Cuando empecé este blog tenía una idea clara en mente, no iba a convertirme en uno de esos sitios que copian las notas de prensa de todo nuevo producto fotográfico que sale al mercado. Para eso ya tenemos bastantes sitios que hacen un trabajo excelente, y no hace falta que venga yo aquí hacerles competencia. Pero Adobe acaba de lanzar Adobe Photoshop Lightroom 4 (el nombre oficial tiene el Photoshop en el medio, pero nadie lo usa), actualización de mi catalogador, revelador, etc… de fotografías favorito.

Como todo el mundo que empezó en la fotografía digital me obsesioné al principio en entender a manejar hasta la última herramienta de Photoshop, ya hace unos años. Pero con el paso del tiempo se ha convertido en una herramienta prescindible para mí, el 99% del trabajo que hago en mis fotografías se hace en Lightroom, Photoshop simplemente lo uso para cosas tan puntuales que podría vivir perfectamente con él. Es más, ahora que Lightroom 4 viene con un módulo de soft-proofing/prueba de pantalla incorporado, mis visitas a Photoshop van a ser testimoniales.

Soft-proofing junto con el nuevo panel básico que me parece mucho más intuitivo que el anterior, a parte de obtener mejores resultados al revelar fotografías RAW, son las dos cosas que por si solas ya me merecen la pena para actualizar. Hay otros detalles que me parecen interesantes, como la posibilidad de geolocalizar fotos o imprimir libros en Blurb, pero que perfectamente podría vivir sin ellas.

Esas dos últimas características vienen más que nada de la competencia con Apple Aperture, competencia que me parece de lo más sana, sino, mirar que bajada de precio ha tenido en los últimos meses Lightroom, Apple está siendo muy agresiva con el precio de sus aplicaciones profesionales, y a pesar de que no las uses, indirectamente te puedes beneficiar de ello.

Y lo mejor de todo, es que ahora ya puedo disfrutar de varias horas de vídeo tutorial de Luminous Landscape.

Ya hacía bastante tiempo que no publicaba ningún vídeo por aquí, tanto, que estas escenas que grabé el año pasado ya se iban a quedar obsoletas en unos días, cuando Adobe saque su nueva versión de Lightroom, la 4 (se espera que salga a finales de este mes, aunque esto ya es entrar en el mundo de la rumorología, que nunca ha sido muy preciso).

Aquí tenéis este pequeño vídeo tutorial sobre como etiquetar fotografías en Adobe Lightroom, punto crítico según nuestra biblioteca de fotos va creciendo. Bueno, crítico si algún día en el futuro esperáis encontrar esas fotos de hace varios años atrás.

Cita

La fotografía es un oficio centrado en el equipo. Frecuentemente medimos lo que vale otro fotógrafo no por sus imágenes pero por su equipo. Mira a dos fotógrafos (hombres) cuando acaban de conocerse por primera vez en el campo: cada echa una mirada evaluadora a equipo del otro, midiendo cual de los dos tiene el mejor equipo. Esta danza fotográfica de pavos reales es ganada por el fotógrafo que tiene el más grande, más brillante y más nuevo equipo. Por eso los fabricantes de cámaras adoran a los hombres como clientes – ellos siempre saltan a la idea de comprar ‘lo último’. Teniendo lo ‘mejor’ es una señal a otros que eres el guerrero más grande de la tribu. ¿Fotografías? ¿Quién necesita fotografías?

Samantha Chrysanthou.

Categorías: Citas

14 comments

En este comienzo de año, el anuncio de dos cámaras, la Fuji X-Pro 1 y la Nikon D800E, han vuelto a levantar la polémica sobre la necesidad de usar un filtro antialiasing para eliminar posibles problemas de Moiré en fotografías digitales (sí, es un problema exclusivo de la fotografía digital). Con todo lo que se estaba escribiendo en los foros pensé que tal vez fuese una buena idea explicar que es dicho efecto, y cómo se ha intentando solucionar a lo largo de la historia con o sin filtro antialiasing (los dos modelos de cámara que he comentado antes son solamente los dos últimos ejemplos). Obviamente la idea era tan evidente que alguien ya se me adelantó: The Naked Sensor.

Cae el sol en el Monte Perdido

Cae el sol en Monte Perdido. [Cámara: Canon 40D. Lente: Canon 17-40Lf4. Filtro: Polarizador Heliopan y filtro degradado Lee de 3 pasos. Exposición: ISO100, f11 y 0.5 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2011.

Ya en su momento hablé de que los sensores fotográficos digitales suelen estar dispuestos en lo que se conoce como patrón de Bayer. En ese pequeño artículo comentaba que a través de algoritmos de demosaicing se recreaba la imagen a partir del archivo RAW generado por la cámara. Esto funciona muy bien en la mayoría de las ocasiones, pero puede presentar graves problemas si la imagen contiene patrones repetitivos, como en los ejemplos que podemos ver aquí.

