Antes de marcharnos de Torres del Paine nuestro amigo Alejandro Blanco nos tenía preparada una pequeña excursión. Nos íbamos de visita al Glaciar Grey. Visita que debía incluir una pequeña ruta en barco hasta el mismo y una pequeña caminata por encima de él. Esto último al final no fue posible. Y menos mal que ni siquiera se nos ocurrió intentarlo, a pesar de las ganas que teníamos.

Día lluvioso en el Grey

Día lluvioso en el Grey. © David García Pérez 2013.

Después de fotografiar el amanecer en los Cuernos del Paine pillamos la camioneta rápidamente y nos dirigimos hasta el Lago Grey donde deberíamos pillar un barco que nos llevaría hasta el glaciar. Alrededor del lago se encuentra una de las zonas que sobrevivió al incendio del 2012 y está muy vigilada y protegida. La única forma de llegar hasta el campamento desde dónde se pueden empezar las rutas a pie sobre el glaciar es en barco.

La cosa no pintaba especialmente bien, el tiempo amenazaba con lluvia y Torres del Paine parecía querer recordarnos, en nuestro último día ahí, que es una zona de fuertes vientos. Nunca pensé que navegar por un lago sería como atravesar unos rápidos.

Preguntamos sí la excursión se iba a realizar o no y, como en aquel momento la lluvia todavía no había empezado a caer, nos dijeron que lo mejor era subir al barco y llegados al campamento ya veríamos lo que hacíamos.

Hielo y roca

Hielo y roca. © David García Pérez 2013.

Así que allí nos fuimos, caminamos hasta el embarcadero, nos dieron los oportunos chalecos salvavidas y para la lancha que nos debería llevar hasta el barco, que estaba más a dentro del lago, en una zona de mayor calado.

En el barco ya nos informan de que tardaremos un cacho en llegar hasta el glaciar, y dado que una vez el barco se encara hacia el centro del lago para empezar a navegar hacia el Glaciar Grey, la fuerza del viento se notaba muchísimo más. Por ese motivo la guía del viaje nos informó que no debíamos subir a cubierta hasta que llegásemos.

Mientras estábamos abajo, la guía del viaje nos empezó a comentar detalles históricos del glaciar mientras las olas golpeaban duramente la ventana que tenía detrás de ella. El Grey forma parte de lo que se conoce como Campos de Hielo Sur, y tiene una anchura de 6 km y una altura de unos 30 metros. El glaciar se encuentra actualmente en retroceso.

Hielo azul.

Hielo Azul. © David García Pérez 2013.

Al desplazarse, esta enorme masa de hielo va puliendo la piedra que tiene por debajo, haciendo que partículas de piedra gris se añaden al hielo. Al fundirse esta agua en lago crean este color grisáceo que le dio su nombre (grey es gris en inglés). El nombre le fue dado por Lady Florence Dixie en su libro Across Patagonia (la guía lo recomendaría diciendo que la autora era muy poética en sus descripciones, realmente me he leído como el 30% del libro y me cansó un poco los comentarios de las clases altas inglesas del siglo XIX creyéndose superiores tanto a esclavos como sirvientes).

Durante esta travesía ya nos confirmaron que la ruta no iba a ser posible. La gente que la organizaba decidió que, con las condiciones temporales actúales, sería muy arriesgado intentar hacer una caminata sobre el hielo. Tendríamos que continuar con el resto del pasaje viendo el glaciar desde la cubierta del barco.

Mientras aceptábamos que no podríamos caminar por el glaciar la guía nos contó la historia de por qué el que toma calafate siempre regresará a Patagonia tarde o temprano. Nosotros, como nos estaba encantando el viaje decidimos tomar más calafate posible. Y fuese en forma de licor o cerveza.

Hielo y colina.

Hielo y colina. © David García Pérez 2013.

Una vez llegados hasta las dos lenguas del glaciar nos dejaron subir a cubierta donde continuamos haciendo fotos, mientras nos daban un pequeño chupito enfriado con hielo del propio glaciar. La fuerza del viento hacía hacer fotos fuese todo un reto. Hacías una foto, protegías tu cámara con tu cuerpo mientras secabas todo el agua que arrastraba el viento contra la lente, y volvías a repetir la operación para la siguiente foto.

Después de un rato, de vuelta a dentro del barco, hasta que regresamos al punto de partida, el hambre ya apretaba y había que buscar donde comer.

  • alicia lazaroni 12 - septiembre - 2015,

    Mucas veces los guías de turismo cuentan cosas irreales para hacer más interesante la visita. Siento desilusionarlos pero Florence Dixie no llegó a conocer el glaciar Grey y mucho menos le puso ese nombre. Ella ingresó por el sector de Laguna Azul, ni siquiera conoció los Cuernos, solo vio las Torres del Paine,a las que llamó Agujas de Cleopatra por su similitud con unos obeliscos que Egipto regaló a Inglaterra y Estados Unidos. Todo el camino de ida y regreso desde Punta Arenas hasta la laguna lo realizó por sectores que están fuera de la actual jurisdicción del parque. En estos tiempos se está echando mano de la figura de Dixie para la promoción de Torres del Paine, pero nunca había leído este dato. Es más, por razones de investigación, leí su libro diez veces y jamás dice lo del glaciar Grey. Hay que hacer un gran esfuerzo por leer Across Patagonia, justamente por los comentarios que ella hace, tan políticamente incorrectos. Pasado ese momento se podrá disfrutar de las aventuras de una mujer realmente fuera de serie.

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    • davidgp 13 - septiembre - 2015,

      Hola Alicia,

      Gracias por tus comentarios aclaratorios. Y sí, llegué al momento en que comenzó la expedición, después de su periplo por Brasil (creo) al principio del libro. Ahí paré de leerlo.

      Saludos,

      David

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