xmp

En mi articulo anterior sobre como es la estructura de ficheros en una biblioteca de Lightroom comenté que todos los ajustes de revelado que hacemos a nuestras imágenes, así como los metadatos que añadimos a la misma (etiquetas, descripción, título, información de copyright… ) se guardan en la propia biblioteca. Si simplemente cogemos el fichero RAW de donde esté en nuestros discos duros, dicha información no estará en el fichero. Hay varias formas de conseguir extraer de forma sencilla dicha información de la base de datos. Veamos cada una de ellas.

Nieve Otoñal en Urbasa

Nieve Otoñal en Urbasa [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f13 y 4 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2013.

Seleccionando y guardando fichero los metadatos de nuestras imágenes:

La primera opción es la más sencilla de todas. Seleccionamos en la galería las imágenes de las que queramos grabar los metadatos a fichero y pulsamos la siguiente combinación de teclas: Ctrl+S en PC ó Commando+S en Mac (también podemos acceder a eso a través del menú: Metadatos -> Guardar metadatos en archivo).

El resultado final será un fichero xmp (salvo si los RAWs son DNGs, leer más adelante) al lado de nuestro fichero RAW original. Tal y como muestra la siguiente figura:

Seleccionando todas las imágenes en el catálogo de Lightroom

Si queremos hacer esto para todas nuestras fotos, la forma más fácil de hacer esto es en el módulo de biblioteca seleccionar el catálogo que contiene todas las imágenes como se muestra a continuación:

Seleccionando todas las imágenes

Y a partir de ahí, seleccionar todas las imágenes: Ctrl+A en PC ó Comando+A en Mac y hacer lo que hicimos antes, guardar los metadatos. Os advierto que si la colección es grande esto llevará mucho tiempo.

La ventaja es que sí ahora vuestro catálogo se estropea, siempre tendréis una copia de los ajustes en el fichero XMP que se ha creado (si abrís el fichero en un editor de texto veréis que es simplemente un montón de texto en formato XML con todo lo que le hicimos a la imagen en Lightroom).

La excepción de los DNGs

Hay un pequeño inconveniente si el formato de los ficheros RAW de nuestra cámara es DNG o hemos convertido nuestra imágenes a este formato en el momento de importarlas (Como ya comenté anteriormente, no vamos a perder calidad por convertir nuestros RAWs originales a este formato).

Cuando guardemos los metadatos a fichero usando el método anterior, para los ficheros DNG no se creará el fichero XMP que los acompaña. DNG es un formato de fichero creado por Adobe y dicho formato ya contempla que se puedan guardar dentro de él los metadatos y ajustes de revelados que hacemos sobre el RAW en una aplicación como Lightroom. La principal ventaja de esto es que así no corremos el riesgo de algún momento perder el fichero XMP mientras movemos las imágenes de un lado a otro.

La principal desventaja es que cada vez que grabemos los cambios, un sistema de backup como Time Machine de Apple o Backblaze volverán hacer un backup del fichero RAW entero, a pesar que la modificación de los metadatos no es ni un 1% del mismo. Time Machine es desde luego el que más sufre, este sistema guarda un histórico de modificaciones que se hace un fichero, cada vez que lo actualicemos, volverá a guardar una nueva copia del RAW, con lo cual nuestro disco de backup corre el riesgo de llenarse rápidamente.

Automatizando el guardar a fichero los metedatos de nuestras imágenes

Si lo comentado anteriormente queremos que siempre se haga cuando cambiemos ajustes de una imagen, la mejor opción en vez de acordarnos de guardar los metadatos cada vez que modificamos algo es automatizar la generación y actualización de dicho fichero XMP por parte de Lightroom.

Para ello, vamos hasta los ajustes de catálogo (en PC ir al menú: Editar -> Ajustes de Catálogo, en Mac ir al menú: Lightroom -> Ajustes de Catálogo). Ahí se nos presentará una ventana como esta.

title

Si seleccionamos en la subventana “Metadatos”, simplemente tenemos que marcar la opción “Escribir cambios automáticamente en XMP”. Cada vez que modifiquemos los ajustes de revelado en Lightroom o añadamos metadatos a la imagen, Lightroom automáticamente actualizará el fichero XMP asociado con dicha imagen.

Exportando a RAW en Lightroom:

Aunque los casos anteriores pueden ser útiles para alguna gente, realmente lo interesante es el siguiente. Imaginaos que queremos mandar a alguien el fichero RAW original, pero queremos que al abrirlo (si también tiene una versión igual o superior a Lightroom o Photoshop CC) vea los ajustes de revelado que nosotros hemos hecho. Una opción es guardar los metadatos como dije antes y buscar en el fichero y el XMP acompañante en los miles y miles de imágenes que tenemos. Poco práctico.

Más fácil es seleccionar la imagen e exportarla. En el menú de exportación de Lightroom, en la sección de “Ajustes de archivo”, seleccionamos simplemente original. Tal como mostramos aquí:

title

A donde le hayamos dicho a Lightroom que exporte la imagen, también exportará ahí el fichero XMP (a no ser que sea una DNG donde, como dije antes, los ajustes de revelado ya van dentro del fichero).

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16 comments

Adobe Lightroom es uno de los programas favoritos de muchos fotógrafos/as, con un gran motor de revelado digital, junto con un gran módulo de biblioteca que nos mantiene las cosas ordenadas y fácilmente recuperables. Pero de vez en cuando tienes esos pequeños momentos de desesperación cuando cambias del módulo de biblioteca al revelado mientras Lightroom se pone a generar la previsualización de la imagen… suelen ser pocos segundos (dependiendo del tamaño de la imagen y potencia de tu ordenador, pero suficientes para desesperarte). Aquí os pongo un par de pequeños consejos que harán Lightroom un pelín más rápido. No son grandes ganancias, pero siempre ayudan.