La mayor parte de los fabricantes de cámaras digitales optan por emplear lo que se denomina un filtro antialiasing justamente delante del sensor. La misión principal de este filtro es de hacer la imagen un pelín más borrosa de lo que llega de en la lente. De esta forma, lo que conseguimos es que los ejes del patrón regular que causan el efecto Moiré no sean tan perfectos, haciendo que después el algoritmo de demosaicing no cometa errores al reconstruir la información proveniente del fichero RAW.

Y aquí es donde empieza la polémica, tal y como habéis leído en el párrafo anterior, nuestro fantástica lente, que tanta nos costó, que tan nítida dicen que es, no puede ser usada a su máximo potencial dado que justamente delante del sensor hay un pequeño filtro cuyo única intención es emborronar un poco la imagen, lo suficiente para que no se produzcan efectos Moiré en el hipotético caso de que estemos fotografiando patrones regulares.

En el mundo de los sensores digitales para cámaras de medio formato (sensores mucho más grande que un 35mm usadas en cámaras de casas como Phase One ó Hasselblad, entre muchas otras), es típico que los sensores no lleven ningún filtro antialiasing. Según fabricantes como Phase One debido a que estos sensores cada vez tienen más megapixeles, cada vez es más difícil encontrar un patrón en la vida real que produzca un efecto Moiré. En contra, la nitidez que ganan las imágenes, los detalles minúsculos que se pueden apreciar en ellas, consiguiendo ese aspecto característico de foto de medio formato, hace que a muchos profesionales se les olvide cualquier mínima preocupación que puedan tener por su ausencia.

En el mundo de sensores de 35 mm y hermanos más pequeños, las primera cámaras sin filtro antialiasing vino de la mano de mítica Kodak, ahora mismo en bancarrota, con su cámara digital DCS 14n, cámara que no tuvo mucho éxito comercial. Leica seguiría los pasos de Kodak (es más, usa sensores fabricados y diseñados por ellos), en sus modelos M8 y M9 (en este caso las malas lenguas comentan que realmente la decisión de no usar estos filtros delante del sensor vino debida a que no tenían espacio físico para ellos, siempre y cuando Leica quisiese mantener la compatibilidad con su mítica serie de lentes M).

Un caso particular es Sigma y su serie de cámaras que utilizan un sensor Foveon. Estos sensores no utilizan un patrón de Bayer, cada pixel es capaz de recoger simultáneamente los valores de rojo, azul y verde, con lo cual son completamente inmunes al efecto Moiré. El precio y su bajo rendimiento a ISOs altos han hecho que estas cámaras no tuviesen un gran éxito en el mercado.

Ricoh introdujo el año pasado para su sistema de cámaras modules un nuevo módulo que incorpora un sensor sin filtro Antialising. La solución de este sistema de cámaras de Ricoh dónde el sensor va asociado a las ópticas, tampoco ha cuajado mucho en el mercado.

Una compañía que fue todo un referente en el mundo analógico, al igual que Kodak, es Fuji. Pero a diferencia de la compañía americana, esta empresa japonesa le ha visto los dientes al lobo digital y se ha dedicado abrirse un hueco muy rentable en un mercado muy competitivo. En busca del fotógrafo que esta dispuesto en pagar por un equipo de alta calidad y pensado para él (algunas veces te preguntas si quienes diseñan cámaras digitales las usan después, solucionarían en grandes problemas de usabilidad que presentan muchas de las marcas supuestamente líderes del mercado), consiguió un gran éxito con su cámara X100, éxito que esperan continuar con la hermana mayor de la misma que sacan este año, la X-Pro1. Este último modelo tampoco lleva filtro antialiasing, pero incorpora un patrón de Bayer particular, bajo lo que ellos denominan el X-Trans CMOS. Este patrón intenta añadir algo de aleatoridad, haciendo que la probabilidad de que en la vida real nos encontremos un patrón que provoque Moiré sea muy baja.

Y llegamos al último fabricante en jugar a este juego, Nikon, que con su D800E ha llamado la atención de todo el mundo. Realmente esta cámara si que tiene un filtro antialiasing, lo que pasa es que justamente después de este le ponen otro que anula su efecto, no sé exactamente por qué, pero obviamente sus motivos tendrán. Pero Nikon no se la quiere jugar, no se quiere arriesgar a que los clientes no les compren las cámaras por que todo el mundo empiece a ver Moiré en sus fotos. Por ello la Nikon D800E viene acompañada por una hermana gemela, la Nikon D800, que no tiene el filtro antialiasing anulado. De esta forma, Nikon deja en las manos del comprador la decisión a tomar de que cámara mejor le conviene a su fotografía (a mí que me gusta la fotografía de paisaje, desde luego iría de cabeza por la D800E, pero primero esperaría a ver los análisis de la misma).

Es bastante curioso, pero que un fabricante mayoritario como Nikon lanza una cámara sin filtro antialiasing justamente después de que Adobe anunciase el Lightroom 4, que incorpora una herramienta de corrección de Moiré en la misma. Digo curioso por qué Nikon suele ser uno de los fabricantes que da poca información a terceras empresas de como abrir sus ficheros RAW propietarios, teniendo estas que hacer ingeniería inversa.

