Accesorios

Cuando empecé este blog tenía una idea clara en mente, no iba a convertirme en uno de esos sitios que copian las notas de prensa de todo nuevo producto fotográfico que sale al mercado. Para eso ya tenemos bastantes sitios que hacen un trabajo excelente, y no hace falta que venga yo aquí hacerles competencia. Pero Adobe acaba de lanzar Adobe Photoshop Lightroom 4 (el nombre oficial tiene el Photoshop en el medio, pero nadie lo usa), actualización de mi catalogador, revelador, etc… de fotografías favorito.

Como todo el mundo que empezó en la fotografía digital me obsesioné al principio en entender a manejar hasta la última herramienta de Photoshop, ya hace unos años. Pero con el paso del tiempo se ha convertido en una herramienta prescindible para mí, el 99% del trabajo que hago en mis fotografías se hace en Lightroom, Photoshop simplemente lo uso para cosas tan puntuales que podría vivir perfectamente con él. Es más, ahora que Lightroom 4 viene con un módulo de soft-proofing/prueba de pantalla incorporado, mis visitas a Photoshop van a ser testimoniales.

Soft-proofing junto con el nuevo panel básico que me parece mucho más intuitivo que el anterior, a parte de obtener mejores resultados al revelar fotografías RAW, son las dos cosas que por si solas ya me merecen la pena para actualizar. Hay otros detalles que me parecen interesantes, como la posibilidad de geolocalizar fotos o imprimir libros en Blurb, pero que perfectamente podría vivir sin ellas.

Esas dos últimas características vienen más que nada de la competencia con Apple Aperture, competencia que me parece de lo más sana, sino, mirar que bajada de precio ha tenido en los últimos meses Lightroom, Apple está siendo muy agresiva con el precio de sus aplicaciones profesionales, y a pesar de que no las uses, indirectamente te puedes beneficiar de ello.

Y lo mejor de todo, es que ahora ya puedo disfrutar de varias horas de vídeo tutorial de Luminous Landscape.

Antes de comprarme mi rótula de bola, la Arca Swiss Z1, ya sabía que uno de los accesorios que iba a considerar imprescindibles para la misma es lo que se denomina una zapata en forma de L, muchas veces referenciada por su término en inglés: L-Bracket ó L-Plate.

L Bracket de Really Right Stuff

Hasta el momento, tenía una rótula de bola tipo joystick, la Manfrotto 322, con la cual era bastante cómodo colocar la cámara en posición vertical a la hora de sacar la foto. Con las rótulas clásicas de bola, colocar la cámara en posición vertical, primero hay que poner la rótula en la ranura para tal efecto, y después el ajuste de la misma, personalmente, me parece bastante más coñazo.

L Bracket de Really Right Stuff montado en una 5D Mark II de Canon

La zapata en forma de L solventa este problema de una forma rápida y elegante. Al mismo tiempo de añadir un enganche para el trípode por la parte inferior de la cámara, la estructura de aluminio de la zapata se extiende hacia uno de los bordes de la cámara presentando con un ángulo de 90 grados un segundo enganche para el trípode. De esta forma, simplemente soltando nuestra cámara con una rótula de sistema de agarre rápido, y volviéndola a enganchar de nuevo girando la cámara 90 grados, podemos sacar tanto fotos horizontales como verticales de una forma extremadamente rápida.

L Bracket de Really Right Stuff montado en una Canon 5D Mark II

El modelo concreto que he comprado es de la casa Really Right Stuff y está fabricado específicamente para la cámara Canon 5D Mark II. Esto significa que se adapta a la perfección a la cámara, pero tiene el inconveniente que hace imposible que sea usado con otro modelo, es más, la zapata en forma de L que yo tengo no es compatible con el grip para dicha cámara. Está fabricado en una única pieza de aluminio, haciéndolo al mismo tiempo muy resistente y ligero. Este modelo en concreto encaja en cualquier rótula que use un sistema de enganche compatible con Arca-Swiss.

