Técnica

Hay un pequeño detalle de la última versión de Adobe Lightroom, la 4, que me había pasado completamente desapercibido cuando este salió ya hace unos cuantos meses. Viendo el otro día uno de los de los vídeo tutoriales de Michael Frye sobre Lightroom 4 descubrí, o tal vez redescubrí, la propiedad de que el nuevo Proceso 2012, o lo que es lo mismo, Lightroom 4, hace una recuperación automática de luces y sombras de las fotos que importamos.

Monte Perdido - Ordesa

Amanecer en Ordesa. [Cámara: Canon 40D. Lente: Canon 17-40Lf4. Filtros: Polarizador Heliopan. Exposición: ISO200, f11 y 1,3 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2011.

La imagen que voy a usar en este artículo ejemplo es una imagen de alto contraste, donde tenemos unas zonas de sombras muy oscuras, y zonas muy claras, casi llegando a blanco puro. Esta imagen nada más importada en una anterior versión de Lightroom presentaba el siguiente aspecto.

Imagen nada más ser importada en Adobe Lightroom 3 mostrando el aviso a altas y bajas luces

Tengo activado el aviso de sombras y altas luces en Lightroom, esa zona roja en el cielo quiere decir que ahí el cielo está quemado, la pequeñas zonas azules del gran árbol de la derecha de la imagen quiere decir que esa zona es negro puro.

Histograma de la fotografía anterior nada más ser importada en Lightroom

En el histograma de la foto anterior se observa claramente como Lightroom nos avisa que tenemos zonas de negro y blanco puros.

Las zonas marcadas como quemadas y las negro puro realmente no están perdidas, usando las herramientas de recuperación, exposición y negros de Lightroom 3 es fácil recuperarlas, este fichero RAW todavía contiene ese información.

En Lightroom 4 la forma en la que importa las imágenes cambia, nada más leerlas, sí Lightroom detecta que hay zonas que se han ido a negro puro, o zonas de blanco quemadas, intentará de recuperarlas de forma automática (no siempre es posible), mostrándonos una imagen mostrando todo el rango posible antes de dejarnos empezar el proceso de revelado en ella. Cómo podéis ver esto es como muestra por defecto Lightroom 4 la anterior imagen nada más importarla.

Aspecto de la imagen nada más ser importada en Lightroom 4

Este es el aspecto de la imagen nada más ser importada en Lightroom 4, como podéis observar, Lightroom ha recuperada la información de sombras y luces de forma automática.

Histograma de la imagen importada en Lightroom 4

Como se puede observar en el histograma de la imagen nada más ser importada, no hay ninguna zona de negro puro ni ninguna zona quemada.

Personalmente lo encuentro como un pequeño detalle últil que te ahorra gran parte de trabajo previo, dónde tenías que recorrer las imágenes una a una intentando averiguar si las zonas oscuras o claras todavía conservaban información que poder recuperar y así no desechar la foto por que la expuse mal en el campo.

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Uno de los nuevos módulos de Adobe Lightroom 4 es el de mapas. En él podemos ir georeferenciando nuestras fotos mientras al mismo tiempo vemos en un mapa exactamente donde han sido sacadas. Una de las formas más fáciles de georeferenciar las fotos es a través de un registro que tengamos de una unidad GPS, suministrándoselo a Lightroom y que este se encargue de «adivinar» dónde han sido hechas las fotos. En este pequeño vídeo tutorial explico precisamente dicho proceso.

Podéis encontrar más información sobre como geo-etiquetar fotos en Lightroom en: Fotonatura – Geoposicionamiento de fotos en Lightroom 4.

Si hay una persona que sigo ciegamente en cuanto a recomendaciones de como es mejor sacar una fotografía digital, como es más optimo revelarla, o imprimirla es Jeff Schewe. Un fotógrafo de Estados Unidos que suele colaborar con Adobe a la hora de testear sus productos, y con Epson para probar sus últimas impresoras. Una persona bastante metódica que se preocupa siempre de hacer una gran colección de pruebas para determinar las formas más óptimas para realizar cualquier tarea relacionada con la fotografía.

La Pirámide

La pirámide [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 17-40f4L. Exposición: ISO100, f16 y 0,5 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2012.