Tengo una pequeña debilidad o defecto, cada vez que veo algún ebook autopublicado en algún blog que me interese lo más mínimo lo acabo comprando, siempre me digo, mira sí son 4, 5, ó 9 dólares, por ese precio!!! Al final he acabado con un montón de libros electrónicos que poco a poco voy leyendo. Una de mis últimas adquisiciones es Photographing the 4th Dimension – Time por Jim M. Goldstein, libro recomendado por muchos blogs de fotografía que sigo (y precisamente no tan barato como he comentado al principio de este texto).

Photographing the 4th dimension - Time por Jim M. Goldstein

Jim M. Goldstein centra este libro en uno de los aspectos más vistosos de la fotografía: captar la dimensión temporal de las cosas, ya sea para mostrar agua o nubes en movimiento, movimiento de personas, coches, timelapses, o conseguir una foto impresionante como la que aparece en la portada del ebook, donde se ven el movimiento de las estrellas (bueno, realmente lo que se mueve es La Tierra). Aunque el libro se centra únicamente en la parte técnica de como lograr esas fotos, siempre aconsejo que nunca olvidéis la composición, un efecto bonito cansa después de verlo repetido varias veces, si la composición de la foto no tiene fuerza.

El libro está estructurado en varias secciones, empezando por un par de ellas que a mucha gente le podrán parecer muy básicas, especialmente dedicadas a temas de exposición. El autor invita al lector a saltarse esas partes si ya tiene claros los conceptos. Dentro de cada sección, para cada tipo de fotografía, el autor presenta guías paso a paso de como tomar cada foto, desde el equipamiento a usar, consideraciones sobre la exposición, o programas posteriores para procesarlas.

Después de esta pequeña introducción básica sobre exposición empieza la parte interesante del libro, las guías paso a paso. Las guías van desde timelapses a fotografías circumpolares, pasando por las típicas dónde se ve el efecto seda en el agua, o fotografía nocturna pintando con flashes o lámparas led. En cada una de estas guías el autor da consejos sobre material a utilizar. Guías de fácil lectura y con consejos prácticos para conseguir los resultados deseados. Simplemente le falta recomendar un buen libro para leer mientras esperamos a que nuestra cámara termine de sacar la foto circumpolar.

De la página web del libro:

No matter your skill level, this book will help you improve your photography and heighten the impact of your photographs by introducing you to numerous slow shutter and video techniques. Learn how take beautiful pictures of the stars and show their movement. Enjoy exploring the powerful time compression capabilities of time lapse photography. Learn about light painting and using simple and relatively cheap LEDs to bring new life to your extended exposure night photography.

Learn, step by step what photographic equipment and software will allow you to successfully employ the many photography techniques used by the pros. To put you on a fast track to success, potential pitfalls and down to earth solutions are provided for each technique discussed. This information will save you time and reinforce your understanding of the techniques discussed.

SPECIAL BONUS: To help you improve your photography and better retain the lessons within the eBook, a handy quick reference Field Guide is included containing technique summaries, tips and exposure tables.

Cuando me compré mi impresora lo tenía muy claro, no quería que mis fotografías terminasen simplemente en una pantalla de ordenador. Verlas impresas les da un toque material que invita a tranquilamente explorarlas con los ojos, mientras que en la pantalla no son más que una representación etérea que puede desaparecer con el toque de un ratón. Pero la foto por si impresa no es la terminación de su presentación, a lo mejor queremos montar un portfolio con ellas, encuadernalas, y la solución más típica enmarcarlas.

Poco a poco esperando como la foto sale de la impresora

Poco a poco esperando como la foto sale de la impresora.

Hay muchas formas de enmarcar una foto, pero la más tradicional o típica es rodearlas por un paspartú para después enmarcarlas detrás de un cristal o plástico transparente. El paspartú es básicamente una cartulina, habitualmente se suele usar un tono blanco, pero los hay disponibles en una gran multitud de colores, y que se corta formando una ventana a través de la cual se verá nuestra imagen. Y aquí ya no nos vale cualquier cartulina/cartón, esta tiene que ser libre de ácido o ph neutro debido a que va estar en contacto con nuestra foto impresa, de esta forma nos evitamos que con el paso del tiempo el paspartú amarillee como si fuese un papel viejo, y de paso, que esos ácidos que provocan el amarilleo pasen a nuestra foto y también la estropeen.

Volviendo de un curso de fotografía en Pirineo Navarro, en Larra-Belagua, impartido por Eduardo Blanco, regresé con una foto que me gustaba tanto que decidí que debía ser enmarcada. Teniendo en cuenta el tamaña máximo de mi impresora y soluciones comerciales de marcos, decidí que el tamaño del paspartú sería de 70x50cm y el de mi foto de 55×36,1cm, de esta forma me quedaba un margen de 15cm de paspartú, que a mí me gusta bastante dado que le deja respirar a la foto con respecto al marco, pero después de todo, esto ya es cuestión de gustos personales.

