RAW vs JPEG (y II)

Mientras escribía mi entrada sobre las diferencias entre RAW vs JPEG se me estaba viniendo una idea a la cabeza. No importa mucho las desventajas o ventajas de disparar en un formato u el otro, lo que importa es lo que sucede en la cámara que da como resultado uno de los dos archivos. Tomemos como ejemplo el siguiente diagrama.

esquema de como convierte una camara de RAW a JPEG

Una vez la cámara captura una imagen en RAW, esta puede convertirla a JPEG procesándola primera, con una serie de pasos muy similares a los que hacemos nosotros en Lightroom o Photoshop.

En ese diagrama, tal vez demasiado simplón, lo que quiero ilustrar es lo siguiente, una vez se pulsa el disparador de la cámara, el sensor digital de la misma toma la imagen y obtiene un fichero RAW. Si le hemos indicado a nuestra cámara que solamente queremos la imagen en RAW, esta lo que hace es almacenarla directamente a tarjeta.

Si le hemos dicho que queremos guardar la imagen en JPEG, la cámara tomará ese RAW, aplicará una serie de procesados al mismo, cosas como aplicar un algoritmo de demosaicing, para después ajustar el contraste, saturación, temperatura del color de la imagen… vamos, típicas cosas que nosotros haríamos en Photoshop o Lightroom, para después convertir la imagen a JPEG, comprimiéndola, desechando información que no considera oportuna para tener un fichero más pequeño.

Y en el último párrafo está la clave de por qué es mejor RAW que JPEG. En el proceso anteriormente descrito, un ingeniero en Alemania, Japón o dónde haya sido diseñada la cámara, ha decidido que es un foto correcta, y como esta debe ser procesada. Pero si nosotros queremos buscar la máxima calidad posible (¡ojo! esto no quiere decir la máxima realidad posible), nosotros somos los que tenemos que tomar las decisiones, los que tenemos que ajustar ese contraste, esa saturación, esa temperatura de color…

Puede sonar algo así como idealista, pero mi objetivo siempre es tener la mayor calidad posible en cada foto con los medios que tengo en mis manos. Puede que no sean los óptimos, pero intento exprimirlos al máximo.

Hay que tener cuidado con un detalle, de los párrafos anteriores se puede intuir que si almacenamos las imágenes en nuestra tarjeta en RAW, en ningún momento se van a convertir a JPEG. Eso no es cierto, la imagen que nos va a mostrar la cámara en pantalla es una conversión del RAW a JPEG (la cámara realiza esta conversión en su memoria interna, sin grabar el JPEG en la tarjeta de memoria), al igual que el histograma que nos muestra en pantalla, el cual se calcula a partir de la imagen JPEG que la cámara calcula del RAW. Esto último será un detalle clave a la hora de exponer correctamente una fotografía, pero lo mejor lo dejamos para otro artículo.

Por otro lado, indicar que si disparamos en RAW, pero usamos el software que suele venir en cámaras como Canon, Olympus, Pentax, o Nikon, este software nos hará algo similar a lo que hace la cámara de forma interna, aunque suelen dejar cierto control limitado de dicho ajuste.

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