Basándome en lo que cuenta en diversos libros y vídeo tutoriales escribí el artículo: Modo de impresión en Adobe Lightroom: paso a paso, dónde en un párrafo detallaba lo siguiente:

Sí dicha resolución es superior a 180 ppp e inferior a 720 ppp para impresoras Epson o 600 ppp para impresoras HP y Canon podemos dejar la la casilla sin marcar, no nos va a mejorar la imagen, la impresora es capaz de hacer un excelente resultado (esta es una recomendación que le escuché a Jeff Schewe en diversos cursos sobre impresión actuales, la teoría era distinta hace un par de años atrás, y puede que cambie en el futuro, así que tomarlo con cuidado esta frase). En caso de que la resolución sea inferior a 180 ppp subirla hasta 360 ppp para impresoras Epson y a 300 ppp para impresoras HP y Canon. En caso de que sea superior (hoy en día con algunos sensores que llegan a los 80 megapixeles se puede dar el caso), bajarla a 720 ppp para impresoras Epson y 600 ppp para impresoras HP y Canon. Bueno, creo que no lo he liado demasiado.

Releyendo el párrafo creo que si lo he líado demasiado. Bueno, el asunto es que ahora el autor recomienda otro flujo un pelín diferente. En su artículo The Right Resolution, Schewe indica que si Lightroom pone que la resolución de la foto para un determinado tamaño en un papel determinado es inferior a 360 ppp para impresoras Epson ó 300 ppp para impresoras Canon (no ha hecho pruebas en impresoras HP), para obtener resultados óptimos, debemos subir la “resolución de impresión” a 360 ppp para Epson y 300 ppp para Canon. Lo divertido empieza cuando la resolución es superior a 360 ppp ó 300 ppp dependiendo de la marca de la impresora. En ese caso, lo recomendable es ajustar la resolución de impresión a 720 ppp para Epson y 600 para Canon. También recomienda desactivar el modo de “Alta velocidad” del driver para este tipo de impresión, y en el caso particular de Epson, en los “Ajustes de Impresión” seleccionar la opción de “Detalles finos” si nuestro modelo de impresora lo permite.

Tal y como dice el autor, las ganancias de calidad de impresión son pequeñas pero visibles a simple vista, y dado que están al alcance de unos simples clicks de ratón no hay motivo para no usarlas.

Schewe no sabe a ciencia cierta a que se debe esto, pero sus sospechas es que al no mandar la imagen en la resolución que la impresora está esperando, es el propio módulo de impresión de Mac OS X ó Windows los encargados de hacer el reescalado de la imagen a lo que espera la impresora. Sin embargo, si le decimos a Lightroom que haga dicho reescalado, usará algoritmos más óptimos para el tratamiento de imágenes. Schewe muestra diversas capturas en su artículo donde se pueden apreciar claramente las ventajas.

El fotógrafo Iñaki Relanzón presenta su nueva serie Making OfF, en la que nos mostrará algunas de las técnicas fotográficas más espectaculares para fotografiar los paisajes, la flora y la fauna de nuestro planeta.

Los vídeos serán publicados en el canal de Youtube: Iñaki Relanzón – Wildlife Photographer. En Fotonatura podéis leer una entrevista a Iñaki sobre este tema.

Como fotógrafos ya seamos aficionados o profesionales siempre nos gusta enseñar a la gente nuestras mejores imágenes, por qué después de todo, ¿para que hacemos las fotos sino? Y desde la introducción por parte de Apple del iPads se ha convertido en un dispositivo bastante versátil para realizar dicha tarea. En un dispositivo de tamaño reducido y con una gran pantalla podemos ir mostrando nuestras fotos a amigos o clientes de forma sencilla y rápida. Ahora bien, ¿Cuál es la mejor forma de exportar nuestras fotos de Lightroom de forma óptima en cuanto a calidad y lo más automáticamente posible?

Abriéndose

Abriéndose… [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Tamron 90mm f2.8 macro. Exposición: ISO800, f7,1 y 1/160 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2012.

Nuestra primera parada es en Lightroom, en el modulo de “Librería”, en la barra de herramientas vertical de la izquierda, abajo de todo, tenemos unas utilidades conocidas como “Servicios de Publicación.”

Servicios de publicación de Lightroom

Si pulsamos sobre el botón “+” podemos añadir un nuevo servicio de publicación, en este caso será del tipo “Disco Duro” y lo configuramos de la siguiente forma:

