formatear

Es curioso que una de las cosas que personalmente no le he dado mucha preocupación desde que empecé en el mundo de la fotografía es una de las preguntas que más me hace la gente. Básicamente se trata de saber cual es mi flujo de trabajo con respecto a las tarjetas de memoria, es decir, una vez las sacas de la cámara, las llevas al ordenador, descargas las imágenes, ¿Cómo las preparas después para volver a meterlas en la cámara? También es curioso que sea uno de los aspectos dónde más historias rocambolescas he escuchado.

Tarjetas de memoria/memory cards

Como ya había comentado anteriormente, una vez saco la tarjeta de memoria de la cámara para descargar las imágenes, en Lightroom, utilizo la opción de copiar las imágenes. Dejo que el proceso transcurra su curso, y antes de terminar con la tarjeta me aseguro varias veces que todo ha sido copiado correctamente (en este punto no se puede llegar a ser demasiado paranóico).

Como véis copio las imágenes, y no las muevo como también es posible con Lightroom, el motivo principal será que dejaré a la cámara la función de preparar la tarjeta para otra sesión de fotos. Una vez está la tarjeta lista, antes de meterla en la mochila de la cámara, la meto en la propia cámara y a través del menú de la misma la formateo. Y por mucho que escuchéis por ahí, este proceso no acorta la vida de la tarjeta de memoria, ni es más o menos destructivo que borrar las fotos desde el ordenador.

Para mí la ventaja de este flujo de trabajo es asegurarnos que todo está como a la cámara le gusta que esté, sin ficheros ocultos de papeleras y demás que suelen meter los sistemas operativos como OS X ó Windows.

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