Ya tenemos nuestra primera medida, cortamos dos porciones de paspartú a 70x50cm (algunas tiendas se ofrecen ya a cortártelo cuando lo compras, dado que suele venir en láminas que pueden llegar al metro y pico). Una nos será la base donde montaremos nuestra foto y la otra será recortada para hacer la ventana. Y hablando de ventana, ahora llega el momento de calcular el tamaño de misma. En este caso lo que voy hacer una ventana con la foto centrada en el medio, alguna gente le gusta dejar un par de centímetros más por la parte inferior, principalmente para darle más espacio a la firma del autor de la fotografía. Bien, a lo que iba, la lámina de paspartú tiene unas dimensiones de 70x50cm, y la foto tiene unas dimensiones (la parte impresa de papel, no la hoja de papel en sí) de 55×36,1cm. Esto nos indica que deberemos dejar 15 cm por el lado más largo (70cm-55cm) y 13,9 por el lado más estrecho (55-36,1), obviamente, como tenemos dos bordes, en el lado largo de la lámina tendremos que dejar 7,5 cm por cada lado (15cm/2) y por el lado corto unos 6,95cm (13,9cm/2).

Para las ventanas del paspartú se suele hacer un corte biselado, es decir, con una inclinación de unos 45 grados. Hay distintas opciones en el mercado, muchas de ellas pueden llegar a ser ridículamente caras. Yo en concreto me he decantado por la Logan 301-1: Compact Classic, que la encontré de oferta en una tienda de Barcelona (mirar más abajo). Tiene la ventaja de que las reglas vienen fijas y la cuchilla se mueve por railes, así que para torpes como yo, es casi imposible que el corte salga torcido.

Reglas de la Logan 301-1

La cizalla de la casa Logan permite fácilmente marcar la distancia de corte del paspartú.

Con mi cortadora de paspartú lo primero que hay que hacer es marcar las líneas de corte con lapiz, esto se hace por la cara que no va a ser visible (mirar con cuidado que algunos cartones de paspartú tienen por un lado impreso información del producto, obviamente ese es el lado no visible).

Marcando con lápiz los bordes de la ventana del paspartú

Marcando las cuatro lados de la ventana del paspartú con lápiz.

Una vez marcados, ya podemos empezar a cortar, con cuidado ponemos la lámina, colocamos la cuchilla en el rail, y nos fijamos que el punto de corte empiece en la línea marcada anteriormente (tiene marcas visuales para hacer esto de forma fácil), y a cortar las cuatro esquinas. Una vez terminado la lámina debería salir con facilidad. Cuidado que si nos hemos quedados cortos en algún corte, podemos estropear el lado visible de la lámina.

Cortando la ventana del paspartú con la cuchilla

Cortando la ventana del paspartú con la cuchilla.

Ahora toca pegar la foto a la lámina de atrás, esta hará de soporte de la misma una vez la insertemos en el marco. Yo para centrarla básicamente lo que hago es marcar en la lámina los bordes del papel con lápiz, tal como hice con la ventana, y después centro la foto con toda la calma del mundo. El cálculo es similar al anterior, la lámina de atrás mide 70x50cm, el papel usado es un Ilford Gold Fibre Silk de tamaño A2: 59,4x42cm, con lo cual tenemos que marcar una línea a 5,3 cm por el lado largo, y otra de 4 cm por el lado estrechoActualización: Este proceso lo he actualizado de la siguiente forma.

Foto perfectamente centrada en la lámina posterior

Foto perfectamente centrada en la lámina posterior.

Y hablando de manipular la foto, ¿habéis usado unos guante de algodón para ello? ¿no? El papel donde se imprimen las fotos tiene la manía de que una vez se mancha de grasa que puede estar presente en nuestras manos, esa mancha se queda ahí para el resto de la vida, por eso se recomienda usar guantes de algodón cuando manipulamos las imágenes.

Guantes de algodón y cinta adhesiva de doble cara de ph neutro

Guantes de algodón y cinta adhesiva de doble cara de ph neutro.

Ahora que tenemos la foto centrada toca pegarla a la parte posterior de la imagen, para ello se emplea cinta adhesiva de doble cara, pero no vale una cinta cualquiera, de nuevo, tiene que ser una cinta con adhesivos especiales que con el paso del tiempo no nos amarilleen la foto. No son fáciles de encontrar, es más, los que veis en la imagen anterior los compré por internet a Inglaterra (más información más adelante, aún sigo buscando unos que sean un poco más anchos). Pero ahora llega el principal problema, hemos centrado la foto, y vamos a moverla para pegarla (mira el párrafo siguiente para ver por que se corre el riesgo de mover la foto), yo lo que hago es poner un trozo de papel fotográfico sobre la misma, y sobre ese papel coloco algo de peso como los libros que se ven en la siguiente foto (de esa forma evito que sustancias extrañas en la cubierta del libro toquen la foto, paranoico que es uno).