Configurando un servicio de publicación en Lightroom
  • Descripción – Simplemente ponemos un nombre para poder identificarlo, en mi caso es simple y llanamente iPad.
  • Ubicación de exportación – En este caso simplemente estoy eligiendo una carpeta en el escritorio de mi ordenador.
  • Nombre de archivos – Lo dejo tal cual está, aunque podéis renombrarlos como deseéis, no es que sea muy relevante.
  • Vídeo – Selecciono no incluir ningún vídeo en esta exportación, principalmente por qué no suelo almacenar vídeos en Lightroom.
  • Ajustes de archivo – Aquí empezamos con lo interesante. De entrada obviamente el Formato de Imagen es JPEG, el Espacio de color tiene que ser sRGB, cualquier otro espacio de color hará que los colores representados en el iPad puedan ser muy distintos de los que vemos en Lightroom. La Calidad personalmente lo dejo en 80, me está dando bastantes buenos resultados sin crear un tamaño de fichero excesivo.
  • Cambiar tamaño de imagen – Siguiente parámetro interesante para configurar, y este dependerá de si tenemos un iPad original, un iPad 2, o un iPad de tercera generación. Para los dos primeros, como es mi caso particular, suelo reescalar las imágenes para que el borde corto sea de un tamaño de 1536 píxeles. Esto es el doble de resolución que tiene el borde corto de la pantalla de esos iPads, de esta forma, siempre podremos hacer un poco de zoom en la imagen cuando la mostramos, pero tampoco tendremos un fichero de tamaño increíblemente excesivo. Para los iPads de tercera generación, dado que han duplicado la resolución de la pantalla con respecto a modelos anteriores, pues ponemos el borde corto a 3072 píxeles. La Resolución la ignoramos, el tamaño que pongamos ahí no afectará para nada al resultado.
  • Enfoque de salida – En este caso seleccionamos un enfoque para Pantalla, y le ponemos como Cantidad alto, de esta forma los detalles de nuestras imágenes tendrán un aspecto magnífico en nuestros tabletas.
  • Metadatos – Esto a gusto del consumidor, en mi caso, por ningún motivo particular, simplemente exporto el copyright y mi información de contacto en la foto.
  • Marcas de agua – Yo particularmente no suelo poner ninguna.

Ya tenemos listo nuestro nuevo módulo de exportación de fotos, ahora solamente nos queda arrastrar las fotos que queramos publicar al mismo:

Añadiendo fotos al nuevo servicio de publicación

Una vez ahí, simplemente pulsamos el botón publicar y Lightroom automáticamente comenzará a exportar las imágenes a la carpeta que configuramos anterioremente.

Fotos listas para ser publicadas del Lightroom al iPad

Según vamos “publicando” fotos a dicha carpeta vemos que Lightroom las empieza a separar en publicadas y no publicadas, de esta forma sabemos perfectamente lo que no está publicado y lo que sí, al mismo tiempo que Lightroom evitará que exportemos duplicados. Si queremos eliminar una foto de las publicadas, la arrastramos de vuelta a las no publicadas.

Parte de las fotos ya exportadas al disco duro

Y listo, ya tenemos nuestras fotos preparadas en perfecta forma para ser visualizadas en el iPad en una carpeta en nuestro disco duro:

Ficheros exportados en la carpeta que habíamos seleccionado en el servicio de publciaciones

Ahora mismo hemos terminado con Lightroom y llega el momento de irnos a iTunes. Aquí simplemente seleccionamos en las opciones de exportación de fotos la carpeta que acabamos de crear.

Seleccionando en iTunes la carpeta para que exporte las imágenes del Lightroom

Listo, ahora ya podemos ver en la aplicación de fotos de nuestro iPad las fotos que acabamos de transferir. Si cambiamos cualquier cosa en Lightroom en el modo de publicaciones dichos cambios serán automáticamente reflejados en el iPad cada vez que lo sincronicemos con iTunes.

¿DNG o RAW propietario?

Uno de los grandes quebraderos de cabeza de fabricantes de programas como Adobe Lightroom, Apple Aperture, ó Capture One es la gran diversidad de formatos de archivo RAW propietarios que existen. En la última versión de Lightroom, Adobe da soporte a casi 300 formatos de fichero distintos, básicamente, a casi 300 modelos de cámaras digitales distintas.

Últimos colores del día

Últimos colores del día [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 70-200f4 IS USM. Filtro: Polarizador Helipoan. Exposición: ISO100, f13 y 1/60 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2012.

Todo esto no representaría más que una anécdota si no fuese por que dichos formatos son propietarios y su especificación no es pública. ¿Qué significa esto? Pues que cuando sale una nueva cámara al mercado, tanto Adobe como Apple como Phase One, entre otros, tienen que coger la cámara y hacer ingeniería inversa para averiguar como abrir dicho fichero, pudiendo así acceder a la información de la imagen. Es únicamente por este motivo cuando una cámara nueva sale al mercado tarda un tiempo en ser soportada por los programas más comunes, salvo contadas excepciones que hablaré más adelante. Ciertamente el fichero RAW se puede editar con el software nativo que viene con la cámara, si no fuese por que dicho software siempre suele ser horrible y no merece casi nunca la pena instalarlo.

