Historia de una fotografía

El faro del Fangar se encuentra a mitad de camino de una larga lengua de arena en el Delta del Ebro. Antiguamente me habían dicho que con un todo terreno -que no tengo- se podría haber ido en coche hasta él, pero desde hace unos años está prohibido, así que si quieres llegar hasta el faro te espera una larga caminata por la arena.

Esta foto realmente la hice por los pelos hace casi un año. Llegamos con tiempo de sobra a la zona donde puedes aparcar el coche. Empezamos a andar y cuando ya nos encontramos las primeras dunas de arena nos paramos hacer fotos. A lo lejos se veía el faro y parecía cerca… error… Nuestra idea era fotografiarlo en la puesta de sol, pero subestimamos mucho el esfuerzo de caminar sobre la arena hasta allí… de tal forma que para cuando llegamos, el sol ya se había puesto.

De todas formas no me rendí, me gustaban las caprichosas formas de la arena que el viento había creado alrededor del faro. El cielo tenía algo de color y las nubes se movían rápidamente. Esta foto que veis aquí es la que más me gusta de las muchas que saqué esperando sacar algo productivo. Era la que tenía en mente revelar, por que me gustaba que la punta del faro estuviese al lado del hueco en las nubes. Todas las otras que hice no funcionan tan bien como esta.

Far del Fangar

Far del Fangar [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. HDR de 2 fotos sacadas a IS0100, f13 y 1/4 y 0,5 segundos de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2013.

La foto en sí en un HDR y me costó montarlo un poco, dado que el trípode se me debió mover entre toma y toma… menos mal que los softwares de hoy en día son bastante eficaces con estas cosas.

Praia dos Três Irmãos

El pasado megapuente de principios de diciembre, dos amigos más yo nos fuimos hasta la costa sur de Portugal, en la zona del Algarve. No es cuando habitualmente la gente va ahí, la mayor parte del público suele ir hacia el verano, buscando esas preciosas playas que tienen para desconectar de la monotonía del día a día. En diciembre el tiempo no acompaña para ir a la playa a disfrutar de ella de la forma “típica”, pero es ideal para las personas interesadas en fotografía de paisaje. Las playas suelen estar vacías de gente, aunque bueno, en esta zona, según la playa, seguían estando bastante llenas de amantes del surf. No hay boyas para marcar las zonas de baño y de embarcaciones molestando. Curiosos que se ponen a tú lado a ver lo que haces, etc…

Un par de días antes habíamos visitado la playa, no teníamos claro si era más ideal de amanecer que de atardecer (al final resultó de atardecer). Mientras visitábamos brevemente la zona tuve la impresión de que podíamos estar ante una de las playas más singulares de toda la zona. La caprichosa erosión del mar había creado agujeros en todas las esquinas de las rocas, creando arcos y otras caprichosas formas.

De todas formas, esos caprichosos arcos que tenía pensado fotografiar no es el motivo de esta fotografía. Como siempre, aunque uno vaya a un sitio con una idea, en fotografía de paisaje lo mejor es dejarse llevar por lo que uno ve en ese momento, las condiciones meteorológicas son caprichosas, cambiando el aspecto visual de algo día tras día… lo que precisamente hace divertido este tipo de fotografía. Una vez en la playa, el sol poniéndose detrás de esa capa nubes, dando ese contraste entre azules y amarillos no paraba de llamarme la atención. Tomando como base estas tres enormes formaciones rocosas, que tal vez sean las que dan nombre a la playa, coloqué el sol entre ellas algo a la derecha de la imagen. Al estar detrás de las nubes, me lo difuminaba lo suficiente para no tener subexponer mucho la imagen y perder detalle en las formaciones rocosas. Un polarizador y un par de filtros ND (uno de 2 pasos y otro de 3) cerraban el tema, dándome 1 segundo de tiempo de exposición para dar dinamismo a la marea que subía.

