Después de esta “pequeña” pausa de varios meses donde no actualizaba nada en el blog, continuemos narrando como fueron mis aventuras por Escocia, tierra a la cual tengo muchas ganas de volver a pesar de un día como este, donde parece que la mayor parte de las cosas salen al revés.

Otra día más, la misma rutina por la mañana. Me levanto a las 3:00 de la mañana, más dormido que despierto, me visto, cojo las cosas, para el coche y me dirijo hasta una zona que me había dicho Dave. No lo había explorado bien el día anterior y veo que hay unos bonitos postes eléctricos que me van a molestar increíblemente, me muevo más por la zona, y no encuentra nada que mejore lo actual. Bueno, ya estaba despierto y intento hacer lo mejor que pueda de dicha situación.

Amanece en Heist

Amanecer en Heist.

De regreso al bed and breakfast mientras pienso en el desayuno que me esperaría a la mañana siguiente como consuelo. Otras cuatro horitas de sueño para después levantarse, ducha y a desayunar. Como todos los días Dave estaba por allí con el desayuno listo y planos para indicarme una pequeña ruta por fuera de Skye.

Mi primera parada fue en Mam Ratagan, un mirador desde el que se pueden ver las cinco hermanas (five sisters), unas montañas muy características de la zona. Las condiciones de luz dejaban de ser las ideales, así que después de disfrutar un poco el paisaje y pensar un rato si era un buen sitio para hacer un amanecer al día siguiente, continué haciendo kilómetros en el coche.

Siguiente parada en la desembocadura del rio Kylerhea, donde había una sucesión de pequeñas playas y bastante gente acampada en ellas. La verdad es que el día era frío, y después de un pequeño paseo simplemente haciendo un par de fotos de recuerdo más que otra cosa, a conducir hasta el siguiente punto.

Desembocadura de rio

Desembocadura del rio Kylerhea.

Dave me había recomendado seguir por una carretera hasta llegar a unas estructuras de la edad de hierro conocidas como Broch. Básicamente son crudas fortalezas de piedra. Según me contaron cuando los clanes escoceses iban a robar ganado o mujeres y niños al clan vecino, de forma defensiva, la gente y animales se refugiaban en estas estructuras hasta que el asedio pasase. Y aquí es donde yo cometo un pequeño error. Empezó a llover de forma significativa y me pasé de largo el primer Broch que me había indicado Dave ¡Y eso que no era pequeño! Continué conduciendo hasta que el camino se convirtió en una carretera de tierra, por el momento la carretera parecía buena, así que no me importó continuar con el Opel Corsa por ahí. Pero las cosas se complicaron y decidí que lo mejor era parar, no vaya ser que me quedase perdido en medio de la nada. Había leído que el otro Broch estaba como a una milla, así que continué con los trastos a pie, hasta llegar a las ruinas de una edificación de piedra que la verdad es que no estoy para nada seguro si era el Broch o los restos de una cabaña de pastoreo. Pero al menos la lluvia había pasado y yo disfruté de un par de solitarias horas en medio de la nada.

Restos de un Broch

Restos de un Broch.

De regreso hacia Skye veo perfectamente el primer Broch que se conservaba de forma excepcional, decido fotografiarlo, bueno, le hago un par de fotos de recuerdos. Nada más sacar la cámara parece que la lluvia que me había dejado tranquilo hasta ese momento pensó que era una buena oportunidad para volver a incordiar.

El día no había sido muy productivo fotográficamente hablando. Viendo que el tiempo se me echaba encima decidí que lo mejor era irse de camino hasta el punto de la puesta de sol, el pequeño pueblo pesquero de Plockton. El pueblo es bastante fotográfico, pero la intensa lluvia decidió que me centrase en mi segundo objetivo, por una vez en el viaje, cenar caliente. Me habían comentado que la sopa era un plato típico en los restaurantes del pueblo, y la verdad, es que con el frío húmedo que tenía encima, algo caliente para calentar el cuerpo apetecía mucho.

Después de la cena y ya con el tiempo justo, tocó el momento de acercase al punto de la puesta de sol. confieso que me perdí un poco hasta encontrar una posición elevada y óptima. Y como las cosas no habían estado funcionando bien ese día, la verdad es que tampoco iban a comenzar a funcionar ahora. El disparador de timelapses de la segunda cámara dejó de funcionar. Después de varios minutos de pelea decidí centrarme en hacer fotos y olvidarme del tema, una pena, por qué el movimiento de nubes era espectacular.

Anochecer en Plockton

Anochecer en Plockton, Skye y los Cullins de fondo.

La verdad es que después de procesar las fotos de esa puesta de sol me quedo con la sensación de que no lo aproveché. Veo las fotos y realmente considero que no hacen justicia a lo que sentí. No os confundáis, no hacía unas condiciones de esa foto espectacular de puesta de sol, pero realmente estaba disfrutando mucho las condiciones cambiantes de las nubes, con ese contraste entre amarillos y azules. Ahora cuando miro mis fotos finales no consigo revivir esos momentos.

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