¿Cuál es el principal problema de todo esto? Pues que siempre se corre el riesgo que el fabricante deje de dar soporte a este formato propietario en el futuro. Un claro ejemplo de esto es la conocida compañía americana Kodak. Este fue uno de los fabricantes pioneros en cámaras réflex digitales, y después de no tener mucho éxito en el mercado decidió dejar de dar soporte a las mismas. ¿El resultado? Que ya no había posibilidad de descargarse programas para seguir abriendo tus ficheros de imágenes en el ordenador. Era como si viniese un fuego y destrozase todos tus negativos. La situación no es tan alarmante por que fabricantes como Adobe, Apple, etc… siguen dando soporte a dichas cámaras a través de su software. Pero por muy grande que sea la compañía siempre puede desaparecer o dejar de crear el programa, con lo que ahí se nos van nuestras queridas fotos.

Adobe intentó poner una solución a este problema y creó un formato RAW abierto conocido como DNG (Digital Negative/Negativo Digital). Algunos fabricantes como Leica lo usan en sus cámaras, otros, pues hacen oídos sordos. Al ser un formato abierto cualquiera puede usarlo, todos los reveladores RAW del mercado lo soportan, y cuando, por ejemplo, Leica saca una cámara nueva al mercado, podemos abrir sus ficheros en nuestro programa favorito desde el primer día. En caso de que Adobe desaparezca, no pasa nada, el formato sigue ahí y cualquiera puede hacer un programa compatible con el mismo, sin necesidad de hacer ingeniería inversa.

La mayor parte de los programas nos permiten hacer una conversión del formato RAW propietario a DNG, sin ninguna perdida de calidad por realizar dicha transformación. No es una práctica desaconsejable salvo por un pequeño problema, que particularmente me afecta a mí. Para realizar mis copias de seguridad uso un programa conocido como Time Machine. Este programa, como otros, lo que hace es actualizar la copia de un fichero solamente si lo hemos modificado, mientras que al mismo tiempo guarda las versiones anteriores del mismo si queremos volver a ellas. Cuando modificamos un fichero RAW propietario, Lightroom -el programa que yo uso- crea un fichero xmp de texto con las modificaciones que yo aplico en el revelado, en ningún momento se modifica el fichero original. Este fichero ocupa mucho menos que 1 MB, con lo cual cualquier modificación que hagamos en el mismo no ocupará mucho espacio en nuestro disco dura de backup. Sin embargo, en el caso de ficheros DNG, los reveladores RAW suelen guardar dichos cambios en el propio archivo, con lo cual, imaginaos que estamos trabajando con un fichero que ocupa unos 20MB, hacemos unos pequeños cambios, ya tenemos en nuestro disco de backup dos ficheros de 20MB, hacemos más cambios otro día, ya ocupamos 60MB… y ahora para todas las imágenes que tenemos.

DNG sin embargo, si que se antoja como un formato muy apto para archivado de fotos, una vez estamos seguros que hemos terminado de trabajar con ellas, las convertimos a DNG y así nos aseguramos que pase lo que pase en el futuro siempre podremos seguir accediendo a ellas.

En su momento escribí este artículo sobre como crear un paspartú para nuestras fotos, con el objetivo de después enmarcarlas. Era un artículo que escribí de mis primeras experiencias y errores sobre el tema. Pero con el paso del tiempo he refinado mi técnica y ahora mi vida es más fácil gracias a unas pinzas.

El problema consistía básicamente en alinear la imagen sobre la lámina trasera para que quede bien una vez pegamos la ventana superior, sin que nos queden los bordes de la ventana y imagen mal alineados. Para ello, en el artículo original pintaba con lápiz el papel sobre la lámina de forma centrada, esperando que no existiesen errores de milímetros en ninguno de los pasos. Iluso de mí…

Al final he optado por una técnica mucha más sencilla y rápida que me da mejores resultados. consiste en alinear las lámina de atrás y la de la ventana, agarrarlas con una pinzas (usando unos retales de lámina para que no queden marcas).

Pinzas para sujetar las dos láminas mientras alineamos la fotografía impresa

Pinzas para sujetar las dos láminas mientras alineamos la fotografía impresa.

De esta forma nos queda suficiente holgura para meter la foto entre las dos láminas, y poco a poco alinearla hasta que nos quede perfecta en la ventana.

Fotografía alineada, ahora solamente falta pegarla a la lámina de atrás

Fotografía alineada, ahora solamente falta pegarla a la lámina de atrás.

