frailecillos

Durante nuestro periplo por el sur de Islandia hicimos una parada obligatoria en la ciudad de Vík y Mýrdal. Este pequeño pueblo de 291 habitantes se encuentra a 180 km de Reykjavík en la costa sur de la isla. A pesar de su pequeño tamaño es el asentamiento humano más grande a 70 kilómetros a la redonda.

Viento, mar y arena

Viento, mar y arena [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a ISO100, f11 y 1/4 segundo de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

El atractivo turístico más importante de Vík y Mýrdal es su playa de arena de basalto negro. Esta fina arena negra es el resultado del océano atlántico a lo largo de los años destruyendo lo que se cree que eran una gran formación de acantilados de columnas de basalto. Hay que tener en cuenta que entre la Antártida (sí, me estoy refiriendo al polo sur) y esta playa solamente hay mar.

Probablemente su segundo atractivo turístico sea su pintoresca iglesia (¿Cuál no en Islandia?) que no visitamos al ver unas excavadoras a su alrededor. Este iglesia tiene una interesante historia detrás, pero tengo que irme un poco por las ramas para contarla (yo siempre me voy por las ramas…). Al lado de Vík í Mýrdal se encuentra el glaciar Mýrdalsjökull, que justamente está encima del volcán Katla. La última erupción registrada de esta volcán fue en el año 1918, por este motivo se cree que este volcán, activo, pueda sufrir una erupción dentro de poco. Esto provocaría el rápido deshielo del glaciar que está encima de él, pudiendo provocar una riada de agua que arrase el pueblo. Se cree que en esa circunstancia el único edificio seguro sería la iglesia, que ya sobrevivió a la anterior erupción. De forma periódica, todos los habitantes del pueblo participan en simulacros de evacuación a la iglesia.

Puesta de sol en Dyrhólaey

Puesta de sol en Dyrhólaey [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a ISO100, f11 y 1/4 segundo de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

Llegamos a Vík y Mýrdal justo después de comer. Teníamos planeado hacer al día siguiente el amanecer en la playa del pueblo, así que fue lo primero que fuimos a inspeccionar. Paseando por la playa poco a poco nos fuimos acercando a los acantilados para encontrarnos con la primera sorpresa que no esperábamos ver, frailecillos. En todas las guías que habíamos visto decían que a finales de Julio los frailecillos abandonan Islandia, pero parece que no es tan raro verlos hasta en Septiembre. Intentamos hacerles unas fotos desde ahí, pero estaban bastante altos en el acantilado y para mi 70–200m se hacía imposible.

Puesta de sol en Dyrhólaey

Puesta de sol en Dyrhólaey [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a ISO100, f11 y 0,3 segundo de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

Contentos de al menos haber visto el pajarillo por primera vez en nuestra vida nos desplazamos hasta la playa de Reynisfjara. No teníamos muy claro si hacer la puesta de sol ahí o no. Después de visitar la zona decidimos probar mejor suerte en la península de Dyrhólaey, después de todo, lo más característico de Reynisfjara, sus columnas de basalto en el mar conocidas como Reynisdrangar, también las íbamos a ver mañana desde la playa de Vík í Mýrdal.

Frailecillos en el acantilado

Frailecillos en el acantilado [Canon 5D Mark II con Canon 70–200f4L IS. Foto sacada a ISO800, f4 y 1/50 seg]. © David García Pérez 2015.

Cuando vimos la carretera que subía hasta Dyrhólaey, no las teníamos todas con nosotros. Una carretera de tierra con fuerte pendiente podía ser demasiado para la autocaravana, menos mal que no teníamos el viento en contra. Después de subirla más airosos de lo que esperábamos, llegamos hasta el faro que hay en la cima. La idea era fotografiar el famoso arco de piedra, pero el viento nos hizo cambiar de opinión. Para fotografiarlo había que acercase al borde del acantilado con el viento empujándote al vacío. Algo que no nos apetecía particularmente.

Reunión de Frailecillos

Reunión de Frailecillos [Canon 5D Mark II con Canon 70–200f4L IS. Foto sacada a ISO1600, f4 y 1/160 seg]. © David García Pérez 2015.

Personalmente me decanté por fotografiar la puesta de sol hacia el lado contrario, donde teníamos unas interesantes vistas a un paisaje muy particular de Islandia. Al ponerse se nos presentó delante nuestra la oportunidad de volver a intentar fotografiar frailecillos. No siendo el tipo de fotografía que suelo hacer, la verdad es que estoy bastante contento de los resultados.

Amanece en Vík í Mýrdal

Amanece en Vík í Mýrdal [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a ISO100, f11 y 0,6 segundo de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

La mañana siguiente, a la hora de fotografiar el amanecer hacía un intenso viento, tan intenso que solamente podíamos disparar en la dirección de viento, cualquier intento de encarar el viento terminabas con arena en todas las partes de la cara. En las fotografías se puede apreciar el movimiento de la arena con el viento.

Hasta aquí llegó nuestra visita a la zona de . Después de una breve visita a unos baños públicos en el pueblo y una tienda de recuerdos (camiseta, buff y guantes cayeron), llegó la hora de hacer ruta hacia el oeste.

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