Libros aguantando la foto quietecita en su sitio

Libros aguantando la foto quietecita en su sitio.

Entonces, ¿por qué se corre el riesgo de mover la foto? Básicamente por que lo que vamos a pegar es la parte posterior de la misma a la lámina, con lo cual hay que ir levantando poco a poco el borde corriendo el riesgo de descentrarla. La razón de pegarla por la parte de atrás es para que nada toque la parte delantera del papel. La parte de adelante del papel, por la cual se imprime (sí, el papel fotográfico para impresoras de chorro de tinta solamente se puede imprimir por un lado), tiene una película especial que es la encargada de chupar la tinta, no queremos que el adhesivo toque esa cara, por muy bueno que sea, para que no se filtre hasta donde tenemos nuestra foto impresa. El objetivo final siempre es asegurarnos de que los factores que puedan estropear nuestras imágenes con el paso de los años sea lo mínimo posible. Poco a poco añado 4 pequeñas tiras para que aguante la imagen por la parte superior.

Pegando el borde superior de la imagen a la lámina posterior

Pegando el borde superior de la imagen a la lámina posterior.

En este caso debido al tamaño de la lámina pongo cuatro tiras. Nunca pegar todo el borde, o los bordes laterales o inferiores de la lámina. Esto es debido a que con la temperatura el papel se puede contraer o estirar un poquito, lo cual si está fijo por todos los lados sin poder respirar, hará que se formen ondulaciones visibles una vez enmarcada la foto. Alguna gente he visto en sus vídeo tutoriales que usan en la parte inferior unas esquinas adhesivas especiales, estas esquinas se pegan al soporte trasero de paspartú, pero no a la foto, la foto se puede apoyar en ellas, pero nunca estará pegada, dejando que esta se contraiga y al mismo tiempo se apoye en la esquina y no fuerce tanto los adhesivos de la parte superior (no las pongo en este tutorial por qué todavía no he encontrado dónde comprarlas). Esas tiras superiores se refuerzan con otro trozo de adhesivo formando una T como se puede ver en la imagen siguiente. De nuevo, fijaos que en ningún momento la cinta adhesiva toca la parte frontal de la imagen.

Adhesivo colocado en forma de T para darle más refuerzo al mismo

Adhesivo colocado en forma de T para darle más refuerzo al mismo.

Ya está casi todo listo para para poner la ventana de paspartú que creamos antes, pero primera falta un importante detalle ¡Tenemos que firmar la foto! Para firmar la foto yo uso unos rotuladores de las casa Sakura, en concreto el modelo Pigma Micron. Estos rotuladores tienen una tinta basada en pigmentos como la que se usa en las impresoras fotográficas, combinadas con el papel que estoy usando, la firma debería tranquilamente durar unos 100 años (siempre y cuando la foto se conserve en condiciones adecuadas).

Firmando la foto

Firmando la foto.

Firma y rotulador empleado

Firma y rotulador empleado.

Bonita firma, pero será tapada por el paspartú. La idea de esta firma es dejar constancia de la autoría de la foto en caso de que alguien la desmonte del paspartú en el futuro para reemarcarla. Más adelante firmaré el paspartú.

Bien, ya casi he terminado, estamos a punto de colocar la lámina superior, la que contiene la ventana. Pero antes de ello recubrimos los bordes de la cubierta inferior con cinta adhesiva de ph neutro.

Quitando el protector del adhesivo de doble cara

Quitando el protector del adhesivo de doble cara.

El adhesivo este pega bien, pero te da cierto margen para ir colocando la cubierta superior bien centrada sobre la inferior. Ya tenemos tenemos la imagen lista con nuestro flamante paspartú creado para la misma, solamente nos falta un pequeño detalle, firmarla. Yo para esto lo que uso es lápiz, otra gente prefiere usar un rotulador como el que empleé para firmar la foto. ¿Por qué lápiz? De entrada sobre el paspartú durará muchos años, por otro lado, no llama tanto la atención como un rotulador negro, lo importante para mí es la foto, si alguien quiere saber la autoría se acerca a ella y ve mi firma, pero no quiero que la firma llame más atención que la propia foto en sí. Con lápiz queda discreto y elegante.

Firmando con lápiz sobre el paspartú

Firmando con lápiz sobre el paspartú.

¡Mirar que bonita firma! ¡Debe ser un tremendo fotógrafo el David García Pérez este!

¡Mirar que bonita firma! ¡Debe ser un tremendo fotógrafo el David García Pérez este!

Casi he terminado, ya tengo la foto lista para ser entregada a su nueva dueña, para el transporte de la misma yo lo que suelo hacer es comprar un papel muy finito de nuevo con ph neutro o libre de ácidos. Con este papel envuelvo la foto, y sobre ese papel ya pongo un plástico de burbujas para protegerla, si la fuese a enviar por correo, probablemente reforzaría el paquete añadiendo una lámina de cartón pluma que le dará más rigidez y tampoco incrementaría mucho el peso del mismo.