De esta forma, una vez alineada la foto, simplemente volvemos fijar todo con un peso, para que no se nos mueva, quitamos las pinzas, la lámina de paspartú con la ventana hecha, y pegamos la foto como se indica en el artículo original.

Sin lugar a dudas, la mayor novedad introducida con Adobe Lightroom 4 es el nuevo panel básico. Panel que despista a mucha gente acostumbrada a trabajar con anteriores versiones del programa dado que se ha cambiado de forma radical el funcionamento de muchos controles, eliminado algunos otros y añadidos nuevos. Personalmente, después de jugar un poco con ellos soy de los que opinan que el cambio es a mejor, con controles más intuitivos, aunque algo desconcertantes la primera vez que nos enfrentamos a ellos.

Anoche en Bardenas Reales

Anoche en Bardenas Reales. [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 50mm f1.8. Filtro: Polarizador B+W. Exposición: ISO100, f16 y 2,5 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2011.

De entrada vamos a obviar los dos primeros controles del menú básico que básicamente ajustan tanto temperatura de color de la imagen como la tinta de la misma, se comportan exactamente igual que en versiones anteriores del programa y no hay mucho más que decir aquí. Lo interesante empieza a partir del control de exposición hasta el control de claridad (de nuevo, centrándonos en exclusiva al panel básico).

Nuevos controles básicos de Adobe Lightroom 4

Sin lugar a dudas, lo que más llama la atención del nuevo Lightroom 4 son sus nuevos controles básicos.

Antes de empezar decir que estos controles actúan de forma paramétrica, con lo cual no es relevante el orden en que los usemos. De todas formas el orden en que se presentan es el orden en que los ingenieros de Adobe peinsan que es la forma óptima. Vayamos en detalle uno a uno de ellos.

Imagen tal y como ha salido de la cámara...

Imagen tal y como ha salido de la cámara, la cual voy a usar de ejemplo para explicar el ajuste tonal de los nuevos controles del panel básico de Adobe Lightroom 4.

  • Exposición – Este control será uno que despiste en gran medida a mucha gente. En anteriores versiones de Lightroom se empleaba principalmente para ajustar el punto blanco de la imagen. Esto ya no es así en la versión 4 del programa. El objetivo de este control ahora es ajustar los tonos medios de la imagen. Su funcionalidad es una combinación del anterior control de Exposición en Lightroom 3 y el ya inexistente control de Brillo.

    Zona que afecta el histograma si movemos el control de exposición
    Control de Exposción

    Cuando empezamos a mover el control de Exposición se puede observar como Lightroom destaca que la zona que afecta del histograma la de los tonos medios, como podéis observar en la captura previa.

    Cómo se puede ver en las imágenes anteriores, el control de exposición actúa moviendo los tonos medios del histograma, si movemos el indicador hacia valores positivos, aclaramos la imagen, empejunado todo el histograma a la derecha, si movemos el indicador a la izquierda, oscurecemos la imagen, moviendo el histograma hacia la izquerda. Este control es capaz de ajustar hasta 4 pasos de luz.

    Mientras ajustamos la imagen, si mantenemos pulsada la tecla “alt” ó “opción” podremos ver si estamos quemando alguna zona de la imagen (la imagen se convierte a negro en las zonas no quemadas y blanco para las zonas quemadas).

    Ajustada la exposición de la imagen

    He bajado el control de exposición a -0,40. El objetivo de este ajuste es oscurecer un poco la imagen, muy pálida en la captura original.

  • Contraste – En Lightroom 4 el ajuste de contraste cobra especial relevancia. En anteriores versiones muy poca gente usaba dicho control, pero con la introducción del Proceso 2012 cobra especial relevancia. Esta nueva versión de Lightroom importa las imágenes de una forma muy plana, con muy poco contraste, a diferencia de versiones anteriores. Una vez ajustado el control de exposición es conveniente ajustar el contraste de la imagen hasta conseguir un resultado que nos guste.

    En este caso, valores negativos del contraste lo disminuyen con respecto al valor inicial de la importación de la imagen, valores positivos lo incrementan.

    Imagen después de ajustar el contraste

    He incrementado el contraste a +21, personalmente creo que ayuda a destacar un pelín más tanto el cielo como montañas.

A continuación de los anteriores controles, llega un nuevo grupo de cuatro controles: Iluminaciones, Sombras, Blancos y Negros cuya misión será hacer un ajuste fino del ajuste inicial hecho con Exposición y Contraste.

