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En este blog rara es la vez que publico algo sobre noticias de cámaras que salen en el mercado. Ha sido siempre una decisión personal, este blog solamente lo escribo yo, y ir publicando todas las noticias de cámaras y lentes que salen al mercado es una tarea demasiado ardua para una sola persona. De todas formas, con todas las noticias nuevas que están saliendo ahora mismo con el Photokina -la principal feria de la industria fotográfica que se celebra cada dos años en Alemania- tuve un pequeño pensamiento. Estamos viendo un mercado a dos velocidades, por un lado tenemos el mercado réflex profesionales y por otro lado tenemos el mercado mirrorless y el pro-entusiasta (que incluye réflex y mirrorless de gama alta).

Anochecer en Elgol

Anochece en Elgol [Sony A7 II con Canon EF 17-40 F4L. Foto sacada a ISO100, f13 y 1/4 de segundo de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2016.

Si nos vamos al mercado réflex profesional, tenemos un mercado dominado por Canon -sigue siendo el mayor fabricante de cámaras por mucho que le pese alguno- seguido de Nikon y con otros que han intentando hacerse un hueco, cómo Sony ó Pentax (en el mercado réflex), sin quitar mucho el sueño a los dos primeros. Esto se puede ver claramente en los ciclos de desarrollo. Entre la Canon 5D Mark III y la Canon 5D Mark IV han pasado 4 años, los mismos que han pasado entre la Sony A99 y su substituta, la A99 II (curiosamente todo el mundo pensaba que Sony había matado si línea de cámaras alpha, cuando ellos decían que seguían vivas y tienen más o menos el mismo ciclo de vida que el de su principal rival). Tal vez la excepción es Nikon, que si nos olvidamos de su gama más que alta, cómo la D5, en la categoría nivel Nikon D810 vemos que van actualizando las cámaras a mayor velocidad.

Por otro lado tenemos el mercado emergente de las mirrorless, que desde unos inicios intentando atraer al mercado consumista, han dado el asalto al mercado semipro o, ¿por qué no?, al profesional. Aquí es donde estamos viendo que las cámaras de gama alta tienen un ciclo de vida mucho menor, habitualmente de dos años entre modelo y modelo. Dos motivos claros, por un lado la competencia es mucho mayor y necesitan convencer al comprador que su marca es la mejor opción con cada modelo trayendo año tras año innovaciones y mejoras cada vez más interesantes. Por otro lado necesitan mandar un claro mensaje a la gente que compra sus equipos, la marca está comprometida con la continuidad de sus cámaras y lentes, y el usuario de la misma siempre tendrá opciones en la que gastar su dinero, en busca de esa “mejor calidad de imagen”.

Esto ha quedado claramente demostrado en el Photokina de esta año con dos anuncios que realmente no fueron anuncios. Por un lado tenemos el pre anuncio de la Panasonic GH5, sucesora de la cámara más exitosa de Panasonic (probablemente), la Panasonic GH4. Y por otro lado tenemos la sucesora de la Olympus OM-D E-M1, la OM-D E-M1 II. Y digo que son pre-anuncios porque simplemente han anunciado que la están desarrollando con algunas de sus características, pero no han dado ninguna fecha de salida al mercado. Suena a mensaje del estilo: “mirar, no os penséis en marcharos a otras marcas que nosotros seguimos por aquí y lanzaremos productos que os arrepentiréis si cambiáis de barco”. No vaya a ser que la gente empiece a mirar a tierras de Sony ó Fuji. Recuerda un poquillo al comienzo de la era digital, donde algunos fabricantes anunciaban productos con mucho antelación, lo cual también dio lugar a algún fiasco.

Antes de cerrar, vamos a centrarnos en lo que para mí fue el anuncio estrella, la Fuji GFX 50S. La entrada de Fuji en el mercado de medio formato digital por la puerta grande. No porque piense que me pueda comprar una. Están fuera de mi rango de precio. Sino, en caso de que tenga éxito, puede que empuje los precios del mercado de full-frame hacia abajo.

