de las funcionalidades de Lightroom, es solamente cuestión de tiempo.

A parte de esto, sin usáis, como yo, un monitor que no es de alta resolución (retina, 4k, 5k,…) no vais a ver mucho beneficio de esto. Al mismo tiempo si vuestra tarjeta gráfica no es una tarjeta de última generación adquirida en los últimos 2 o 3 años y que tenga como mínimo 1 GB de RAM (recomendados 2GB), tampoco vais a ver mucho. Es más, si es como mi caso, he notado Lightroom bastante inestable con esta opción activada y opté por desactivarla.

Para activar o desactivar esta opción, en las preferencias de Lightroom, tenéis una nueva pestaña denominada “Rendimiento” donde podéis activar o desactivar dicha opción:

Activando la aceleración por tarjeta gráfica / GPU en Lightroom

Por último, en cuanto aspectos negativos, cómo indiqué al principio del artículo, hay tareas para lo cual no es beneficioso el procesamiento con una tarjeta gráfica. En le caso de Lightroom, Chan indica que por ejemplo, cambiar a visualización 1:1 puede ir más lento si tenemos esta opción de tarjeta gráfica activada (hay que tener en cuenta que para realizar dicha actividad, el procesador del sistema tiene que copiar la imagen a la tarjeta gráfica, lo cual añade un paso extra. El efecto de este paso extra se minimiza mucho cuanto más nuevo sea nuestro sistema). También comenta que tareas como descomprimir un fichero RAW antes de revelarlo, por su naturaleza secuencial, es más perjudicial hacerlas en la GPU que en el procesador del sistema.

Como ya indiqué, en mi antiguo equipo de hace 5 años, esta nueva funcionalidad de Lightroom me hace más daño (se me ha cerrado Lightroom en el módulo de revelado) que beneficio. Mi tarjeta gráfica es bastante antigua con solamente 256 MB de memoria RAM, lejos del gigabyte mínimo que comenta Eric Chan.

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