  • Iluminaciones – Iluminaciones nos va a valer para ajustar las zonas más brillantes de la imagen o la zona alta del histograma. Este control internamente incorpora la funcionalidad del antiguo control de “Recuperación” de versiones anteriores, pero no lo debemos confundir con él. Es un control muy útil para recuperar esas texturas aparentemente perdidas en las zonas más claras de la imagen. Sobretodo si tendemos a derechear el histograma.

    Zona que afecta el control de iluminaciones al histograma
    Control de iluminaciones en Lightroom

    Como podéis observar, al seleccionar el control de Iluminaciones se ve que este afecta a la zona alta del histograma.

    Control de iluminaciones completamente a la derecha
    Resultado con el control de iluminaciones completamente a la derecha

    En este ejemplo he puesto el control de iluminaciones completamente a la derecha, a +100. Esto hace que la zona más clara de la imagen se aclare aun más, aplanándose un poco el cielo, también se nos aclaran los tonos medios dado que son empujados a la derecha al mover el control de iluminación.

    Histograma con el control de iluminaciones completamente a la izquierda
    Imagen con el control de iluminaciones completamente a la izquierda

    En este ejemplo he puesto el control de iluminaciones completamente a la izquierda, a .100. Esto hace que la zona más clara de la imagen comience a oscurecerse, al mismo tiempo, este control está recuperando bastante la textura en esos tonos claros, dando más realce a las nubes.

    Imagen después de haber ajustado el parámetro de Iluminaciones

    Al final, intentando reforzar ese cielo de la foto, bajé las iluminaciones hasta -23, oscureciendo y dando más contraste al mismo.

    De nuevo, al igual que control de “Exposción” observamos que valores negativos mueven la zona del histograma que afecta hacia la izquierda, valores positivos hacia la derecha. De forma similar, si pulsamos la telca “alt” ó “opción” mientras ajustamos el control, podremos ver si la acción de este control recupera o quema alguna zona de la imagen, mostrando de color negro las zonas no quemadas y de color blanco las quemadas.

  • Sombras – Este nuevo control nos ayudará ajustar las zonas oscuras de la imagen o la parte izquierda del histograma. Para la gente que venga de versiones anteriores, comentar que este control contiene en su interior la lógica del antiguo control de “Luz de Relleno” pero de forma mejorada, sin esa tendencia a producir halos de la versión anterior.

    Histograma actuando sobre la zona de sombras
    Control de sombras de Lightroom 4

    Como se puede observar en la captura el control de sombras afecta a los tonos oscuros de la imagen ó histograma.

    Forma final del histograma después de mover el control de sombras completamente a la derecha
    Imagen con el control de sombras completamente a la derecha

    En este ejemplo he movido el control de sombras completamente a la derecha, como podéis observar, todos los tonos oscuros se aclaran en gran medida.

    Histograma después de mover el control de sombras completamente a la izquierda
    Imagen después de omver el control de sombras completamente a la izquierda

    En este ejemplo he movido el control de sombras completamente a la izquierda, en este caso las zonas ya oscuras de las imágenes se hacen más oscuras, arrastrando un poco los tonos intermedios, haciéndolos menos claros.

    Ajuste final del control de sombras

    En mi ajuste final de este control el resultado ha quedado en +15, la idea principal es aclarar un poco las montañas para que no pierdan relevancia con respecto al cielo. Tal vez ahora mismo parezcan muy claras, pero este es el resultado final después de haber jugado un rato con otros parámetros como «Negros» que veremos más adelante en el artículo.

    De forma parecida a lo que pasaba con los controles anteriores, si mantenos pulsada la tecla “alt” ó “opción” mientrsa ajustamos este ajuste veremos de color blanco los pixeles de la imagen que no son negro puro y de color negro los pixeles de la imagen que hemos convertido completamente en negro.

  • Blancos – El control de blancos nos va a permitir ajustar con más precesión el punto blanco de la imagen. Como se puede observar en las capturas de pantalla que se muestran a continuación,

    Zona del histograma que afecta el control de blancos

    El control de blancos afecta a la zona alta del histograma, y nos va a valer para ajustar el punto de corte blanco de nuestras imágenes.

    Histograma después de ajustar el control de blancos al máximo a la derecha
    Imagen después de ajustar el control de blancos completamente a la derecha

    En este ejemplo he subido el control de blancos a +100, esto ha provocado que el histograma se fuese completamente a la derecha, haciendo que muchos de los pixeles del cielo se convirtiesen en blanco puro, perdiendo completamente la textura en esa zona.