Anoitece na Praia dos Três Irmãos

Anoitece na Praia dos Três Irmãos [Sony A7 II con Canon 17-40f4 L. Foto sacada a ISO100, f13 y 1,3 segundos de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2016.

Para estas fotos suelo ir con unas botas de agua… pero como siempre pasa que juego a esto en el Atlántico, el pantalón quedó mojado… lo único, es que la mayor parte de las veces los calcetines no se mojan (la bota me queda algo apretada en el gemelo y es difícil que el agua baje hacia abajo), lo cual hace cómoda después la conducción de vuelta a casa con el calcetín seco dentro del zapato.

En el pasado mes de octubre decidimos darnos una vuelta por el Val d’Aran para ver si conseguíamos pillar algo de los colores de otoño. La primera mañana que estuvimos allí, subimos por el Valle de Varradós antes del amanecer para intentar fotografiar el Aneto y las Maladetas con colores rojizos del amanecer. Pero la climatología no colaboró con nosotros. Nunca llegaron a iluminarse.

Ya que estábamos ahí arriba, y antes de bajar hacia Vielha para buscar un sitio donde desayunar, decidimos dirigirnos hasta el Saut deth Pish, una de las más famosas cascadas del Valle de Arán. La idea era ver como estaba de color la zona, pero estábamos viendo que lo peor que nos temíamos estaba pasando. Este año había sido muy seco y la mayoría de árboles no estaban pillando color bonito.

Una vez allí en , andamos menos de un minuto hacia un pequeño estanque que está al lado de él. En la orilla del estanque había varios árboles que estaban preciosos y empezamos a fotografiar reflejos de los mismos.

Abstracciones en el Valle de Varradós

Abstracciones en el Valle de Varradós [Sony A7 II con Canon 70-200f4 IS L. Foto sacada a ISO100, f13 y 1/15 de segundo de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2016.

Esta es una pequeña abstracción que hice en ese lago. Empleé el 70–200 para aislar el reflejo de un par de árboles, y estaba en el límite de lo que podía sacar, concretamente a 200. Hay que indicar que la foto esta rotada 180 grados, para que el árbol no parezca que está boca arriba. Después de un buen rato jugando con los reflejos en ese lago, bajamos a desayunar, bueno, digo comer… ese día se nos pasó la hora del desayuno, mereció la pena.

Quiero dar las gracias a Gorka que, a pesar de que yo ya conocía bastante el Valle de Arán, nos hizo una buena ruta turística y informativa de la zona casi sin apenas conocernos.

Amanece en el Old Man of Storr

Vamos a variar un poquillo de tanta foto de otoño que llevo publicadas últimamente y vamos a una del verano pasado en la isla de Skye en Escocia, una clásica vista del Old Man of Storr. Old Man es una forma muy típica que tienen en las islas británicas de llamar a formaciones rocosas que consisten básicamente en grandes columnas de piedra que todavía resisten la erosión de la naturaleza. El Old Man of Storr es desde luego una de las más famosas de ellas.

Para fotografiar el Old Man of Storr teníamos en mente dos posibilidades, de entrada estábamos pensando fotografiarlo cerca de su base. Para ello, el día anterior, dos el grupo de tres que íbamos, nos pegamos la caminata que hay hasta arriba, de unos 40 minutos, sorteando filas y filas de turistas. Pero cuando llegamos a su base nos encontramos un paisaje un pelín más dantesco… estaban rodando una película con el despliegue de medios más grandes que había visto nunca.

Por donde subía la gente había varios operarios apartándola por que venían dos helicópteros a aterrizar con más material o personal. Nos vamos a otra esquina para ver las vistas y nos echan de allí por que estaban rodando un plano con caballos y actores vestidos con trajes medievales. Detrás de todo aquello había varias carpas montadas con material para seguir rodando y guardar a los actores de las inclemencias del tiempo. Teníamos pensado hacer la foto de amanecer, y realmente no nos apetecía madrugar y, al llegar arriba al día siguiente, encontrarnos todo este paisaje.