Antes de empezar con este artículo quiero dejar claro que esto no es un análisis de la cámara. Ni por asombro podría ser esto una análisis. Si lo que andáis buscando es una página que os muestre todas las posibles fotos a diferentes ISOs, aperturas… y os comenté hasta la más mínima opción del menú, habéis llegado a mal sitio, no lo hago, ya hay páginas de sobra por ahí que hacen esas cosas. Estas son mis primeras impresiones con la cámara, y son unas escasas primeras impresiones, dado que solamente he podido disfrutar de la cámara durante un fin de semana. Hace ya más de una semana que la cámara fue devuelta a sus dueños y yo, triste, sin juguete.

Graffiti en la puerta

Graffiti en la puerta [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f6,5, 1/60s de tiempo de exposición y ISO 1250]. © David García Pérez 2015.

Y realmente mucho de lo que voy a contar aquí creo que se podría aplicar si cogiese otra cámara actual mirrorless… yo todavía sigo usando para mis fotos la veterana Canon 5D Mark II, que si la memoria no me falla, salió al mercado a finales del 2008. La tecnología ha avanzado y nos facilita la vida a la hora de hacer fotos.

Rebaixes

Rebaixes [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f8, 1/80s de tiempo de exposición y ISO 500]. © David García Pérez 2015.

El viernes por la tarde cogí la cámara, usando esta promoción de Olympus Test & Wow, donde te dejan durante 3 días la cámara para que juegues con ella. Te la prestan con uno de los nuevos objetivos pata negra de Olympus, el 12–40 f2,8, y el grip HLD–7. Llego a casa para comprobar que todo está bien y jugar un poco con la cámara antes de irme a cenar con un amigo que andaba de visita por Barcelona, mi gozo en un pozo, la batería estaba pelada… resignado pongo la batería a cargar y la empiezo a estudiar físicamente.

Zapatos y colores

Zapatos y colores [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f8, 1/25s de tiempo de exposición y ISO 1600]. © David García Pérez 2015.

La construcción de la cámara me gustó desde el principio. A pesar de ser pequeña, la empuñadura se adapta de forma perfecta a mi mano y los botones se alcanzan fácilmente con los dedos. Lo mismo se puede decir de la lente, tanto la rosca de zoom como la de enfoque son una delicia de usar. Eso sí, después de volver de cenar, y con la batería ya cargada, media hora perdí hasta que me di cuanta que el anillo de enfoque de la lente es también un “botón”, moviéndolo hacia el borde exterior de la lente, esta se pone en autoenfoque, moviéndolo hacia el interior de la lente, esta se pone en enfoque manual (me prestaron la cámara sin manuales, y no se me ocurrió mirar eso en el manual de lente, solamente miré el manual de la cámara on-line). Mientras la probaba en ese momento, tenía una pequeña duda si el botón de bloqueo de la exposición estaba muy para a dentro para mi gusto, pero a decir la verdad, durante el uso de estos dos días no me molestó para nada. Si no he contado mal en los menús, la cámara te deja tener unos 7 u 8 botones configurables, con dos de ellos que pueden cambiar su función según la posición que tengamos una palanquita al lado del botón de bloqueo de la exposición u enfoque. Realmente con dos días no te da tiempo a decidirte por una configuración para el día al día de la cámara. Para ello necesitaría más tiempo.

Reino de Aragón

Reino de Aragón [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f5, 1/25s de tiempo de exposición y ISO 1600]. © David García Pérez 2015.

El sábado me dediqué a utilizarla como utilizo mi cámara de forma habitual, es decir, sobre un trípode y haciendo fotografía de paisaje. La mayor ventaja que le vi en ese escenario era el focus peaking.

El domingo llegaría la prueba de fuego, para la cámara y en parte para mí. Ya hace algún tiempo que me planteo, si tuviese un equipo más ligero tal vez podría llevarlo constantemente conmigo para hacer fotos, o tal vez sea que he empezado el libro de Jay Maisel y no paro de pensar en todas las oportunidades fotográficas que estoy perdiendo por no tener siempre una cámara conmigo. El domingo me levanté, pillé la batería recién cargada de la cámara, tarjeta de memoria con más que espacio de sobras dentro de ella, y para la calle. El plan era sencillamente pasear todo el día por Barcelona mientras probaba la cámara.

Reflejos

Reflejos [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/80s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

¡Oh dios mío! ¿Por qué siguen fabricando cámaras con visor óptico y espejo? El visor electrónico ha venido para quedarse, después de estos dos días estoy más que convencido de ello. En ningún momento observé en él nada de lo que siempre se dice de los visores electrónicos, que si retardo, que si refresco malo, etc… lo que observé es la herramienta más útil jamás hecha para los que hacen fotografía sin trípode.