    Como queda el histograma después de mover el control de blancos completamente a la izquierda
    Imagen después de mover el control de blancos completamente a la izquierda

    En este caso al mover el control de blancos completamente a la izquierda, a -100, estamos moviendo todo el histograma a la izquierda oscureciendo en general la imagen, y en particular la zona del cielo.

    Imagen después de ajustar el control de blancos

    En este caso he subido el ajuste de blancos para hacer que las nubes más claras sean más blancas posibles, sé que esto aclara un poco mi cielo, más de lo que me gustaría, pero eso ya lo recuperaré con los ajustes de curvas.

    Al igual que el control de “Iluminaciones” o “Exposición” si mantenemos pulsada la tecla “alt” ó “opción”, veremos de color blanco los píxeles de la imagen que hemos quemado y de color negro los que todavía no lo están.

  • Negros – Último control de este grupo de cuatro para el ajuste tonal de nuestra imagen. Por el nombre es fácil averiguar que este control ajustará la zona más oscura de la imagen o la que se encuentra más a la izquierda del histograma. Básicamente nos permitirá ajustar el punto negro de la imagen.

    Zona a la que afecta el histograma de negros...

    Zona del histograma a la que afecta el control de negros, vemos que se centra en la zona más oscura de la imagen.

    Histograma con el control de negros completamente a la derecha
    Imagen con el control de negros completamente a la izquierda

    Al subir el control de negros a +100 la imagen pierde cualquier zona de negro puro, aclarándose completamente por los tonos más oscuros de la imagen, también afectando en consecuencia la zona de sombras.

    Histograma con el control de negros completamente a la izquierda
    resultado de la imagen al poner el contro de negros completamente a la izquierda

    Al mover el control de negros completamente a la izquierda, a -100, una gran cantidad de pixeles de las zonas oscuras se nos convierten en negro puro, al mismo tiempo, nos arrastra el resto de los pixeles a la izquierda, oscureciendo en general la imagen (aunque afecta principalmente a los pixeles oscuros y en menor medida a las zonas de sombra de la imagen).

    Imagen final con el control de negros ajustado

    Al final el control de negros lo he dejado en -46, en este punto unos pocos pixeles son negro puero, anclando la imagen por ese lado.

    Al igual que en control de sombras, si mantenemos pulsada la tecla “alt” ó “opción” mientras ajustamos este control veremos los pixeles que no son negro puro de color blanco y los que se conviertan en negro puro de color negro.

Probablemente por la forma que está descrito cada uno de los controles da la impresión de que para el ajuste de esta imagen fui por cada uno de ellos ajustando hasta el valor que creyese correcto o más me gustase y a partir de ahí ya no tocase nada más. Pero nunca hay que olvidar que esto es un proceso iterativo. Mover uno de los controles puede afectar a un ajuste anterior, por lo que, personalmente, suelo ir ajustándolos todos, pero después poco a poco refino el ajuste hasta conseguir algo que me guste.

Queda la última zona de los controles “Básicos” de revelado de Lightroom, los controles de presencia que incorporan tanto “Claridad”, “Intensidad”, como “Saturación”:

  • Claridad – funciona de la misma forma que funcionaba en el proceso anterior pero con sobredosis de esteroides. Claridad nos ayuda a mejorar el microcontraste de la imagen. En esta ocasión Adobe lo ha potenciado, doblando su efecto, si antes en una imagen aplicábamos un parámetro de 30, ahora conseguiremos el mismo efecto con 15. Es importante tenter cuidado, dado que si exageramos mucho podremos llegar a tener un aspecto HDR que puede ser lo que no estemos buscando.

    Recorte con el control de claridad a 9

    Recorte al 100% con claridad a 0

    Recorte de la imagen con el ajuste de claridad a 23

    Recorte al 100% con claridad a 23 (mi ajuste final para la imagen).

    Recorte con el ajuste de claridad a 100

    Recorte al 100% con claridad a 100. Como podéis ver aquí las montañas están sobreexageradas, tengo que decir que no me disgusta del todo el aspecto, pero prefiero el toque más sutil que le da con el control de clardiad al 23.

    Esta nueva versión de Claridad tiene una tendencia menor a crear halos que con respecto a la versión anterior.

    Imagen después del ajuste de claridad

    Imagen con mi selección de claridad a 23, destaco las montañas y de paso hago el cielo un poco más interesante.

  • Intensidad – Este control no ha cambiado la forma de actuar con la versión anterior del programa. Básicamente nos vuelve a incrementar la saturación de los colores menos saturados de la imagen, con una tendencia a proteger los tonos de piel para no exagerarlos por error.

    Imagen después de ajustar intensidad

    Aquí está el resultado después de ajustar la intensidad a 43, abuso un poco de este control, pero realmente me gusta mucho que los colores destaquen.