L Bracket de Really Right Stuff montada en una Canon 5D Mark II sobre una rótula Arca Swiss Z1

Existe soluciones de otras marcas como Kirk Enterprises que también fabrica modelos específicos para cada cámara. Existen modelos genéricos, de diversos fabricantes, que ofrecen la ventaja que son compatibles con cualquier cámara (dentro de unos límites), pero al no adaptarse a las formas de la cámara, corres el riesgo de que si está un poco floja la zapata, esta gire sobre sí misma mientras haces la foto.

L Bracket de Really Right Stuff montado sobre una Canon 5D Mark II sobre una rótula Arca Swiss Z1

¿El principal problema de estas cosas hechas a medida y tan específicas? que son ridículamente caras para lo que realmente son. Más aún si tenemos en cuenta que no existe ningún distribuidor europeo de Really Right Stuff y hay que pagar aduanas por encima del precio que tienen.

Rótula Arca-Swiss Z1

El año pasado no empezó bien para mi trípode, un un problema tras otro mostraban el mal criterio a la hora de la compra que hice hace dos años, poco a poco iba tirando, pero llegó el momento de reconocer la verdad, necesitaba un trípode nuevo. Como el problema más crítico era la rótula, comencé el cambio por ella. La idea es ir comprando las cosas poco a poco, para que el desembolso económico sea escalado durante este año. Más que nada por qué ahora quiero algo que aguante durante muchos años mi ritmo fotográfico, y eso, no sale barato.

Rótula Arca-Swiss Z1

Dando vueltas por internet, mirando análisis, foros, etc. ya había una clara candidata, la la Arca Swiss Monoball Z1. Hubo otras pretendientes por el camino, Really Right Stuff BH-55 fue una de ellas, pero teniendo en cuenta que había que pagar aduanas, a parte de que cualquier reparación significa mandarla a Estados Unidos, rápidamente quedó descartada. Estuve también tonteando con la idea de comprar una Arca Swiss D4m. En este caso, lo que me echó para atrás, a parte de que el precio es el doble que el de su hermana, es que también pesa significativamente más, mi espalda iba a resentir esas excursiones montañeras que últimamente hago.

Rótula Arca-Swiss Z1

A pesa de que Arca Swiss no es una compañía muy conocida en España, su reputación como una de las mejores fabricantes mundiales de rótulas de trípode y cámaras técnicas es ampliamente conocida entre fotógrafos de naturaleza y arquitectura. Tal vez tanto, que curiosamente en este mundo digital, esta compañía todavía no tiene página web, lo cual realmente dificulta un poco conocer las características de sus productos.

La Arca Swiss Monoball Z1 es sustituta la veterana Arca Swiss Monoball B1, modelo referente de las rótulas de bola durante muchos años. Con un peso de solo 680 gramos puede aguantar hasta 55,3 Kg (no es que le vayas a poner una cámara tan pesada encima, ni vayas a comprobar que realmente puede con lo que dice el fabricante, pero te aseguras que realmente va a aguantar tú cámara sin problemas). Una de sus características más llamativas es que su bola realmente no es esférica sino elíptica, haciendo que cuando inclinas la cámara hacia adelante, atrás o los lados, teniendo cada vez más peso fuera del eje principal del trípode, la rótula automáticamente se endurece para compensar los efectos de la gravedad, consiguiendo que los ajustes de la posición de la cámara sean lo más suaves posibles. Que yo sepa, ninguna otro rótula de bola posee esta característica.

Rótula Arca-Swiss Z1

Los controles de la z1 son en sí bastante simples. Tiene una rueda principal para ajustar fijar o aflojar la bola. Está graduada de 0 a 12, siendo 12 la posición dónde en teoría es imposible mover la bola (desde luego haciendo fuerza con las manos yo no lo consigo, después de todo en teoría en esa posición es capaz de aguantar 53 Kg). En mi caso particular, con mi Canon 5D Mark II con una lente Canon EF 70-200mm f/4L IS USM (la combinación más pesada que tengo), más allá de la posición 5 se queda fija como una piedra. Sin aflojar del todo la rueda nos permite hacer pequeño movimientos de corrección de encuadre sin mucha dificultad. Hay que indicar que cuando apretamos la rosca para fijar la cámara, al contrario que lo que pasaba con mi antigua rótula, el encuadre no se mueve lo más mínimo, haciendo que este proceso sea al mismo tiempo lo más rápido y preciso posible.