El Born

El Born [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/10s de tiempo de exposición y ISO 1600]. © David García Pérez 2015.

No sé tamaño, pero desde luego el visor me pareció igual de grande que la de mi 5D Mark II, pero con muchas más ventajas, toda la información estaba ahí disponible, cualquier cosa que podemos ver en el liveview la podemos ver en el visor electrónico. Para mí las dos más importantes eran los indicadores de nivel electrónicos (¿cómo puedo ahora seguir viviendo sin estos y devuelta al nivel de burbujitas?) y el histograma.

El Born Centre Cultural

El Born Centre Cultural [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/500s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Bueno, el histograma cuando conseguí encontrar la opción de que lo que me mostrase tanto liveview como el visor electrónico fuese la exposición simulada, sino el histograma que muestra en vivo no vale para mucho, o yo al menos no entiendo para que vale. Me costó un pelín encontrarlo, más que nada por la diferencia de nomenclatura entre fabricantes (Canon lo llama “simulación de exposición” mientras que Olympus lo denomina “extender LiveView”). Pero una vez hecho, desde el visor electrónico y antes de pulsar el botón de disparo ya quedaba claro si la imagen iba a quedar quemada o no.

Ruinas en el Born Centre Cultural

Ruinas en el Born Centre Cultural [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/80s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Y para ir cerrando el tema del visor electrónico, un buen rato tardé en darme cuenta de que una vez hecha la foto, si lo tienes así configurado, te la muestra durante un segundo (depende de configuración ahí). Si además, le activas mostrar el histograma, verás durante un segundo ahí si todos los ajustes han dado el resultado buscado, sin necesidad de separar la cámara de nuestra cara para ver en la pantalla el histograma de la imagen. Parece mentira de que manera mecánica está programada esta acción en mi cerebro, a pesar de saber que iba obtener esta información a través del visor, la mitad de las veces siempre separaba la cámara de mi cara para ver la imagen en la pantalla.

Metal en el Born Centre Cultural

Metal en el Born Centre Cultural [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/400s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Y hablando de pantalla, esta es articulada (sí, ya advertí al principio que parecería un pelín anticuado en cuanto a características de cámaras digitales modernas, es decir, de hace unos 3 años en adelante). Resultó útil durante el paseo para hacer fotos a detalles sin tener yo que tomar con mi cuerpo posiciones complicadas. No me imagino con eso como cambiaría mi vida cuando hago macros.

Paseo invernal por la playa

Paseo invernal por la playa [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/640s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

250 fotos más tarde, y casi a punto de llegar al momento álgido de la puesta de sol, la batería dijo adiós. Se había terminado la carga y mi sesión de fotos. En estas cámaras sin espejo al tirar todo el rato de visor electrónico o liveview las baterías duran bastante menos, ahí los visores ópticos tienen ventaja, básicamente casi no consumen batería. De todas formas, personalmente hablando, la duración de la batería me pareció adecuada, más o menos lo que saco yo a mi veterana 5D Mark II que prácticamente uso casi todo el rato con LiveView.

Escalando en la playa

Escalando en la playa [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/250s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Ya en casa tocó procesar poco a poco los ficheros RAW. Lightroom los abrió sin problemas y volví a experimentar lo que es tener un sensor que no es como 2 generaciones más antiguo que los actúales. Las sombras se abrían con una facilidad y sin perdida de calidad envidiable (el sensor concreto de la EM–1 lo fabrica Panasonic, supongo que solamente son los sensores Canon los que tienen problemas haciendo esto).

Navegando

Navegando [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/250s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

El renderizado del color fue otra característica de los ficheros que me gustó mucho. El sensor también es capaz de capturar bastante detalle, tal vez gracias a la magnífica lente. Aún me queda imprimir alguna de las imágenes para ver lo lejos que puedo llegar con un fichero de 16 megapíxeles, aunque no espero grandes problemas para imprimir con ellos hasta tamaño A2.