Resultado final

Resultado final.

No hay mucha tradición por estos lares de enmarcar fotos, comprarlas, o venderlas, como si cuadros fuesen. Esto hace que sea un poco difícil encontrar ciertos materiales a título particular, como es mi caso (a lo mejor soy yo que no sé buscar bien estas cosas). Aquí pongo una lista de sitios dónde los podéis encontrar, comentar que yo no tengo ninguna relación comercial o obtengo beneficio por ello, es más, estos sitios están muy centrados en Barcelona, que es donde yo vivo ahora y posiblemente no sea de mucha ayuda para todo el mundo:

  • Cortadora de paspartú – El modelo que tengo yo lo compré en una tienda que se llama Barna Paper, a parte del mío, que me costó unos 120€ (y estaba de oferta), tienen reglas más baratas con rail especial para la cortadora de la misma casa, si tenéis buen pulso pueden ser la solución ideal para vosotros. También los hay más caros y más grandes por si os interesa.
  • Papel/cartón paspartú – Lo que piensa uno que tienen en cualquier tienda de arte, pues lo siento, tenéis que ver que cara de que les estaba hablando en chino me han soltado algunos que les he preguntado. Lo he encontrado en color blanco en Bellas Artes Ferran, y en una gran gama de colores de nuevo en Barna Paper (ideal si andáis buscando paspartú de color negro para presentar fotos a concursos).
  • Adhesivo doble cara libre de ácido – Si pensáis que preguntar por paspartú en tiendas de arte te ponen cara rara, por cinta adhesiva libre de ácido aún más. Barna Art la tiene, aunque el modelo que me dieron es para ser montada en una especie de pistola que facilita el pegado, sobretodo cuando unimos las dos láminas de paspartú. Al final también la compré por internet aquí (intenté ir a esta tienda de Viladecans: Arquidib, que parecen que tienen todo lo que necesito al lado de casa, el único problema es que su horario comercial no es compatible con él de mi trabajo). Actualización (09/2015): Ahora estoy utilizando adhesivos de la casa Filmoplast como el Filmoplast P90.
  • Guantes de algodón – En cualquier farmacia.
  • Rotuladores para firmar la fotoTampoco son fáciles de conseguir por aquí, yo sospecho que los Staedtler Pigment Liner de toda la vida son completamente válidos, pero claro, no he visto ningún manual por internet que los recomendase (ya sabéis, si nadie lo comenta en internet no debe ser algo bueno), así que después de intentarlo en diversas tiendas on-line por Europa adelante, terminé comprándolos por Ebay. Ahora son fácilmente localizables en amazon.

Antes de comprarme mi rótula de bola, la Arca Swiss Z1, ya sabía que uno de los accesorios que iba a considerar imprescindibles para la misma es lo que se denomina una zapata en forma de L, muchas veces referenciada por su término en inglés: L-Bracket ó L-Plate.

L Bracket de Really Right Stuff

Hasta el momento, tenía una rótula de bola tipo joystick, la Manfrotto 322, con la cual era bastante cómodo colocar la cámara en posición vertical a la hora de sacar la foto. Con las rótulas clásicas de bola, colocar la cámara en posición vertical, primero hay que poner la rótula en la ranura para tal efecto, y después el ajuste de la misma, personalmente, me parece bastante más coñazo.

L Bracket de Really Right Stuff montado en una 5D Mark II de Canon

La zapata en forma de L solventa este problema de una forma rápida y elegante. Al mismo tiempo de añadir un enganche para el trípode por la parte inferior de la cámara, la estructura de aluminio de la zapata se extiende hacia uno de los bordes de la cámara presentando con un ángulo de 90 grados un segundo enganche para el trípode. De esta forma, simplemente soltando nuestra cámara con una rótula de sistema de agarre rápido, y volviéndola a enganchar de nuevo girando la cámara 90 grados, podemos sacar tanto fotos horizontales como verticales de una forma extremadamente rápida.

L Bracket de Really Right Stuff montado en una Canon 5D Mark II

El modelo concreto que he comprado es de la casa Really Right Stuff y está fabricado específicamente para la cámara Canon 5D Mark II. Esto significa que se adapta a la perfección a la cámara, pero tiene el inconveniente que hace imposible que sea usado con otro modelo, es más, la zapata en forma de L que yo tengo no es compatible con el grip para dicha cámara. Está fabricado en una única pieza de aluminio, haciéndolo al mismo tiempo muy resistente y ligero. Este modelo en concreto encaja en cualquier rótula que use un sistema de enganche compatible con Arca-Swiss.