La propia rueda de ajuste de la dureza posee otra rueda más pequeña que nos permite ajustar la dureza mínima, ideal si tenemos una lente muy pesada encima y no queremos que al aflojar la rótula el propio peso de la lente haga que se mueva con demasiada brusquedad. Particularmente no me he molestado en ajustar esto, es fácil notar cuando la bola empieza a soltarse. Por último, tiene una pequeña palanca en la base de rótula que nos permite hacer que esta gire 360 grados sobre sí misma, ideal para hacer panorámicas. La base está marcada en una escala de 5 grados para hacerte de guía en dicho proceso, aunque a mí realmente no es que se me antoje muy práctico.

Rótula Arca-Swiss Z1

Lo que sí me costó un poco decidirme es el tipo de enganche de zapata. Obviamente, usa zapatas del tipo Arca Swiss, de las cuales hay una gran cantidad de fabricantes (hablaré de esto en futuros artículos). Básicamente se podrían resumir las opciones en dos, tipo quick-lock (cierre rápido), o de tornillo. Por lo que leí en diversos foros, las de cierre rápido tienen dos deventajas, primero, que tienen mayor tendencia a estropearse con el largo del tiempo, y segundo, es que necesitan ser ajustadas en caso de que uses zapatas de diferentes fabricantes. A pesar que incluyen una rosca especialmente diseñada para eso, me parecía un auténtico coñazo. Así que al final opté con ciertas reservas por al opción de tornillo, y la verdad es que estoy contento con ella.

Canon 40D sobre Rótula Arca-Swiss Z1

No todo iba a ser positivo, esta rótula presenta un par de puntos negativos. De entrada, el nivel que hay sobre el enganche de la zapata me parece completamente inútil, una vez puesta la cámara encima, resulta difícil verlo con claridad. Mi vieja rótula Manfrotto la verdad es que resultaba más cómoda en cuanto ese aspecto. Por otro lado, la rótula presenta solamente una hendidura lateral, con lo cual, si queremos sacar fotos en posición vertical es un pelín más incómodo, otras marcas suelen poner dos hendiduras, haciendo la vida del fotógrafo más fácil (sobre este pequeño problema ya hablaré en un futuro artículo).

Auga verde nas Furnas

Verde auga nas Furnas [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 70-200f4L IS USM. Filtros: Polarizador Heliopan. Exposición: ISO100, f10 y 13 seg. Toma sacada con trípode (Rótula Arca-Swiss Z1), disparador remoto, y espejo levantado.]. © David García Pérez 2011.

Teniendo en cuenta el precio que tiene la rótula, espero que la inversión me salga buena a la larga, el antiguo modelo, la Arca-Swiss B1 sigue siendo usada por fotógrafos profesionales de todo el mundo, durante años y años, esperemos que la Z1 también de los mismos resultados.

Habitualmente la forma más rápida, barata y sencilla para revisar una impresión fotográfica es simplemente ponerla a la luz de día. Buscar un sitio en la casa de uno donde tengamos una buena iluminación, uniforme, de luz diurna, cuanto más cerca del medio día mejor, y comparar la impresión a lo que vemos en el ordenador. Obviamente esa solución no es ideal para todo el mundo, sobretodo en mi caso, hacemos la mayor parte de nuestras impresiones de noche.

Solpor en Valdoviño

Solpor en Valdoviño [Cámara: Canon 40D. Lente: Canon 17-40Lf4. Filtros: Polarizador Heliopan y Singh-Ray Graduado Inverso de 3 pasos. Exposición: ISO100, f13 y 0.5 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.] © 2011 David García Pérez.