En la rampa

En la rampa [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/250s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Por cierto, todas las fotos que véis aquí han sido sacadas en prioridad de apertura. Yo escogía la apertura y compensaba la exposición según viese si algo se quemaba o no a través del visor electrónico. El ISO lo ajustaba la cámara automáticamente entre 200 y 1600 para conseguir la foto. Cómo véis, en la foto de las calles de El Born, con el sistema de estabilización de imagen, la cámara hasta se permite dejarme disparar a 1/10 sin inmutarse, estando toda la foto nítida vista al 100% (menos la gente andando, que sale movida, pero ese ya era un efecto buscado).

Torres Maphre

Torres Maphre [Olympus OM-D EM–1 con Olympus 12–40 f2,8 a f7,1, 1/640s de tiempo de exposición y ISO 200]. © David García Pérez 2015.

Y hasta aquí llegan mis impresiones, como veis he tocado pocos temas, pero en dos días poco tiempo me da para familiarizarme con una cámara. A parte, con lo rarito que soy yo haciendo fotos, con todo en manual sobre trípode en el 95% de las ocasiones, no soy la persona ideal para indicar si el autoenfoque va rápido o no (me pareció rápido, pero no hago fotografía de acción, donde los fotógrafos/as que la hagan notarán más esto que yo… a lo mejor para ellos es lento). ¿Me la compraría? Para el tipo de fotografía de paisaje que yo hago no es lo más ideal, buscaría algo con más resolución (y sí, imprimo de vez en cuando más grande que A2, 16 megapixeles se quedan corto para eso). Sigo interesado en un equipo de fotografía ligero para llevar conmigo para cuando no voy hacer fotografía de paisaje de forma específica, y esta cámara se muestro ideal para eso. ¿El problema? No soy rico, y mantener dos sistemas de lentes no es algo que me pueda permitir a corto plazo. ¿El otro problema? Ahora que lo he probado, la idea irá creciendo ahí en mi cerebro, tal vez no fuese buena idea por mi parte. Y ya no hablemos cada vez que leo algo sobre la OM-D E-M5 Mark II… me está resultando una cámara demasiado atractiva…

A finales del año pasado escribía un pequeño artículo de reflexión sobre “el declive del mercado fotográfico” y posibles factores que estaban llevando a ello. La verdad es que no me había vuelto a pensar mucho sobre el tema hasta que la semana pasada me encontré con este artículo en Luminous Landscape: “La revolución de las mirrorless. Donde entendemos por mirrorless o “sin espejo” aquellas cámaras que no tienen un espejo réflex, como la Olympus OM-D o la Fuji X-T1.

La verdad es que tan rotunda afirmación como “revolución” me sorprendió un poco, probablemente usada por los autores de la entrada para crear un poco de controversia. Mirando un poco de donde venían los datos llego hasta el foro: Mirrorless Rumors. Donde indican claramente que dicha revolución es un crecimiento moderado, que no está mal teniendo en cuenta como está el panorama, tal como enseño más adelante.

A primera vista, la gráfica mostrada en Mirrorless Rumors no me dejaba ver claramente como estaban las cosas, así que me fui a la fuente de los datos, la Cipa. La Cipa es la Camera & Imaging Products Association y engloba a fabricantes como: Canon, Fuji, Nikon, Olympus, Panasonic, Sony, Sigma, Tamron, Ricoch, Carl Zeiss, Namiya, Casio, entre otros. Aunque hay algún que otro socio no japonés como Adobe y Microsoft, principalmente está compuesta por productores de origen japonés.

Lo que es más interesante de la Cipa es llevan haciendo público un informe mensual de ventas de cámaras digitales desde el año 1999 que engloba la producción de todos sus socios (ya sea en fábricas presentes en Japón o en otras partes del mundo). Un detalle importante a destacar aquí, a excepción de las cámaras fabricadas por Pentax (propiedad de Ricoch) o Namiya, estos informes no reflejan para nada el mercado de las cámaras de medio formato como las fabricadas por Phase One o Hasselblad. Tampoco incluye datos del fabricante alemán Leica. De todas formas, creo que siguen dando información significativa de como están las cosas (sobretodo si tenemos en cuenta que los volúmenes que mueven dichos fabricantes no son significativos con respecto a los que engloba Cipa).

