El día anterior nos pasamos recurriendo varias localizaciones de posibles zonas de amanecer, pero ninguna nos convencía… al final encontramos una zona de rocas cerca de Praia da Ingrina, en la zona sur de Portugal que podría funcionar… el sol les iba a dar de lleno, si estuviese despejado por donde salía… podía prometer para la mañana siguiente.
Nada más salir de casa de noche, ya supimos que la cosa iba a ser complicada. Los árboles al lado de la casa donde dormíamos nos indicaban que la fuerza del viento parecía considerable, cuando llegamos a la zona, ya con el mar abierto, el viento era bastante fuerte… y lo peor del todo, venía del mar.
Esto hace que la tomar de la foto sea más complicada que lo habitual. El viento arrastra la salitre del mar y lo va depositando en el frontal de tu lente, así que todo es una carrera… una carrera para mantener la lente limpia mientras haces exposiciones no muy largas y confías que cuando dispares, el movimiento del mar sea lo suficientemente “chulo” para que quede una gran foto. Al final el resultado que más me gustó fue el siguiente:
O lado da Praia da Ingrina [Sony A7 II con Canon 17-40f4 L. Foto sacada a ISO100, f11, 1/4 y 1/15 de segundo de tiempo de exposición. HDR montado en Adobe Lightroom. Trípode
y disparador remoto
utilizado]. © David García Pérez 2016.
Tengo que confesar que me costó bastante encontrar el encuadre. La primera zona donde me puse, más cerca del mar, el mar me dio un pequeño toque de atención que era más seguro ponerse más arriba. Después de tener los pies mojados y quedarme quieto mientras la ola golpeaba sobre trípode y piernas, rápidamente me puse más arriba. Ahí estuve corriendo hasta que encontré una equina que más o menos funcionaba para mí.
Como estaba disparando contra el sol y la lente era casi imposible mantenerla limpia, decidí optar por un HDR antes de poner el portafiltros con el gran polarizador de 105mm que atrae más salitre y gotas que otra cosa. Espero que os guste el resultado final.