El principal problema de ver las fotos con luz artificial, es que si esta luz no está controlada, hará que nuestras impresiones parezcan más verdosas (si usamos luces fluorescentes) o amarillas de lo que realmente son (si usamos bombillas incandescentes). Para evitar dichos problemas y poder revisar las impresiones de forma fiable, lo que suele hacer la gente es adquirir una pantalla de visualización de imágenes como puede ser la serie PDV-e de GTI. Dichas pantallas vienen con unos tubos de luz calibrados para dar una luz lo más parecido a luz diurna, permitiendo de esta forma una revisión fiable de nuestras impresiones. El principal problema es el precio de las mismas.

Una solución más económica es la lámpara Grafilite de la empresa Colour Confidence. Utiliza una bombilla florescente de la casa OttLite especializada en fabricar lámparas y bombillas que den la luz más similar a la diurna posible, haciéndoles ideales para revisar fotografías.

Grafilite es una lámpara pequeña y cómoda de guardar. Se cierra sobre sí misma, y cuando se abre, al igual que cuando abres la puerta de la nevera, la lámpara se enciende. El hecho de que sea pequeña también presenta el problema de que para impresiones grandes hace difícil que la lámpara las pueda iluminar de forma uniforme. Al mismo tiempo, si imprimes en una superficie brillante o semi-brillante como suelo hacer yo, hace falta curvar un poco la fotografía para evitar reflejos.

Grafilite en Acción

Grafilite en acción.

La lámpara viene con una especie de tela de plástico gris para poner debajo de nuestras fotos para evitar que el color de la mesa nos influya a la hora de revisar nuestras impresiones. Debido a su tamaño hace que sea bastante inútil y yo ya ni me he molestado a sacarla de la caja. Por otro lado, dado que la lámpara no permite ajustar la intensidad de la luz mostrada, como suelen hacer soluciones más caras, hacen que seamos nosotros los que tengamos que ajustar nuestros monitores para poder compara una imagen mostrada en la pantalla con respecto a la mostrada en una impresión iluminada por la lámpara.

En definitiva, una solución que me resuelve el pequeño problema de revisar mis impresiones a cualquier hora, con sus carencias, pero al alcance de mi bolsillo.

Problemas con el trípode

Cuando empecé a interesarme por la fotografía, uno de los componentes que no le presté mucha atención a la hora de comprarlo fue el trípode. El primer trípode que compré era completamente inadecuado para mí cámara, el porcentaje de fotos movidas por su culpa era increíblemente alto, aunque por supuesto, yo le echaba la culpa o a mí cámara, o a mí lente, o mí mismo. ¡Iluso de mí! Pero un día, acompañando a mí hermano a comprarse un trípode nuevo para él, acabó pasando lo que tenía que pasar, yo allí viendo como mi hermano escogía rótula y trípode empecé a tener esa sensación de culo veo, culo quiero, y me acabé comprando otro para mí.

Puesta de Sol en Bardenas Reales

Puesta de sol en Bardenas Reales [Cámara: Canon 5D Mark II. Lente: Canon 70-200f4 IS. Filtro: Hoya Polarizador HD. Exposición: ISO100, f16 y 0.3 seg. Toma sacada con trípode, disparador remoto, y espejo levantado.] © 2011 David García Pérez.

El cambio lo noté al momento. La mejora en nitidez de mis imágenes sacadas con trípode se incrementó notablemente. Fue como una pequeña revelación. La calidad técnica de mis imágenes mejoró de forma considerable y mi fotografía en general también. Hay muchas personas que odian los trípodes, pero a mí me encantan, me fuerzan a ir más lento. Me fuerzan a pensar el encuadre. El hecho que realmente lleve tiempo colocar el trípode en posición y encuadrar después la imagen me ayuda a pensar si realmente la fotografía que quiero tomar merece la pena. Aunque bueno, muchas veces me pasa que cuando está todo listo y estoy a punto de pulsar el disparador, veo otro encuadre mejor que en mi mente dará mejores resultados que el anterior.

Pero mi idilio solamente duró 2 años. El trípode comprado no ha aguantado mi ritmo, y eso que yo solamente voy hacer fotografía los fines de semana y en vacaciones, vamos cuando mi trabajo del día a día me lo permite. El primer problema lo noté a principios de este año. Las patas del trípode empezaron a fallar, extender el primer tramo de las mismas requiere bastante fuerza. Las desmonté, las limpié lo mejor que pude pero aún así el rozamiento entre los tubos que conforman las patas hace que sea complicado extenderlas. Esto es una incomodidad al principio de cualquier sesión fotográfica, de un minuto, que no afecta a la calidad de las fotos, por lo que por el momento sigo tirando con ellas. Aunque en mi cabeza ya tengo escogidas el modelo que las sustituirá.