L Bracket de Really Right Stuff montada en una Canon 5D Mark II sobre una rótula Arca Swiss Z1

Existe soluciones de otras marcas como Kirk Enterprises que también fabrica modelos específicos para cada cámara. Existen modelos genéricos, de diversos fabricantes, que ofrecen la ventaja que son compatibles con cualquier cámara (dentro de unos límites), pero al no adaptarse a las formas de la cámara, corres el riesgo de que si está un poco floja la zapata, esta gire sobre sí misma mientras haces la foto.

L Bracket de Really Right Stuff montado sobre una Canon 5D Mark II sobre una rótula Arca Swiss Z1

¿El principal problema de estas cosas hechas a medida y tan específicas? que son ridículamente caras para lo que realmente son. Más aún si tenemos en cuenta que no existe ningún distribuidor europeo de Really Right Stuff y hay que pagar aduanas por encima del precio que tienen.

Uno de los grandes avances en el mundo de la impresión fotográfica fue la introducción de las impresoras de chorro de tinta o inkjet. En estos los últimos años esta tecnología ha conseguido hacer posible la impresión de fotografías en color, en una gran variedad de papeles, con una gama de colores extraordinaria, y una durabilidad que puede hacer que nuestras impresiones duren años y años de forma tranquila (dependiendo de papel y condiciones de conservación).

Ya es de dia en Santa Cristina - Costa Brava

Ya es de día en Santa Cristina – Costa Brava [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 17-40Lf4. Filtro: Polarizador Heliopan. Exposición: ISO100, f13 y 1/4 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2012.

Hoy en día es fácil que cualquier fotógrafo se compre de forma económica una impresora como la Canon Pixma Pro 9500 Mark II o la Epson R3000 (por poner dos ejemplos de impresoras de gran calidad y económicas) y verse abrumado por la gran cantidad de distintos tipos de papel que puede usar en ellas. En este pequeño artículo voy a intentar aclarar un poco los términos a la hora de buscar papel para nuestras impresoras, pero aún así puede que la mejor opción sea recurrir a paquetes de muestra que venden algunos fabricantes venden, los cuales suelen incluir al menos una o dos hojas de cada uno de los tipos de papel que venden.

Voy a empezar primero haciendo una clasificación muy básica de los papeles. De entrada podemos clasificarlos de 3 tipos distintos: brillo, semibrillo/semimate, y mate. Empezando a descartar cosas, nunca uséis brillo, personalmente lo odio bastante dado que da lugar a unos reflejos muy molestos a la hora de ver las imágenes. ¿Entonces mate o semibrillo/semimate? esto ya es cuestión de gustos. Los papeles mate habitualmente tienen una buena textura y no producen brillos o reflejos a la hora de ver las fotos en ellos. Por otro lado, los papeles semibrillos/semimate tienen mucho mayor contraste, con unos negros mucho más marcados (existe el rumor de que para blanco y negro es mejor usar papel mate, el semibrillo puede ser mucha mejor opción dado al contrate que ofrece, pero de nuevo, cuestión de gustos). Los papeles brillo o semibrillo/semimate llevan una pequeña capa sobre la que se deposita la tinta, esto hace que la tinta se esparza menos por el papel, lo que al final se suele traducir en que son capaces de mostrar más detalle que en el caso de los papeles mate.

La textura del papel es también un factor muy importante, dependiendo de que materiales se usen en su fabricación: celulosa, algodón,… hará que el tacto de cada papel sea muy distinto el uno del otro. De todas formas hay que tener en cuenta que si la foto va a ser enmarcada y no mostrada en un portfolio este factor casi completamente desaparece, dado que que esta, al enmarcase, quedará detrás de una lámina de cristal o plexiglass que hará imposible apreciar la textura del mismo. Hablando de enmarcar, si al final nuestra foto como dije antes va a quedar detrás de un cristal o plexiglass casi mejor usar papel semibrillante, el cristal introducirá los reflejos y esa ventaja de los papeles mates ante los reflejos casi no nos vale de nada, a cambio ganamos mayor contraste para nuestras fotos.

Y ahora llegamos a uno de los puntos más importantes a la hora de escoger el papel, los productos químicos que llevan. Este es uno de los aspectos críticos si queremos que nuestras impresiones lleguen a vivir más años que nosotros y muestren un aspecto igualito a cuando salieron por la impresora. Habitualmente papeles de casas como Canson, Ilford, o Hahnemühle, entre otros, están fabricados completamente libre de ácidos y con calidad que llaman «arquival» que hacen que no amarilleen con el paso del tiempo. Otro factor o no es que se usasen OVAS en su fabricación. Los OVAS es un producto químico que reacciona a la luz ultravioleta, haciendo que el blanco del papel sea mucho más brillante, creando un papel que tiene mucho mayor contraste. El problema de los OVAS es que con el paso del tiempo pierden sus propiedades. Esto no lo suelen hacer de forma uniforme por toda la superficie del papel, haciendo que parezca que en ciertas zonas nuestra foto perdió brillo, como si estuviese manchada. Una de las páginas más consultadas para mirar la durabilidad del papel es Wilhelm-Research, por ejemplo, el papel que estoy usando yo ahora mismo, el Ilford Gold Fiber Silk tiene una durabilidad mayor de 200 años si se enmarca detrás de cristal.