Empecemos mirando la situación del mercado con el estado de venta de las cámaras “no profesionales” o sin lente intercambiable. Esta es una categoría que engloba muchos tipos de cámaras, desde las compactas de 100 euros hasta la Sony RX1 que cuesta más de 2000€, la única condición que tienen que cumplir es que no se pueda cambiar la lente. Obviamente la gran mayoría de unidades vendidas serán las compactas.

Antes de empezar a enseñar gráficas indicar que estas indican cifras de unidades enviadas a vendedores por parte de los fabricantes. No son ventas para ese mes, puede que el fabricante enviase este mes una cámara a un vendedor, pero esta no se vendiese hasta varios meses después (si es que se vende, no tengo muy claro si los datos reflejan este hecho de alguna forma).

Número de envío de cámaras con lentes no intercambiables

Antes de analizar un pelín más detenidamente los datos, comentar que en todas las gráficas he marcado con una barra vertical donde empieza y termina cada año. Aunque hay datos desde el año 1999, simplemente me he molestado en dibujar desde el 2006, disculpen la vagancia por mi parte. El motivo de marcar cada año es para que quede un pelín más claro a simple vista como los fabricantes aumentan el número de envíos globalmente antes del periodo de navidades (los picos que se observan de Septiembre a Noviembre todos los años). Parece que esto conlleva un proceso de inercia, con lo que los meses de enero y febrero se envían muchísimas menos cámaras, probablemente por falta de pedidos de los distribuidores mientras intentan librarse del exceso de stock no vendido (esto es una teoría mía, muy libre de ser criticada y reinterpretada).

Aunque el gráfico muestra una clara disminución de ventas en las denominadas cámaras “compactas”, la verdad es que a simple vista no queda tan claro como de significativo es ese descenso. Ya que tenía todos los datos en una hoja de cálculo podía jugar un poco con ellos. Calculé cuanto descendía o ascendía en porcentaje el número de envíos de cámaras “compactas” con respecto al mismo mes del año anterior. Los resultados se muestran en la siguiente gráfica:

Crecimiento/decrecimiento de ventas de un mes con respecto al mismo mes del año pasado para cámaras sin lente intercambiable

Se observa claramente que durante el 2007 las ventas de cámaras aumentaban mes a mes con respecto al 2006. La tendencia parecía que continuaba durante el 2008 hasta finales del mismo. Durante el 2008 al finales del 2009 parece que hay una gran disminución en las ventas de cámaras “compactas”, probablemente debido a la crisis mundial que comenzaba sobre esas fechas. La situación parecía que volvía a la normalidad durante el 2010, recuperándose el nivel de crecimientos de envíos, pero a finales de este año hasta junio 2014, y salvo contadas excepciones, el número de envíos por parte de los fabricantes de cámaras al distribuidor, ha disminuido año tras año a pasos agigantados. El motivo es el teléfono móvil, el que ahora mismo se está convirtiendo en una cámara más que suficiente para las personas que tomaban fotos casualmente con cámaras “compactas”. Si necesitáis una prueba de ello, ir a cualquier punto turístico que tengáis más cercano y observar con que sacan las fotos la mayoría de la gente.

Pero vayamos al rango de cámaras que más nos interesan, aquellas que ofrecen la posibilidad de cambiar la lente que usamos con ellas. En estos primeros gráficos que voy a mostrar a continuación hablo por igual de cámaras réflex/SLR (Single Lens Reflex) como las “sin espejo/mirrorless.” Igual que antes, la primera gráfica muestra la cifra de envíos mensuales por parte de los fabricantes a los distintos distribuidores en el planeta:

Números de envío para cámaras con lente intercambiable

Si observamos la gráfica, se observa un claro crecimiento del número de envíos de cámaras con ópticas intercambiables hasta el año 2012. Pero pare tener una visión más clara de la situación, de nuevo, un gráfico que nos muestra el crecimiento o decrecimiento en porcentaje con respecto al mismo mes del año anterior:

Crecimiento/decrecimiento para cámaras con lente intercambable

En este gráfico se observa primero que el año 2009, donde bajaron las ventas de las cámaras a nivel mundial por la crisis (de nuevo, mi interpretación personal), las cámaras con lentes intercambiables parecen que no les afecto mucho, exceptuando unos meses, el número de ventas se mantuvo con respecto al 2008. Pero las cosas se vuelven más “interesantes” de interpretar en el año 2013. A partir del mes de enero hay una bajada sistemática de las ventas mes a mes con respecto al mismo mes del año pasado. Bajada que parece que se sigue manteniendo durante este año 2014. Los motivos son difíciles de interpretar, parece a priori que los teléfonos móviles no deberían afectar tanto a este mercado, aunque en algunas situaciones tengo mis dudas (conozco gente que compraba cámaras réflex por que les era más fácil sacar fotos a sus hijos que con una compacta, hoy simplemente recurre a su móvil que obtiene los mismos resultados).