Pero los problemas de verdad empezaron con mí rótula Mafrotto 322RC2. A principios de Octubre me acerqué hasta el Parque Natural de Ordesa – Monte Perdido, madrugón por la mañana para pillar la primera luz del día, caminata a oscuras, encuentro un encuadre, monto la cámara en el trípode, y veo como la rótula no da aguantado el peso de la misma, comenzando a inclinarse hacia un lado, haciendo imposible sacar ninguna foto. Mañana para disfrutar del paisaje con mis propios ojos y mí cámara a la espalda.

Una vez en casa, una búsqueda rápida por internet averiguo que hay un tornillo en la rótula que se puede aflojar y que requiere ser apretado pasado cierto tiempo. Pero la pobre nunca volvió ser la misma, no doy encontrado el punto donde ese tornillo o está muy apretado, haciendo que sea muy difícil mover la rótula para encontrar el encuadre que quiero, o está muy flojo haciendo que la rótula no sea capaz de aguantar el peso de la cámara.

Problemas de estabilidad del trípode

Como se puede apreciar en al captura, la imagen de la derecha ha perdido gran detalle en las texturas de la loma de la montaña, en comparación con la imagen de la derecha. Ambas imágenes fueron sacadas en ambas condiciones y reveladas igual.

Más o menos fui tirando poco a poco hasta que cambié de cámara a principios de Noviembre. No estoy muy seguro si mi rótula ya ha dicho basta, o si al tener una cámara con un sensor de el doble de resolución, problemas que ya estaban ahí se acentúan más. Cada vez que hago fotos con mi Canon 70-200f4 IS, tengo que dejar reposar la cámara antes de disparar, y si hace un poco de viento, esperar a que el viento se calme. Ahora mismo conecto un disparador remoto a mi 5D Mark II, enfoco manualmente con liveview, y dejo el liveview a zoon 10x, me fijo en la pantalla y cuando la imagen está estática saco la foto. Es la única forma que he encontrado de asegurarme resultados óptimos en estas condiciones.

Ahora mismo estoy en camino de solucionar este problema, que por desgracia para mí cartera pasa por el cambio completo de trípode. Aunque por el momento solamente me he comprado una rótula Arca Swiss Z1 y más adelante ya cambiaré el trípode en sí. En mi cabeza está el extra caro Gitzo Systematic 3451, aunque no corre tanta prisa como él otro cambio, así que será algo que deje para el futuro. El objetivo final es conseguir tener un trípode que espero que me dure años, y años, y años.

Los filtros UV son esos filtros transparentes que te suelen vender en las tiendas nada más compras la cámara, mientras el dependiente trata de convencerte de ellos, tu piensas que realmente no valen para nada. Y fotográficamente hablando tendrás razón, a no ser que estés comprando una cámara de película.

Los filtros UV sirven para filtrar la radiación Ultravioleta, radiación que en película fotográfica antigua podía provocar que la imagen saliese menos nítida de lo deseado. Sin embargo, películas fotográficas modernas así como las cámaras digitales no se ven afectadas por dicha radiación (el Talón de Aquiles de las cámaras fotográficas digitales es la radiación infrarroja, que está al otro lado del espectro visible en comparación con la radiación ultravioleta, toda cámara digital delante del sensor lleva pegado un filtro infrarrojo).

Filtro UV. © 2011 David García Pérez

Por otro lado, hay que tener en cuenta, que los filtros UV de baja calidad, esos baratos que siempre nos intentan colar en las tiendas, tienen precisamente el efecto contrario, pueden ser perjudiciales para la calidad de la imagen. No podemos gastarnos más de 600 euros en una lente y después ponerle delante un filtro que nos costó 5 euros sin que este nos introduzca brillos y destellos en nuestras imágenes.