Hasta aquí un pequeño artículo introductorio sobre papeles, simplemente he roto un poco la superficie del tema, y ni he tocado la moda que se está imponiendo ahora de imprimir en lienzo. Continuaré con algún otro artículillo sobre los papeles que estoy usando yo actualmente.

Cita

He estado confundido durante muchos años sobre el extraño enfoque inverso en el mundo de la fotografía, tan frecuentemente centrado en equipo, técnica, y artesanía dónde extrañamente se habla de intención o visión.

David duChemin.

Una vez descargamos las fotos de la cámara hay que decidir cuales quedarse y cuales no, cuales molestarse en procesar, cuales considerar para futuras revisiones, y cuales dejar marcadas como fotografías de nuestro «portfolio» personal. En este pequeño artículo voy a comentar la forma en que yo lo hago, esto no quiere decir que sea la ideal, o que vuestro sistema es peor que el mío, esto es lo que funciona ahora mismo para mí, es más, no descarto que en el futuro este sistema sea tuneado o cambiado por uno completamente nuevo.

Marea forte nas Furnas

Marea forte nas Furnas [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 17-40Lf4. Filtro: Polarizador Heliopan. Exposición: ISO100, f11 y 1 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2011.

Mi herramienta favorita a la hora de trabajar con mis fotos en el ordenador es Adobe Lightroom. Lightroom permite categorizar nuestras fotos de diversas formas, entre ellas a través de una categoría de estrellas que va de 1 a 5 y a través de un sistema de colores: rojo, amarillo, verde, azul, y púrpura. Con ellos me he creado mi sistema personal de categorizar las imágenes nada más ser importadas y etiquetadas en el ordenador (puede que pasen días desde la importación e etiquetado antes de la selección, incluso meses, pero desde luego antes de nada las etiqueto).

Lo primero que hago es deshacerme de la porquería, fotos mal enfocadas, encuadres horribles, fotos que fallan por cualquier motivo técnicamente, etc. Esas automáticamente las borro y me olvido de ellas. Ahora llega el momento de escoger las que considero interesantes como para procesarlas un poco para ver que potencial tienen. Para ello las voy marcando con una estrella, habitualmente usando el teclado: con la tecla «1» la marco con una estrella, con las teclas de cursor me voy moviendo rápidamente por cada una de las fotos. Si creo que necesito hacer un mejor filtrado, vuelvo a iniciar este proceso de nuevo, solamente viendo las imágenes que tienen una estrella, y a las que más me gustan las marco con 2 estrellas (tecla «2»). Habitualmente suelo quedar con un grupo reducido de imágenes.

Fotos de una sesión que terminaron con 1 o 2 estrellas<

Fotos de una sesión que hice en la playa de las Furnas, estas son las imágenes que tienen 1 o 2 estrellas. Es difícil escoger las fotos en las que crees que mejor queda representada la fuerza del mar.

Ahora ya tengo una selección de fotos para procesar, una a una las voy revelando con Lightroom, una vez terminado empieza mi segunda fase de clasificación. En esta ocasión, con las fotos procesadas mostrando todo su potencial toca marcar las que van al menos tener el privilegio de ver la luz del día, ya sea como mínimo siendo publicadas en esta web o en Flickr. Para ello vuelvo a seguir un proceso similar al anterior, les asigno 3 estrellas aquellas que considero para publicar, si siento que necesito refinar más estos resultados, vuelvo a iniciar el proceso entre las que tienen 3 estrellas (pulsando la tecla 3 como atajo de teclado) y les asigno un 4 a las que considero mejores (pulsando la tecla 4).

Imágenes que tienen al menos 3 estrellas

Imágenes una vez procesadas y que al menos tienen 3 estrellas.

Por último, llega las que ya considero como mis mejores fotografías, a esas las suelo marcar con 5 estrellas (pulsando la tecla 5), suelo hacer alguna impresión pequeña de ellas para ver como quedan en papel, etc. Sí me siguen convenciendo después de pasado un tiempo, las marco de color rojo (pulsando la tecla 6, por eso escojo rojo, más que nada por que su atajo de teclado viene justo después del de 5).

Pequeña muestra de mis mejores imágenes del 2010

Aquí tenéis una pequeña captura de Lightroom mostrando parte de lo que creo que fueron mis mejores imágenes del 2010.

Obviamente nada es eterno, y con el paso del tiempo puedo bucear por mis imágenes, quitarle puntuación a una que ya no me convence, darle más a otra. Por el momento este sistema ha conseguido traer algo de orden a mi colección de fotos (esto y un buen etiquetado de las mismas), probablemente no sea el óptimo ni el mejor, pero desde luego es el que a mí particularmente me funciona.

P.D. – Sí, si alguno le resulta familiar este método de clasificar imágenes, está basado en el usa el fotógrafo Michael Riechmann. Simplemente me pareció apropiado.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies