Rótula Arca-Swiss Z1

El año pasado no empezó bien para mi trípode, un un problema tras otro mostraban el mal criterio a la hora de la compra que hice hace dos años, poco a poco iba tirando, pero llegó el momento de reconocer la verdad, necesitaba un trípode nuevo. Como el problema más crítico era la rótula, comencé el cambio por ella. La idea es ir comprando las cosas poco a poco, para que el desembolso económico sea escalado durante este año. Más que nada por qué ahora quiero algo que aguante durante muchos años mi ritmo fotográfico, y eso, no sale barato.

Rótula Arca-Swiss Z1

Dando vueltas por internet, mirando análisis, foros, etc. ya había una clara candidata, la la Arca Swiss Monoball Z1. Hubo otras pretendientes por el camino, Really Right Stuff BH-55 fue una de ellas, pero teniendo en cuenta que había que pagar aduanas, a parte de que cualquier reparación significa mandarla a Estados Unidos, rápidamente quedó descartada. Estuve también tonteando con la idea de comprar una Arca Swiss D4m. En este caso, lo que me echó para atrás, a parte de que el precio es el doble que el de su hermana, es que también pesa significativamente más, mi espalda iba a resentir esas excursiones montañeras que últimamente hago.

Rótula Arca-Swiss Z1

A pesa de que Arca Swiss no es una compañía muy conocida en España, su reputación como una de las mejores fabricantes mundiales de rótulas de trípode y cámaras técnicas es ampliamente conocida entre fotógrafos de naturaleza y arquitectura. Tal vez tanto, que curiosamente en este mundo digital, esta compañía todavía no tiene página web, lo cual realmente dificulta un poco conocer las características de sus productos.

La Arca Swiss Monoball Z1 es sustituta la veterana Arca Swiss Monoball B1, modelo referente de las rótulas de bola durante muchos años. Con un peso de solo 680 gramos puede aguantar hasta 55,3 Kg (no es que le vayas a poner una cámara tan pesada encima, ni vayas a comprobar que realmente puede con lo que dice el fabricante, pero te aseguras que realmente va a aguantar tú cámara sin problemas). Una de sus características más llamativas es que su bola realmente no es esférica sino elíptica, haciendo que cuando inclinas la cámara hacia adelante, atrás o los lados, teniendo cada vez más peso fuera del eje principal del trípode, la rótula automáticamente se endurece para compensar los efectos de la gravedad, consiguiendo que los ajustes de la posición de la cámara sean lo más suaves posibles. Que yo sepa, ninguna otro rótula de bola posee esta característica.

Rótula Arca-Swiss Z1

Los controles de la z1 son en sí bastante simples. Tiene una rueda principal para ajustar fijar o aflojar la bola. Está graduada de 0 a 12, siendo 12 la posición dónde en teoría es imposible mover la bola (desde luego haciendo fuerza con las manos yo no lo consigo, después de todo en teoría en esa posición es capaz de aguantar 53 Kg). En mi caso particular, con mi Canon 5D Mark II con una lente Canon EF 70-200mm f/4L IS USM (la combinación más pesada que tengo), más allá de la posición 5 se queda fija como una piedra. Sin aflojar del todo la rueda nos permite hacer pequeño movimientos de corrección de encuadre sin mucha dificultad. Hay que indicar que cuando apretamos la rosca para fijar la cámara, al contrario que lo que pasaba con mi antigua rótula, el encuadre no se mueve lo más mínimo, haciendo que este proceso sea al mismo tiempo lo más rápido y preciso posible.

La propia rueda de ajuste de la dureza posee otra rueda más pequeña que nos permite ajustar la dureza mínima, ideal si tenemos una lente muy pesada encima y no queremos que al aflojar la rótula el propio peso de la lente haga que se mueva con demasiada brusquedad. Particularmente no me he molestado en ajustar esto, es fácil notar cuando la bola empieza a soltarse. Por último, tiene una pequeña palanca en la base de rótula que nos permite hacer que esta gire 360 grados sobre sí misma, ideal para hacer panorámicas. La base está marcada en una escala de 5 grados para hacerte de guía en dicho proceso, aunque a mí realmente no es que se me antoje muy práctico.

Rótula Arca-Swiss Z1

Lo que sí me costó un poco decidirme es el tipo de enganche de zapata. Obviamente, usa zapatas del tipo Arca Swiss, de las cuales hay una gran cantidad de fabricantes (hablaré de esto en futuros artículos). Básicamente se podrían resumir las opciones en dos, tipo quick-lock (cierre rápido), o de tornillo. Por lo que leí en diversos foros, las de cierre rápido tienen dos deventajas, primero, que tienen mayor tendencia a estropearse con el largo del tiempo, y segundo, es que necesitan ser ajustadas en caso de que uses zapatas de diferentes fabricantes. A pesar que incluyen una rosca especialmente diseñada para eso, me parecía un auténtico coñazo. Así que al final opté con ciertas reservas por al opción de tornillo, y la verdad es que estoy contento con ella.

Canon 40D sobre Rótula Arca-Swiss Z1

No todo iba a ser positivo, esta rótula presenta un par de puntos negativos. De entrada, el nivel que hay sobre el enganche de la zapata me parece completamente inútil, una vez puesta la cámara encima, resulta difícil verlo con claridad. Mi vieja rótula Manfrotto la verdad es que resultaba más cómoda en cuanto ese aspecto. Por otro lado, la rótula presenta solamente una hendidura lateral, con lo cual, si queremos sacar fotos en posición vertical es un pelín más incómodo, otras marcas suelen poner dos hendiduras, haciendo la vida del fotógrafo más fácil (sobre este pequeño problema ya hablaré en un futuro artículo).

Auga verde nas Furnas

Verde auga nas Furnas [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 70-200f4L IS USM. Filtros: Polarizador Heliopan. Exposición: ISO100, f10 y 13 seg. Toma sacada con trípode (Rótula Arca-Swiss Z1), disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2011.

Teniendo en cuenta el precio que tiene la rótula, espero que la inversión me salga buena a la larga, el antiguo modelo, la Arca-Swiss B1 sigue siendo usada por fotógrafos profesionales de todo el mundo, durante años y años, esperemos que la Z1 también de los mismos resultados.

Hace algunos meses publiqué mi un pequeño vídeo tutorial sobre como corregir aberraciones geométricas de lente de forma automática en Adobe Lightroom 3. Con la versión 3 de Lightroom, Adobe introdujo la utilidad de corregir de forma automática defectos geométricos introducidos por las lentes, funcionalidad parecida a la que ya tenían otros reveladores RAW del mercado como DXO.

San Juan Gaztelugatxe

San Juan de Gaztelugatxe [Cámara: Canon 40D. Lente: Canon 17-40Lf4. Filtros: Polarizador Heliopan y Lee Bigstopper. Exposición: ISO100, f8 y 220 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2011.

El principal problema de dicha funcionalidad es que el número de combinaciones de lente más cámaras disponibles es relativamente escaso si tenemos lentes de terceras casas como pueden ser las de Tokina. A pesar de que con cada nueva versión de Lightroom la gente de Adobe añade muchos perfiles nuevos, saben que es imposible que consigan tener todas las combinaciones posibles de lentes y cámaras en su base de datos. Por dicho motivo ofrecen la posibilidad de que los usuarios creen sus propios perfiles usando la aplicación gratuita: Adobe Lens Profile Creator.

Adobe Lens Profile Download - nada más arrancar

Pantalla por defecto nada más arrancar el Adobe Lens Profile Downloader.

El proceso de creación de perfiles de lente, a pesar de que no parece muy complicado, tiene pinta de ser bastante tedioso de hacer. Tal vez por eso Adobe permite que los usuarios compartan sus perfiles creados con la aplicación anterior entre ellos. Una vez subido un perfil con el Lens Profile Creator, este puede ser descargado por otros usuarios a través del Lens Profile Downloader (que tiene lo malo de ser una aplicación hecha con Adobe Air).

Instalado el perfil para mi Tokina 11-16 y mi 40D

Instalado el perfil para una cámara Canon 40D y un Tokina 11-16 f2.8.

Con el Lens Profile Downloader podemos realizar búsquedas sencillas a través de modelo de cámara o lente, nos permite poner ratings al perfil creado por los distintos usuarios, y automáticamente nos permite borrarlo o guardarlo en nuestra instalación de Lightroom o Adobe Camera RAW.

Buscando perfil para Canon 5D Mark II y Canon 50 mm f1.8 Mark II

Buscando un perfil para una Canon 5D Mark II y un objetivo Canon 50mm f1.8 Mark II.

Gracias a esto, ya tengo un perfil para la combinación Canon 40D y mi antiguo Tokina 11-16mm f2.8. Antiguo por que lo vendí al comprar mi Canon 5D Mark II, pero aún así, tengo una buena colección de fotos que se pueden beneficiar de este perfil.

Habitualmente la forma más rápida, barata y sencilla para revisar una impresión fotográfica es simplemente ponerla a la luz de día. Buscar un sitio en la casa de uno donde tengamos una buena iluminación, uniforme, de luz diurna, cuanto más cerca del medio día mejor, y comparar la impresión a lo que vemos en el ordenador. Obviamente esa solución no es ideal para todo el mundo, sobretodo en mi caso, hacemos la mayor parte de nuestras impresiones de noche.

Solpor en Valdoviño

Solpor en Valdoviño [Cámara: Canon 40D. Lente: Canon 17-40Lf4. Filtros: Polarizador Heliopan y Singh-Ray Graduado Inverso de 3 pasos. Exposición: ISO100, f13 y 0.5 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.] © 2011 David García Pérez.

El principal problema de ver las fotos con luz artificial, es que si esta luz no está controlada, hará que nuestras impresiones parezcan más verdosas (si usamos luces fluorescentes) o amarillas de lo que realmente son (si usamos bombillas incandescentes). Para evitar dichos problemas y poder revisar las impresiones de forma fiable, lo que suele hacer la gente es adquirir una pantalla de visualización de imágenes como puede ser la serie PDV-e de GTI. Dichas pantallas vienen con unos tubos de luz calibrados para dar una luz lo más parecido a luz diurna, permitiendo de esta forma una revisión fiable de nuestras impresiones. El principal problema es el precio de las mismas.

Una solución más económica es la lámpara Grafilite de la empresa Colour Confidence. Utiliza una bombilla florescente de la casa OttLite especializada en fabricar lámparas y bombillas que den la luz más similar a la diurna posible, haciéndoles ideales para revisar fotografías.

Grafilite es una lámpara pequeña y cómoda de guardar. Se cierra sobre sí misma, y cuando se abre, al igual que cuando abres la puerta de la nevera, la lámpara se enciende. El hecho de que sea pequeña también presenta el problema de que para impresiones grandes hace difícil que la lámpara las pueda iluminar de forma uniforme. Al mismo tiempo, si imprimes en una superficie brillante o semi-brillante como suelo hacer yo, hace falta curvar un poco la fotografía para evitar reflejos.

Grafilite en Acción

Grafilite en acción.

La lámpara viene con una especie de tela de plástico gris para poner debajo de nuestras fotos para evitar que el color de la mesa nos influya a la hora de revisar nuestras impresiones. Debido a su tamaño hace que sea bastante inútil y yo ya ni me he molestado a sacarla de la caja. Por otro lado, dado que la lámpara no permite ajustar la intensidad de la luz mostrada, como suelen hacer soluciones más caras, hacen que seamos nosotros los que tengamos que ajustar nuestros monitores para poder compara una imagen mostrada en la pantalla con respecto a la mostrada en una impresión iluminada por la lámpara.

En definitiva, una solución que me resuelve el pequeño problema de revisar mis impresiones a cualquier hora, con sus carencias, pero al alcance de mi bolsillo.

El 2011 ha visto el nacimiento de este pequeño proyecto de blog fotográfico. Como todo proyecto personal mío, empezó con mucha ilusión, muchas ideas y mucha fuerza, pero con el paso de los meses, la vida, el trabajo, la desgana se van metiendo por el medio y hacen que esto decaiga un poco. Aprovechando el cambio de año es buen momento para ver donde estoy, y a donde puedo ir a partir de aquí.

Lo primero que he hecho es ver los artículos que he publicado hasta el momento, más que nada para analizar un poco que dirección puedo tomar de cara el 2012, ver de lo que ya he hablado de sobra, de lo que tal vez debiese profundizar un poco más y, sobretodo, analizar que temas considero importantes en fotografía y que no he tratado por el momento por aquí. Y ya que estaba con esto, he pensado que tal vez no era mala idea compartirlo con mi audiencia.

Si no estabais ya lo suficientemente hartos de todos los recopilatorios de noticias del 2011 en la tele, aquí tenéis otro más.

Conceptos básicos:

Durante la toma:

Revelado digital

Impresión

Inspiraciones – Desde luego uno de mis sub-proyectos favoritos para este blog, una serie de artículos biográficos de fotógrafos que admiro.

Opinión

Entrevistas – Para subirme el ego me hicieron una serie de entrevistas y programas desde Canada. Todos en inglés.

Libros y vídeo tutoriales – Desde que empezó a interesarme en serio la fotografía no he parado de tragarme libros o ver vídeo tutorioales sobre el tema, aquí tenéis mi opinión de algunos de ellos que he leído o visto durante este año.

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Problemas con el trípode

Cuando empecé a interesarme por la fotografía, uno de los componentes que no le presté mucha atención a la hora de comprarlo fue el trípode. El primer trípode que compré era completamente inadecuado para mí cámara, el porcentaje de fotos movidas por su culpa era increíblemente alto, aunque por supuesto, yo le echaba la culpa o a mí cámara, o a mí lente, o mí mismo. ¡Iluso de mí! Pero un día, acompañando a mí hermano a comprarse un trípode nuevo para él, acabó pasando lo que tenía que pasar, yo allí viendo como mi hermano escogía rótula y trípode empecé a tener esa sensación de culo veo, culo quiero, y me acabé comprando otro para mí.

Puesta de Sol en Bardenas Reales

Puesta de sol en Bardenas Reales [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 70-200f4 IS. Filtro: Hoya Polarizador HD. Exposición: ISO100, f16 y 0.3 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.] © 2011 David García Pérez.

El cambio lo noté al momento. La mejora en nitidez de mis imágenes sacadas con trípode se incrementó notablemente. Fue como una pequeña revelación. La calidad técnica de mis imágenes mejoró de forma considerable y mi fotografía en general también. Hay muchas personas que odian los trípodes, pero a mí me encantan, me fuerzan a ir más lento. Me fuerzan a pensar el encuadre. El hecho que realmente lleve tiempo colocar el trípode en posición y encuadrar después la imagen me ayuda a pensar si realmente la fotografía que quiero tomar merece la pena. Aunque bueno, muchas veces me pasa que cuando está todo listo y estoy a punto de pulsar el disparador, veo otro encuadre mejor que en mi mente dará mejores resultados que el anterior.

Pero mi idilio solamente duró 2 años. El trípode comprado no ha aguantado mi ritmo, y eso que yo solamente voy hacer fotografía los fines de semana y en vacaciones, vamos cuando mi trabajo del día a día me lo permite. El primer problema lo noté a principios de este año. Las patas del trípode empezaron a fallar, extender el primer tramo de las mismas requiere bastante fuerza. Las desmonté, las limpié lo mejor que pude pero aún así el rozamiento entre los tubos que conforman las patas hace que sea complicado extenderlas. Esto es una incomodidad al principio de cualquier sesión fotográfica, de un minuto, que no afecta a la calidad de las fotos, por lo que por el momento sigo tirando con ellas. Aunque en mi cabeza ya tengo escogidas el modelo que las sustituirá.

Pero los problemas de verdad empezaron con mí rótula Mafrotto 322RC2. A principios de Octubre me acerqué hasta el Parque Natural de Ordesa – Monte Perdido, madrugón por la mañana para pillar la primera luz del día, caminata a oscuras, encuentro un encuadre, monto la cámara en el trípode, y veo como la rótula no da aguantado el peso de la misma, comenzando a inclinarse hacia un lado, haciendo imposible sacar ninguna foto. Mañana para disfrutar del paisaje con mis propios ojos y mí cámara a la espalda.

Una vez en casa, una búsqueda rápida por internet averiguo que hay un tornillo en la rótula que se puede aflojar y que requiere ser apretado pasado cierto tiempo. Pero la pobre nunca volvió ser la misma, no doy encontrado el punto donde ese tornillo o está muy apretado, haciendo que sea muy difícil mover la rótula para encontrar el encuadre que quiero, o está muy flojo haciendo que la rótula no sea capaz de aguantar el peso de la cámara.

Problemas de estabilidad del trípode

Como se puede apreciar en al captura, la imagen de la derecha ha perdido gran detalle en las texturas de la loma de la montaña, en comparación con la imagen de la derecha. Ambas imágenes fueron sacadas en ambas condiciones y reveladas igual.

Más o menos fui tirando poco a poco hasta que cambié de cámara a principios de Noviembre. No estoy muy seguro si mi rótula ya ha dicho basta, o si al tener una cámara con un sensor de el doble de resolución, problemas que ya estaban ahí se acentúan más. Cada vez que hago fotos con mi Canon 70-200f4 IS, tengo que dejar reposar la cámara antes de disparar, y si hace un poco de viento, esperar a que el viento se calme. Ahora mismo conecto un disparador remoto a mi 5D Mark II, enfoco manualmente con liveview, y dejo el liveview a zoon 10x, me fijo en la pantalla y cuando la imagen está estática saco la foto. Es la única forma que he encontrado de asegurarme resultados óptimos en estas condiciones.

Ahora mismo estoy en camino de solucionar este problema, que por desgracia para mí cartera pasa por el cambio completo de trípode. Aunque por el momento solamente me he comprado una rótula Arca Swiss Z1 y más adelante ya cambiaré el trípode en sí. En mi cabeza está el extra caro Gitzo Systematic 3451, aunque no corre tanta prisa como él otro cambio, así que será algo que deje para el futuro. El objetivo final es conseguir tener un trípode que espero que me dure años, y años, y años.

A pesar de que últimamente estoy teniendo unos problemas con mi trípode (de esto ya hablaré en otra entrada) lo sigo considerando como una herramienta esencial en mi fotografía. No debería sorprender a nadie que lo que a mí realmente me interesa es la fotografía de paisaje, y en este tipo de fotografía el trípode es una herramienta imprescindible para conseguir la imagen más perfecta posible. Y mientras algunos consideran que el uso del trípode es un coñazo, personalmente me encanta que me fuerce a ir más despacio a la hora de fotografiar, obligándome a pensar mucho más la composición.

Cabezo de Castildetierra - Bardenas Reales

Cabezo de Castildetierra – Bardenas Reales [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 17-40Lf4. Filtros: Polarizador Heliopan y Lee Bigstopper. Exposición: ISO100, f16 y 120 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.] © 2011 David García Pérez.

Pero si usamos una cámara reflex tenemos que tener en cuenta el espejo a la hora de usar un trípode (a excepción de las últimas Sony con su espejo semitransparente que no se mueve, y hablando de estas cosas, aquellos que usen cámaras no reflex, vamos, que no lleven espejo, como pueden ser las micro cuatro tercios, pueden dejar de leer aquí, este artículo no les interesa para nada).

Inventadas a finales del siglo XIX y comercializadas de forma masiva a mediados del siglo pasado, las cámaras reflex dan una ventaja única al fotógrafo, lo que ve a través del visor era exactamente lo que se ve a través de la lente y lo que verá nuestro sensor digital o película fotográfica. Para ello, se emplea un espejo que, al estilo de un periscopio, redirige la luz que entra por la lente hasta el visor. En el momento que pulsamos el disparador, ese espejo se desplaza hacia arriba para dejar que la luz incida sobre el sensor o película.

Y ahí tenemos el principal problema. Ese desplazamiento del espejo a la hora de pulsar el disparador, aunque lo hagamos a través de un disparador remoto, hace que se introduzcan vibraciones que se reflejarán en una foto mucho menos nítida de lo deseado, cuando disparamos con la cámara colocada en un trípode. Este es un problema bien conocido, por lo que las cámaras vienen con una función que nos permite levantar el espejo antes de realizar cualquier foto (todos los usuarios de Canon odiamos lo complicado que resulta activar la opción de levantar el espejo antes de cada disparo, menos mal que ahora tenemos LiveView que permite levantar el espejo de una forma fácil).. La idea es la siguiente, disparas, el espejo se levanta, dejas un tiempo a que todo se estabilice, pulsas el disparador de nuevo (usando un disparador remoto), y la cámara toma la foto.

¿Y compensa? Como ya he dicho en otros artículos anteriores, lo bueno de la fotografía digital es que nos permite de forma económica hacer una serie de pruebas y ver los resultados al momento. Digo barato por que no tenemos que pagar los costes de carrete y revelado. Y aquí tenéis mis pruebas que hice en Cap de Creus (por favor, ignorar lo horrible de la foto). Para ello empleé mi cámara Canon 5D Mark II montada con mi lente Canon 70-200f4L IS USM, ambos puestos sobre mi trípode y esperando que en cada toma no hiciese viento. Las fotos fueron importadas con Adobe Lightroom aplicando los valores de revelado por defecto.

Cap de Creus - Imagen original para el test de levantamiento de espejo y trípode

Faro Cap de Creus – Foto original [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 70-200Lf4 IS USM. Filtros: Polarizador Hoya HD. Exposición: ISO100, f8 y 1/125 seg. Toma sacada con trípode y disparador remoto.] © 2011 David García Pérez.

Y ahora si hacemos zoom al 100% y comparamos, es fácil ver que toma da los mejores resultados.

Izquierda - Espejo levantado is off - Derecha - Espejo no levantado IS off

Izquierda – Imagen tomada con el espejo levantado y el estabilizador desactivado. Derecha – Imagen tomada con el espejo no levantado y el estabilizador desactivado.

Izquierda - Espejo levantado is off - Derecha - Espejo no levantado IS ON

Izquierda – Imagen tomada con el espejo levantado y el estabilizador desactivado. Derecha – Imagen tomada con el espejo no levantado y el estabilizador activado.

Izquierda - Espejo levantado IS OFF - Derecha - Espejo levantado IS ON

Izquierda – Imagen tomada con el espejo levantado y el estabilizador desactivado. Derecha – Imagen tomada con el espejo levantado y el estabilizador activado.

A simple vista queda claro que la imagen tomada con el espejo levantado y el estabilizador desactivado es la más nítida de todas. Hay que tener en cuenta que esta prueba fue hecha con la lente Canon 70-200f4L IS USM, una lente de gran calidad óptica pero cuyo diseño ya tiene sus añitos encima, sobretodo en cuanto al estabilizador. Según he leído, diseños de estabilizadores más modernos detectan perfectamente que están sobre trípode y no causan los problemas que se pueden observar en el tercer ejemplo, donde la imagen no sale tan nítida por que el estabilizador intento estabilizar algo que no se movía. Como no tengo ninguna de esas lentes en mi poder o acceso a ellas, no puedo comprobar o no si eso es cierto. Pero bueno, si es vuestro caso, ya veis que no es una prueba muy complicada de realizar.

Difracción en fotografía

En una ocasión escuché que la fotografía es un 20% de técnica y un 80% de composición, que es realmente, en el último punto, donde entra si una fotografía es simplemente una obra de arte o una mera captura de recuerdo (dejando a parte la discusiones filosóficas de si la fotografía es arte o no). Y a pesar que yo ya llevo algún tiempo intentando centrarme en mejorar mis composiciones, nunca hay que descuidar la parte técnica, parte dónde entender ciertos conceptos básicos de fotografía hace que podamos entender lo que pasa cuando vemos las fotos en nuestra pantalla (sí, sí, estoy asumiendo fotografía completamente digital). Y uno de estos conceptos es la difracción.

Agua en Santa Fé de Monteseny

Agua en Santa Fé de Montseny [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 70-200Lf4 IS. Filtros: Polarizador Hoya HD. Exposición: ISO800, f11 a 1/20 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.] © 2011 David García Pérez.

Como ya había comentado en el artículo de La tríada: Apertura, Tiempo de Exposición y ISO, las lentes tienen un diafragma que controla la luz que pasa a través de ella. Cuando este diafragma está más abierto, tenemos menor profundidad de campo y cuando más cerrado mayor. Sin embargo hay que tener en cuenta ciertas limitaciones de las lentes. Cuanto más abierta, es más fácil que las imperfecciones ópticas de la lente se reflejen en la imagen, ya sea en forma de viñeteos o bordes difusos. Cuanto más vamos cerrando la lente, más pequeño hacemos el diafragma, mejor será nuestra imagen, más nítida, con menos viñeteo, hasta cierto punto. Habrá un momento que al seguir cerrando el diafragma de la lente, nuestra imagen resultando comenzará a perder nitidez.

Mientras que los problemas cuando la lente está más abierta el fabricante los puede intentar solucionar con mejores materiales para fabricación de la lente, mejor diseño de los componentes internos, y mayores controles de calidad durante el proceso de fabricación, lo que todo junto al final se suele traducir en un precio más caro para el fotógrafo; La difracción de la luz cuando más cerramos la apertura es algo de lo que no podemos escapar.

Si por difracción os viene a la cabeza vuestros estudios de física en el colegio o instituto, pues sí, de eso estamos hablando. De forma muy resumida, cuando la luz atraviesa una rendija, se crean unos patrones de difracción, dichos patrones serán más grandes cuanto más pequeña sea dicha rendija (hasta ciertos límites). El difragma de una cámara fotográfica actúa de la misma forma. La consecuencia es que nuestros bordes serán cada vez menos nítidos cuanto más cerremos la lente.

Cómo siempre digo, lo mejor de la fotografía digital es que permite comprobar estos conceptos por uno mismo de forma muy sencilla. Aquí tenéis un pequeño ejemplo que hice en mi casita para ilustrar dicho artículo. Como modelo he utilizado mi lente Canon 70-200f4 IS. He colocado mi cámara sobre un trípode, enfocado manualmente usando LiveView, y usando un disparador remoto para hacer las fotos. Ni el trípode ni el enfoque han sido movidos entre toma y toma. En la sucesión de imágenes se puede observar como la calidad va empeorando claramente cada vez que cerramos más el diafragma con respecto a la toma hecha a apertura f8:

Imagen ejemplo para articulo difracción

Imagen de ejemplo para el artículo de difracción. El punto de enfoque es el 70. [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Tamron 90mm f2.8 Di Macro AF] © 2011 David García Pérez.

f8 vs f11

Detalle a 200%. Imagen de la izquierda tomada a f8, imagen de la derecha tomada a f11.

f8 vs f16

Detalle a 200%. Imagen de la izquierda tomada a f8, imagen de la derecha tomada a f16.

f8 vs f22

Detalle a 200%. Imagen de la izquierda tomada a f8, imagen de la derecha tomada a f22.

f8 vs f32

Detalle a 200%. Imagen de la izquierda tomada a f8, imagen de la derecha tomada a f32.

Viendo las imágenes está claro que en este caso particular, una Canon 5D Mark II más allá de f16, la calidad que perdemos pasa a ser inaceptable, en mi opinión particular. También hay que tener en cuenta que dicha perdida de calidad también será dependiente para lo que destinemos después la imagen. No es lo mismo mostrar esta imagen en un folio tamaño A4 que en un folio A3, cuanto más pequeña se muestre, la perdida de calidad por problemas de difracción no serán notables. Por otro lado, si para conseguir que todo esté enfocado en nuestra toma tenemos que cerrar mucho la lente para tener la profundidad de campo necesaria, siempre es mejor tener problemas de difracción que de desenfoque.

Como nota final, aunque está en inglés, no he encontrado mejor artículo sobre este tema que el de Cambridge in Colour.

Cita

Una cámara es una herramienta para enseñarte a ver sin una cámara

Dorothea Lange

Categorías: Citas

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Aquí os presento un pequeño vídeo tutorial de como importar imágenes a Adobe Lightroom desde vuestra tarjeta de memoria. Este tutorial está basado en la versión 3 de dicho programa.

Más adelante… (darme tiempo) ya pondré otro de como catalogo yo mis imágenes en Lightroom, básicamente siguiendo los consejos que dan en este vídeo tutorial de Luminous Landscape.

Puntos por pulgada – PPP

En mi artículo sobre como imprimir en Adobe Lightroom pasa a paso comenté el concepto de puntos por pulgada ó PPP a la hora de imprimir una imagen en papel (en la literatura también os los podéis encontrar este término referenciado como DPI, de su acrónimo en inglés Dots Per Inch). Este término es un concepto muy sencillo, pero que se le atraganta a mucha gente nada más comenzar con él.

Veamos si con un pequeño ejemplo dejo este concepto claro. Mi cámara actual, una Canon 40D (sí, ya es una veterana), genera unos ficheros en RAW de un tamaño de 3888×2592 píxeles, del entorno de unos 10 megapixeles. Mientras tengamos la imagen así, en fichero en nuestro disco, que al abrirla en programas como Adobe Photoshop nos diga que tiene una resolución de 240 ppp o lo que sea, es irrelevante. Para nosotros la imagen va a ser de 3888×2592 píxeles.

Ahora, imaginaos que queremos imprimir dicha imagen. Si la imprimimos a una resolución de 240 ppp, el resultado será una imagen de 41,15 cm x 27,43 cm en papel. Al imprimir, el ordenador le dirá a la impresora que tome los 3888×2592 píxeles y que los vaya imprimiendo de tal forma que por cada pulgada de papel entren exactamente 240 píxeles. Sí la imprimimos a 300 ppp, pues la imagen será más pequeña, en concreto de un tamaño de 32,92 cm x 21,95 cm, obviamente debido a que ahora por cada pulgada física entran 300 píxeles de la imagen cuando antes entraban solamente 240. Al revés, si bajamos la resolución a 180 ppp, siguiendo la misma regla de 3, la imagen se imprimirá más grande, en concreto a 54,86 cm x 36,58.

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