Sin embargo, si el filtro es bueno, la probabilidad de destello es mínima, y siempre nos vale para otra cosa, proteger la lente. Cualquier cosa que intente chocar contra nuestra lente chocará antes contra el filtro. Además, que lo que se ensuciará será el filtro y no nuestra lente. Este es un factor a tener en cuenta, sobretodo en el caso de que queramos revender la lente en el futuro.

Pero en cuanto a mejora en la calidad de imagen, ignorar lo que pone en la caja del filtro, en cuanto ese aspecto no hacen nada de nada. Si no os quedó claro, siempre podéis ver este vídeo de la fotógrafa Samantha Chrysanthou y Darwin Wiggett:

Después de 3 entradas sobre polarizadores creo que ya ha llegado la hora de hablar del caso típico para el que se usa un polarizador, o al menos, al que piensa casi cualquier persona en primer lugar: para intensificar los cielos. Como ya he comentado en los ejemplos anteriores, en ambos casos solamente he ajustado el punto de blanco y negro de la imagen.

Imagen 1 – Cadí-Moixeró – «SIN Polarizador». © 2011 David García Pérez

Este primer ejemplo es la imagen sacada sin el polarizador delante de la misma. En al siguiente imagen se puede apreciar claramente las ventajas del polarizador.

Imagen 2 – Cadí-Moixeró – «CON Polarizador». © 2011 David García Pérez

En ella vemos como el cielo tiene un azul más oscuro, y el contraste en las nubes es más pronunciado. También ha mejorado ligeramente las montañas, que parece más nítidas. Este efecto, se consigue cuando la imagen que queremos sacar está a un ángulo de 90 grados con respecto al sol.

Realmente no he puesto este ejemplo al principio por qué conseguir un resultado muy similar en el ordenador no debe ser muy difícil. Yo personalmente soy de la opinión que si la lente que tenemos lo permite, es más rápido usar un polarizador que andar después editando en el ordenador.

La mayor parte de mis fotografías están tomadas en temperaturas que deben oscilar entre los 10 grados celsius a los 30 y pocos. Bajo esas circunstancias no había notado para nada el fenómeno típico de las baterías de litio (las que se usan habitualmente en cámaras digitales), en el cual cuanto más frío hace, más rápido pierden su capacidad. Estas pequeñas excursiones que estuve haciendo durante esta primera parte del año a los Pirineos me están recordando lo contrario.

Las baterías de litio están diseñadas para funcionar bien en determinado rango de temperaturas, y al igual que los humanos no les gusta mucho ni el frío ni el calor, en condiciones extremas. Si salís con vuestra cámara hacer fotos lo que menos deseáis es que la batería os deje tirados. Con frío bajo cero realmente es increíble ver lo que se reduce el tiempo de uso de batería de litio. Así que uno de los consejos a seguir que probablemente ya escuchasteis en muchas ocasiones es mantener vuestras baterías calientes. Lo habitual es meterlas en algún bolsillo interior de vuestra ropa, de esta forma se mantienen a una temperatura decente y son capaces de conservar mucho mejor la carga.

Otro pequeño truco, es cuando una batería os deja de funcionar en condiciones de frío, cambiarla por uno de repuesto, y esta batería ya gastada guardarla de nuevo en un bolsillo interior vuestro. Al rato, cuando regrese a una temperatura más elevada, la podéis meter en la cámara de nuevo y os dará para sacar unos cuantos disparos más, hasta que se vuelva a enfriar y deje de suministrar carga eléctrica. Incluso otro consejo útil, es disparar durante varios minutos con una batería, y cambiarla periódicamente con otra que mantengamos caliente, de esta forma estiraremos la carga de ambas lo máximo posible.