Indicando a Lightroom que no descarte las previsualizaciones a 1:1

Si nos vamos a los ajustes de catálogo (en Mac: Lightroom > Ajustes de Catálogo, en Windows: Edición -> Ajustes de Catálogo), en en el menú de “Administración de Archivos” deberemos seleccionar “Calidad de la previsualización” “Alta” y “Descartar automática previsulazaciones a 1:1” como “Nunca”). De esta forma, una vez nos genere la previsualización 1:1 Lightroom nunca se descartará de ella. Este tiene un claro inconveniente, el fichero de catálogo a la larga comenzará a crecer mucho más que antes. Yo por mi parte prefiero la ganancia de velocidad a la pérdida de espacio.

Ajustando que Lightroom no grabe automática en fichero XMP los cambios hechos a una imagen

Después, si nos vamos al menú de “Metadatos” yo suelo desmarcar la opción “Escribir cambios automáticamente en XMP”. Lightroom por defecto, cada vez que realizamos un cambio a la imagen, escribe un fichero xmp (o actualiza el DNG si la imagen está en ese formato RAW) asociado a la foto, esta operación requiere ir constantemente al disco duro que es una pequeña merma de rendimiento. Si la desactivamos los cambios de revelado solamente se almacenarán en la base de datos de Lightroom, de mucho más rápido acceso. Esto genera un inconveniente, que si abrimos la imagen desde un editor externo fuera de Lightroom, este no verá los cambios hechos desde este (si abrimos la foto en Photoshop desde le menú de “Editar en” de Lightroom no tendremos este problema). De todas formas, de vez en cuando, podemos seleccionar todas las imágenes en el módulo Biblioteca, pulsar la combinación de teclas CMD+S en Mac o Ctrl+S en Windows y Lightroom actualizará todos los ficheros xmp o DNG de nuestras bibliotecas.

Una de las grandes ventajas de la fotografía digital es la posibilidad de trabajar con ficheros RAW. Como ya dije en otros artículos, disparando en RAW es uno de los primeros pasos de exprimir al máximo nuestra nueva y flamante cámara digital. Pero la ventaja más importante para mí es la edición no destructiva que podemos hacer de una fotografía en RAW una vez la cargamos en nuestro ordenador.

Fernando Alonso - Entranamientos de la Fórmula 1 en Barcelona 2012

Fernando Alonso, Ferrari, y los entrenamientos en Barcelona. [Canon 5D Mark II, Canon 70-200f4L IS USM. F8, ISO1000, 1/640 segundos.] © David García Pérez 2012.

Los programas empleados para procesar RAW como Adobe Lightroom, Apple Aperture, Capture One, etc. procesan los ficheros RAW usando lo que se denomina procesado paramétrico. Según vayamos ajustando los parámetros de los ficheros RAW en cada uno de esos reveladores, estos programas almacenan dichos parámetros en una base de datos, o en el propio fichero RAW (si está en formato DNG), ó en un fichero adjunto (el típico fichero .xmp que aparece al lado de nuestras fotos como por arte de magia). Dichos parámetros pueden presentar un aspecto como el copio y pego a continuación (esto ha sido creado por Lightroom):

   ...
   crs:WhiteBalance="As Shot"
   crs:Temperature="4750"
   crs:Tint="-2"
   crs:Exposure="0.00"
   crs:Shadows="5"
   crs:Brightness="+50"
   crs:Contrast="+25"
   crs:Saturation="0"
   crs:Sharpness="51"
   crs:LuminanceSmoothing="0"
   crs:ColorNoiseReduction="25"
   ...

Cada vez que ajustamos un parámetro en el revelador RAW, este calcula en memoria los efectos que tendría eso sobre la imagen y nos lo muestra al momento. Y aquí hay un detalle muy importante a tener en cuenta, dicho cálculo se hace de forma independiente a como nosotros ajustamos los parámetros. Es decir, sí los ingenieros que crearon el revelador RAW consideran que para obtener los mejores resultados en una foto primero se deben aplicar los ajustes de Exposición, después Brillo, después Contraste, después Temperatura del color, etc. (este orden me lo estoy inventando). Por mucho que nosotros después comencemos ajustando otras cosas como por ejemplo el punto Negro de la foto, después la Temperatura, etc… el programa ignorará nuestro orden y continuará de forma tozuda haciendo lo que considera óptimo.

Por este motivo, muchas veces se dice que no importa que parámetro ajustemos primero en el revelador RAW, dado que este siempre aplicará dichos cambios en la forma que considera óptima. Esta afirmación hay que cogerla un poco con pinzas, dado que aunque el programa aplique las cosas de forma óptima, nosotros necesitamos seguir un cierto orden lógico para hacer las cosas y ver exactamente el efecto final que tendrá dicho resultado en pantalla (por ejemplo, no tiene sentido ajustar primero la exposición para después recortar la foto, pudiendo hacer que tengamos que reajustar la exposición después, ó el caso más típico, nosotros vamos ajustando los parámetros poco a poco, primero exposición, después punto negro, después volvemos ajustar la exposición, compensamos con brillo, tocamos de nuevo el punto negro, hasta que el resultado nos guste, el revelador RAW aplicará dichos cambios una única vez para cada uno de los parámetros).

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