¿Pero está afectando esto a todos los tipos de cámaras de lentes intercambiables por igual? Desde el año 2012, la Cipa hace públicos los datos por separado de las cámaras réflex con respecto a las denominadas mirrorless (antes diferenciaba entre cámaras con más o menos de 10 Mpx, supongo que dejó de tener sentido fijarse en eso desde hace tiempo). Las dos siguientes gráficas muestran los envíos de cada uno de esos tipos de cámaras mes a mes desde enero del 2012 hasta junio de este año (lo máximo que había publicado en la web de Cipa cuando escribí este artículo).

Número de envíos de cámaras réflex
Número de envíos de cámaras mirrorless

No sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero las gráficas de nuevo se hacen algo complicadas de leer así a simple vista. Igual que antes, la siguiente gráfica muestra el porcentaje de crecimiento o decrecimiento con respecto al mismo mes del año anterior para cada uno de los tipos de cámara de lentes intercambiables (Réfles/SLR o sin espejo/mirrorless):

Crecmiento de ventas de cámaras réflex y mirrorless

Aquí vemos que la tendencia empieza a divergir entre unas y otras. Mientras las ventas de cámaras réflex a caído de manera sistemática (exceptuando diciembre de 2013) desde enero del 2013, parece que las mirrorless, en lo que llevamos de la mitad de año, han ido poco a poco levantando cabeza.

¿Significa esto que comienza la revolución de las mirrorless como indican en el artículo de Luminous Landscape? La verdad es que este tipo de cámaras llevan insinuándose como el futuro de la fotografía desde hace años pero siempre se quedaron en eso, futura promesa. Puede que este año 2014 sea en el que cambien las cosas. El número de envíos de este tipo de cámaras aun está lejos de repetir sus cifras estrella de finales del 2012, pero al menos van en esa dirección no como sus hermanas “mayores”.

En mi opinión personal, no me sorprende este tipo de tendencia, creo que las ventas de las cámaras mirrorless no viene solamente de gente nueva entrando en la fotografía, sino también, de gente que antes disparaba réflex que ve atractivo en los “pequeños” tamaños de esta oferta. Si nos fijamos en lo que han sacado últimamente todos los fabricantes en los últimos meses (Photokina empieza ya, así que a lo mejor me como mis propias palabras), realmente los productos que me han mostrado interés pertenecen todos al rango de Mirrorless. Sony ha demostrado con su a7R que una full-frame no tiene por qué ser grande, es más, con adaptadores puede que se convierta en mi sustituta de mi veterana 5D Mark II (si no fuese por qué Sony te da muchas de cal y siempre una arenilla que molesta un montón). Olympos parece que ha encontrado el camino con su gama OM-D. Panasonic ha pillado a todos los fabricantes de cámara de vídeo con el pie cambiado con su GH4. Y por supuesto, Fuji, con su gama de cámaras X ha demostrado a muchos como se debe crear un mercado, cámaras de gran calidad con una gran selección de ópticas cada cual mejor y intentando abarcar todas las necesidades posibles, con una serie de anuncios que te deja de forma clara cuando llegará cada óptica nueva al mercado para que te vayas preparando y, casi lo más importante, con una continuada actualización del software de sus equipos para que no se queden obsoletos, incluso de aquellos que ya no venden y de los cuales no sacan dinero. Todo eso sin olvidarnos que los visores electrónicos que tienen estas cámaras ya no tienen casi nada que envidiar a los visores ópticos, tal vez si exceptuamos los visores de las full frame de gama alta de Canon o Nikon, pero claro, esas ya cuestan como 4 veces más.

Sobre marcas…

Cuando estuve pensando qué contar en la entrevista que me hicieron para Fine Art Photography Weekly, en especial en lo que respecta a consejos para gente que empieza en fotografía (la idea de entrevistarme, que soy un don nadie en el mundo de la fotografía, era para dar una perspectiva de alguien que comienza), era comentar la tontería que tiene mucha gente en obsesionarse con las marcas. Pero los nervios siempre traicionan a uno y se me pasó por alto.