  • Saturación – Este control incrementa la saturación de la imagen en global, prácticamente no lo uso nunca, resultando bastante menos efectivo que la combinación de “Intensidad” y los controles específicos de saturación por color del panel “HSL”.

Hasta aquí los cambios introducidos en los controles del panel básico de la nueva versión de Lightroom y que serán iguales a la versión de Adobe Camara RAW que venga con Photoshop CS6. Espero que os valiese de ayuda para ver como cambia cada control y saber como ajustar vuestras imágenes de forma óptima.

El mundo de fabricación de lentes ha sido siempre un compromiso entre calidad y precio, como muchos otros productos. Si quieres una lente técnicamente perfecta vas a tener que sacrificar en el precio, llegando por ejemplo a los miles de euros que puede costar una lente de la serie M de Leica. Y uno de los parámetros que los fabricantes de lente cada vez se preocupan menos en perfeccionar es la aberración cromática de las mismas. Este es un parámetro que actualmente es muy fácil de corregir por software (incluso hay cámaras que lo corrigen en el propio fichero cuando detectan una lenta que está en su base de datos), y si el hecho de no corregir eso hace que el producto sea más atractivo, en cuanto a precio hablando, en el mercado, ¿para qué molestarse?

Atlántico

Atlántico. [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 17-40L. Filtro: Polarizador Heliopan. Exposición: ISO100, f13 y 0,5 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2011.

El proceso de corrección de aberraciones cromáticas se ha vuelto mucho más fácil con el Adobe Lightroom 4. No es que hayan revolucionado nada nuevo, como alguien ya ha comentado por aquí, esto es una característica que lleva presente en programas de la competencia desde hace tiempo. Pero hagamos un poco de memoria, en la anterior versión de Lightroom, para corregir aberraciones cromáticas teníamos este panel

Corrección cromática en Adobe Lightroom 3

Panel de corrección cromática en Adobe Lightroom 3.

Ahora, la cosa ha cambiado drásticamente, solamente tenemos un botón

Panel de Corrección cromática en Adobe Lightroom 4

Panel de corrección cromática en Adobe Lightroom 4.

Al pulsarlo Lightroom automáticamente analiza la imagen, y corrige cualquier aberración cromática que se encuentre, tal y como podéis ver en este ejemplo.

Imagen sin corrección cromática

Recorte al 200% dónde los problemas de corrección cromática aun no han sido corregidos.

Imagen con la corrección cromática corregida

Recorte al 200% dónde los problemas de corrección cromática corregidos con Lightroom 4 simplemente pulsando un botón.

Aún no he tenido tiempo de analizarlo en detalle la eficacia del mismo, ni uso otros programas de la competencia para saber cuan de buenos son los algoritmos de Adobe (las críticas que he leído por internet lo siguen dejando detrás de Capture One), pero desde luego, con las pocas imágenes que he probado, funciona bastante bien.

Es curioso que una de las cosas que personalmente no le he dado mucha preocupación desde que empecé en el mundo de la fotografía es una de las preguntas que más me hace la gente. Básicamente se trata de saber cual es mi flujo de trabajo con respecto a las tarjetas de memoria, es decir, una vez las sacas de la cámara, las llevas al ordenador, descargas las imágenes, ¿Cómo las preparas después para volver a meterlas en la cámara? También es curioso que sea uno de los aspectos dónde más historias rocambolescas he escuchado.

Tarjetas de memoria/memory cards

Como ya había comentado anteriormente, una vez saco la tarjeta de memoria de la cámara para descargar las imágenes, en Lightroom, utilizo la opción de copiar las imágenes. Dejo que el proceso transcurra su curso, y antes de terminar con la tarjeta me aseguro varias veces que todo ha sido copiado correctamente (en este punto no se puede llegar a ser demasiado paranóico).

Como véis copio las imágenes, y no las muevo como también es posible con Lightroom, el motivo principal será que dejaré a la cámara la función de preparar la tarjeta para otra sesión de fotos. Una vez está la tarjeta lista, antes de meterla en la mochila de la cámara, la meto en la propia cámara y a través del menú de la misma la formateo. Y por mucho que escuchéis por ahí, este proceso no acorta la vida de la tarjeta de memoria, ni es más o menos destructivo que borrar las fotos desde el ordenador.

Para mí la ventaja de este flujo de trabajo es asegurarnos que todo está como a la cámara le gusta que esté, sin ficheros ocultos de papeleras y demás que suelen meter los sistemas operativos como OS X ó Windows.

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