Así que optamos por la segunda opción, fotografiar desde un lago que había cerca del Old Man of Storr y donde no había nadie rodando una película, la única pega de esta localización es que se ve algo la carretera que discurre a lo largo del mismo.

A la mañana siguiente nos levantamos como dos horas antes del amanecer, conducimos hasta ahí, y nos encontramos con un cuarto fotógrafo que conocíamos y también estaba por la zona. Los cuatro bajamos hasta el borde del lago, tres de nosotros con la suerte de llevar botas de agua, dado que el terreno estaba bastante encharcado. Mientras esperábamos el amanecer, buscamos el encuadre apropiado… con la suerte de que había unas nubes que hacían de boina a la montaña.

Amanece en el Old Man of Storr [Sony A7 II con Canon 70-200f4 IS L. Foto sacada a ISO100, f16 y 0,4 de segundo de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2016.

El resultado es esta foto que podéis ver sobre este texto. Bueno, el encuadre que os he escogido para mostrar, dado que saqué bastantes imágenes esa mañana… Una composición simétrica, para destacar el reflejo del mismo sobre el agua. Tuvimos suerte con el viento, hacía el suficiente para no tener midges molestando, pero no tanto como para que nos estropease la pequeña porción de lago calmada donde se reflejaba la montaña y las nubes, entre las hierbecillas.

Frío amanecer en Ordesa

En este otoño que ya está a punto de terminar pasé unos días en el parque natural de Monte Perdido y Ordesa, una de las zonas más bellas de nuestros Pirineos que os recomiendo visitar alguna vez. Ya era nuestro segundo día ahí y ya teníamos más o menos pensado a donde ir hacer el amanecer, un puente curioso que habíamos visto un poco más abajo del parking de la Pradera de Ordesa.

Llevábamos ya varios días de anticiclón en la zona, así que esa mañana, cuando ya salimos al coche para desplazarnos hasta la zona escogida, ya sabíamos que iba a ser bastante fría. Según subíamos hacia el parking ya vimos que la carretera tenía una buena capa de helada encima… la conducción no era peligrosa, pero cada vez que subíamos veíamos como el termómetro del coche se iba acercando a 0, aunque nunca llegamos a bajar de él.

Una vez allí, y completamente a oscuras, cogemos los trastos y nos ponemos a caminar hacia la zona escogida. Con cuidado dado que parte del camino iba por la carretera y subían coches, tal vez otras personas con intención de fotografiar, aunque lo más probable era que fuesen montañistas que querían empezar temprano alguna ruta por la zona.

Ya sabíamos que la montaña se iba a iluminar, se había iluminado el día anterior, y hoy parecía que aun había menos nubes que el día pasado. Pero siempre, en estas circunstancias, cuando ves que se acerca la hora que se supone que el sol sale a través del horizonte, uno se pone nervioso… viendo como todavía no pilla color la montaña.

Había decidido hacer la foto desde el puente, estaba junto a un compañero y ahí los dos estábamos esperando a que empezase el espectáculo, sin embargo, la tercera persona que venía con nosotros se fue hasta un prado que había al lado. El prado estaba precioso con la escarcha que había caído durante toda la noche.

Al final, cuando el sol empezó a iluminar la montaña, y viendo que mucho más no iba a mejorar la foto desde el puente, decidí correr hasta donde estaba mi otro compañero (y el que estaba a mi lado que se había cansado del puente antes que yo), a ver si conseguía una foto del prado con la montaña con tonos cálidos de fondo. Este fue el resultado:

Frío amanecer en Ordesa

Frío amanecer en Ordesa [Sony A7 II con Canon 70-200f4 IS L. Foto sacada a ISO100, f13 y 1/4 de segundo de tiempo de exposición (4 fotos enfocadas en distintas zonas y unidas después en Photoshop). Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2016.

La foto me hubiese gustado hacerla con algo más de prado delante, pero tenía miedo de que la luz se marchase, y la lente que tenía montada en ese momento era el 70–200, así que está hecha a 70 mm. Eso también hace que tuviese que hacer varias tomas, dado que era imposible tener todo enfocado… tomé unas 4 imágenes enfocadas en distintos puntos, las cuales las revelé de igual manera usando Lightroom para después unirlas todas en Photoshop, para crear una imagen enfocada desde el primer plano hasta la montaña de fondo.

Paseando por el Montseny

Como es habitual todos los años, el primer o segundo fin de semana de noviembre, todo/as los/as fotógrafos/as de la provincia de Barcelona suben corriendo a ver si pillan algo de color de otoño en el Montseny. Habitualmente lo suelo ver como mi última oportunidad de pillar algo de color en los árboles antes de tener que esperar a que llegue la primavera y estos empiecen a sacar ese color verde radiante.

Cuando subimos de noche hasta la zona de Santa Fé desde Sant Celoni nos esperamos lo peor. Ya sabíamos que este otoño no estaba siendo bueno y no esperábamos un gran color. Es más, incluso temíamos que llegaríamos muy temprano. Pero el viento fuerte que hizo toda la noche, junto con la lluvia que calló, incluso nos hizo temer mucho más, la carretera de subida era una alfombra de hojas y ramas que en una ocasión nos tuvimos que bajar del coche para apartarlas del camino. Cuando llegamos arriba pensábamos que no tendríamos ni una hoja en los árboles.

El hayedo del Montseny es complicado de fotografiar, sus hayas son altas y jóvenes, muy pegadas entre ellas, lo cual hace la composición un ejercicio complicado, especialmente cuando la naturaleza no quiere colaborar con nosotros con lago de niebla. Por ese motivo muchos nos pegamos al rio esperando a que este nos ayude a simplificar la composición.

Y fue en el rio donde hice la foto de esa mañana que conservo. En una zona más protegida del viento donde los árboles aún conservaban sus hojas, y con un montón de otras hojas moviéndose por los estanques naturales que forma el rio en esa zona, me puse a buscar composiciones dando el siguiente resultado:

Paseando por el Montseny

Amanece en el Estany Negre [Sony A7 II con Canon 17-40f4 L. Foto sacada a ISO100, f11 y 13 segundos de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2016.

Debí estar como una media hora ahí, sobretodo intentando evitar que algo del cielo saliese en la foto, lo cual es irónico, por que la foto que he decidido conservar precisamente tiene una gran parte de la imagen donde se puede ver ese cielo gris que amenazaba con lluvia. Me ayudé un poco de ese tronco de haya para compensar una zona tan blanca en la imagen y un filtro degradado de transición suave de 3 pasos para oscurecer un poco más esa zona. Creo que la imagen consigue fijar la vista en los dos elementos que consideré principales, las hojas moviéndose en el rio más esa rama que sale de la esquina superior izquierda de la imagen.

Amanecer en el Estany Negre

A principios del mes de octubre mi amigo Alex me dijo de subir hasta el Refugio de Josep María Blanc, en el Parque Nacional de Sant Maurici i Aigüestortes, en Lleida. La idea era pasar allí el fin de semana antes de que empezase la temporada de otoño, la cual nos llevaría a otras zonas no tan altas con árboles de hoja caduca.

No nos informamos mucho antes de subir y la idea que llevábamos en mente, la de usar el Estany Tort de Peguera o el Estany Trullo como primeros planos la tuvimos que desechar rápidamente. Estaban reparando la persa de ambos estanques y no tenían ni gota de agua.

Subimos un poco más arriba para ver como estaba el Estany Negre. Probablemente debido a lo poco que ha llovido este año y la poca nieve que cayó en el invierno, el estany no estaba tan lleno como siempre, lo cual permitía andar por su orilla. Así que decidimos usarlo como lugar principal para nuestras fotos durante el fin de semana… un fin de semana que prácticamente no vimos ni una nube.

