Estaba a principios del mes de julio por Val d’Arán y me empezó a caer una tormenta encima. Estaba muy cerca el atardecer y ya daba todo por perdido en cuanto a luces. Decidí acercarme hasta un mirador donde se ve el valle de Artiga de Lin desde una posición alta para ver si bajaban nubes bajas por él y al menos hacía una foto.
Tuve unos minutos de descanso de la lluvía así que alguna foto de nubes bajando por el valle aún conseguí. Volvió empezar a llover, y como nunca doy nada por vencido, me metí en el coche a comerme el bocadillo de mi cena, esperando a que la hora de que el sol bajase por el horizonte pasase.
La luz cada vez empezaba a tener un color más amarillo, y lo que yo pensaba que sería una puesta de sol sosa se empezó a convertir en algo que prometía bastante. Mi principal problema es que estaba fatalmente colocado. Por donde estaban las nubes interesantes solamente tenía unas antenas repetidoras de televisión. Aún así, el color del cielo era tan precioso que aquí empecé hacer algunas fotos. Esta es la que más me gusta.
Eddie [Sony A7r II (Amazon, eBay) con Canon 70-200 f4 IS L (Amazon, eBay). Foto sacada a ISO100, f11, 1,3 segundos de tiempo de exposición.] © David García Pérez 2018.