Entiendo la situación perfectamente por qué yo también cometí el mismo error. Te has gastado una cantidad no despreciable de dinero en material fotográfica, ya sea comprando tú primera reflex digital, o a partir de esa compra, gastando más dinero en lentes, otro cuerpo, y una infinita sucesión de accesorios que se pueden gastar. Claro, después de gastar todo ese dinero, obviamente uno tiende a pensar que ha tomado la decisión correcta, y la marca que ha escogido es la mejor y jura por ella.

Realmente no considero las marcas importantes, no pienso que Nikon sea mejor que Canon o al revés (sin despreciar a otras marcas, simplemente por ilustrar el ejemplo clásico). Considero que hay valores objetivos que te pueden decantar por una marca u otra. Ahora mismo dicen que el sistema de autoenfoque de las Nikon es mejor que el de Canon, si ese es un parámetro importante para ti, tal vez deberías comprar esa marca. Mucha otra gente prefiere una 5D Mark II por su sensor full frame de 21 megapixeles, ideal para impresiones grandes, a un precio inferior a 2000 euros. A mí personalmente una cámara que me permita enfocar manualmente a través de LiveView y que me muestre el histograma para ajustar exposición ya soy feliz (el 90% de mis fotos es a ISO100 y las enfoco a mano).

Tengo una cámara Canon ya entradita en años, ¿Me cambiaré a otra marca? No. Pero no por qué sea fiel a Canon, a mí Canon no me ha regalado nada, me han ofrecido un producto y yo pagué el precio que me ofrecían por él, no les debo nada y ellos no me deben nada a mí (sí, ya se me terminó la garantía, sniff, sniff,…). Entonces, ¿por qué no considero el cambio?, pues por que tengo una buena colección de lentes para Canon que aun no he rentabilizado, es una inversión que me tiene que durar unos cuantos años más. Además, estoy muy interesado en su lente 24 mm TSE Mark II, una lente que se presta muy bien para la fotografía de paisaje que yo persigo.

Si pudiese económicamente, me plantearía irme a cámaras de medio formato, probablemente a una cámara fabricada por Alpa con un un respaldo digital de Phase One (su nueva serie IQ con algo parecido a LiveView parece de lo más interesante, la limitación de tiempo máximo de exposición de 1 minuto ya no me lo parece tanto). Ambos productos vuelven de nuevo a ser ideales para fotografía de paisaje. Precisamente son lo menos óptimo para fotografiar por ejemplo modelos, o fotografía callejera, social, etc… Pero de nuevo, el 90% de mi fotografía es fotografía de paisaje. ¿Por qué no lo hago? por qué el sistema completo vale más de lo que gano en un año, no tengo ni coche ni casa, como para comprarme eso.

Me he comprado una cámara pequeña para llevar conmigo a todas partas, ¿marca?, Panasonic Lumix GF1. ¿Por qué esta en concreto? Pues por qué me venía con esta lente: H-H20, por qué había leído muchas comparativas sobre lo buenos que eran sus controles manuales, por que me permitía enfocar con LiveView, y por qué el conjunto me iba a forzar hacer una fotografía con la cual no me siento cómodo, de personas (bueno, no me fuerza, puedo fotografiar paisajes con ella, pero la compré pensando en probar fotografía callejera en Barcelona, sin tener que cargar con todo mi equipo, que pesa lo suyo).

Como siempre, mientras escribo me voy por las ramas. En conclusión, compra la herramienta (sí, no son más que herramientas) que mejor se adapte a tus necesidades. Sí estás empezando en la fotografía, pues no te preocupes mucho por la marca, cualquiera de ellas te va a servir perfectamente para empezar a aprender. Con un kit básico ya tienes mucho donde jugar, que esto todo se aprende disparando, mirando el resultado, aprendiendo de él, y volviendo a disparar; Además, en el mundo digital ese proceso es mucho más rápido que hace unos años con la fotografía analógica. Por qué al final, por muy buena que sea tu cámara, ella solita no va hacer ninguna fotografía, esas, ya sean buenas o malas, las hace la persona que está detrás de la cámara.

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