Nos levantamos antes del amanecer el domingo, lo cual probablemente hizo que más de uno o una en el refugio donde dormíamos se acordase de nuestra familia y nos fuimos hasta el Estany Negre, a una localización que ya teníamos mirada el día anterior. No teníamos nube hacia las las montañas que esperábamos que pillasen color, pero no sabíamos mucho por donde iba a salir el sol, un montículo nos tapaba la visión.

Cuándo llegamos parecía que ya había una luz rara sobre las montañas, lo cual nos ponía nerviosos sobre que sí que se iban a iluminar. Pero después empezaron a perder relevancia cada vez que había más luz en el ambiente, todavía no había amanecido, pero esto que ya he observado en otras ocasiones, no deja de poner nervioso a uno ¿se iluminarán? ¿no se iluminarán?

Puntuales como un reloj, al minuto exacto que sabíamos que el sol superaría el horizonte, el piquito de la montaña se empieza a poner rojo… unos breves minutos después, esta sería mi fotografía que refleja ese momento:

Amanece en el Estany Negre

Amanece en el Estany Negre [Sony A7 II con Canon 17-40f4 L. Foto sacada a ISO100, f13 y 1/6 de segundo de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2016.

A parte de una buena fotografía, ese viaje me recordó que debería recuperar algo mi forma… ya había hecho esa ruta en el pasado, pero de esta vez la bajada terminó con mis piernas, menos mal que conducía Alex.

El pasado puente del 1 de noviembre estuve con unos amigos dando vueltas por el maravilloso parque natural de Ordesa – Monte Perdido, un paraíso natural que si no habéis visitado, no sé a que estáis esperando.

El tercer día de ese viaje lo dedicamos a buscar oportunidades fotográficas alrededor de la Pardina del Señor y Añisclo. Era un día sin una nube en el cielo, lo cual no suele ser precisamente las mejores condiciones para fotografiar bosque, aun así nos íbamos entreteniendo en cada esquina que nos parábamos.

Ya era por la tarde y había que tomar una decisión… continuar bajando la carretera hacia Sarvisé, donde íbamos parando a cada curva haciendo fotografías a las laderas iluminadas por las últimas horas de sol o regresar corriendo a una posible foto de atardecer del Monte Perdido.

La decisión final fue sacrificar la puesta de sol. Esas laderas daban mucho juego y en cada sitio que parábamos teníamos la sensación de conseguir mejores fotos que en el anterior, hasta que todo quedó en sombra. Después de continuar haciendo alguna foto a grupos de árboles con mezcla de colores interesantes, metemos todo en el maletero y volvemos camino a Broto, el pueblo donde estábamos durmiendo.

Pero el día aun nos tenía preparada una sorpresa, casi llegando a Sarvisé, mi compañero de aventuras me dice que pare y de la vuelta. A riesgo de recibir una buena colleja obedezco y aparco al lado de la entrada de un camino agrícola. Corriendo sacamos de nuevo las cosas del maletero y desde la propia carretera, mirando que no bajase ningún coche muy deprisa, empezamos a fotografiar estas montañas con las últimas luces del día, las cuales no tenemos muy claro como se llaman, pero desde luego estaban al lado, o tal vez en el mismo, parque natural de Ordesa.

Bonita despedida para un buen día

Bonita despedida para un buen día [Sony A7 II con Canon 70-200f4 IS L. Foto sacada a ISO100, f11 y 0,4 segundos de tiempo de exposición. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2016.

Ya cuando hice la fotografía sabía que iba a tener que recortarla. No había tiempo a buscar una mejor localización dado que las luces duraron unos breves minutos, así que los árboles que teníamos en primer plano iban a tener que desaparecer de una forma o otra. El resultado panorámico tengo que decir que me gusta mucho. La foto fue siemplemente editada en Adobe Lightroom.

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