Llevo dos artículos sobre los beneficios de un filtro polarizador a la hora de sacar algunos tipos concretos de fotografías (fuera del mundo de la fotografía de la naturaleza puede que su uso no interese lo más mínimo). Pero obviamente también existen desventajas, que hay que tener en cuenta a la hora de fotografiar:

  • Es un elemento más delante de tu sensor – Te gastas un montón de dinero en las mejores lentes que tu cartera te permite, para después ponerle delante de la misma un polarizador que te costó 10 euros. Pues va a ser que tu polarizador haga que todo el dinero gastado en la lente no valga para nada. El polarizador es otro elemento óptico delante del sensor, y la imagen final que produzca la cámara será tan buena como la del elemento con la peor calidad que pongas delante de ella.
  • Impide el paso de luz – Al poner una polarizador delante de la lente observarás como el indicador de tiempo de exposición te dice que necesitas más tiempo de exposición para hacer la misma foto, en las mismas condiciones de luz, a no tener un polarizador delante de la lente. Mi mejor polarizador que uso casi el 99% del tiempo a la hora de realizar fotos de paisaje quita dos pasos de luz. Esto quiere decir, que si antes de poner el polarizador delante de la lente necesito 1/60 segundos de exposición para hacer la foto, al poner el polarizador delante este tiempo se expande a 1/15 segundos. Si estamos disparando a mano, sin trípode, esto puede significar la diferencia entre que una foto salga movida o no. Por esto motivo muchos fotógrafos prefieren la gama de polarizadores LB de Singh-Ray, que quitan solamente 0.7 pasos de luz, aunque su precio los hacen prohibitivos para muchos de nosotros.
  • Puede crear destellos – Al poner una superficie de cristal delante de la lente, la luz al pasar a través de ambos elementos puede reflejarse entre los mismos provocando lo que se conoce como destellos. Algunas marcas de polarizadores incorporan varias capas de revestimiento sobre los mismos para precisamente evitar este tipo de problemas.
  • Es otro parámetro más a ajustar mientras sacas la foto – Si te parecía complicado tener que prestar atención al tiempo de exposición, iso, apertura, enfoque… mientras sacabas la foto, ahora tienes un factor más a tener en cuenta. Si mueves la cámara tendrás que volver a reajustar el polarizador para conseguir el efecto deseado.
  • En angulares puede provocar desuniformidades – Uno de los problemas más conocido de los polarizadores es a la hora de usarlos con lentes angulares, en particular si fotografiamos cielos, el polarizador puede provocar que una zona del cielo sea mucho más brillante que otra zona. Este es un efecto de amor odio entre muchos fotógrafos, algunos les encanta, otros lo odian. La imagen que cierra este artículo se puede apreciar claramente este fenómeno.

Liencres . © 2010 David García Pérez

Tal y como había prometido, sigo con mi miniserie de artículos sobre las ventajas del filtro polarizador, desde mi punto de vista, uno de los filtros imprescindibles en la mochila de cualquiera que quiera hacer fotografía de naturaleza. Al igual que en el caso anterior, volvemos a ver las ventajas del filtro polarizador a la hora de fotografiar agua.

En esta ocasión el ejemplo nos lo va a prestar la Costa Brava catalana. La primera imagen está tomada sin polarizador. El único ajuste que tiene es el de punto de negro y blanco con Adobe Lightroom, ningún otro parámetro ha sido tocado.

Imagen 1 – Costa Brava – «SIN Polarizador». © 2011 David García Pérez

La segunda imagen del artículo, es la misma toma sacada segundos después, pero con la diferencia que he colocado un filtro polarizador delante de la lente y girado mientras me fijaba en el agua, hasta llegar al punto donde viese el fondo del mar lo más claramente posible (obviamente el agua tiene que ser transparente para poder hacer esto, en caso contrario lo que hará será obscurecerla, al eliminar la luz polarizada de la misma).

Imagen 2 – Costa Brava – «CON Polarizador». © 2011 David García Pérez

Desde mi punto de vista la imagen 2 es más atractiva, a parte de tener un aspecto más natural que la anterior. Al mismo tiempo, se puede observar un cambio en los colores de las rocas, en particular las de la derecha de la imagen. Sus tonos están más saturados, y de nuevo, en Adobe Lightroom solamente he ajustado los puntos de blanco y negro. Pero creo que la imagen 3 detalla de forma mucho mejor el efecto del filtro. En la imagen de la izquierda podéis ver un zoom de la imagen 1 (sin polarizador) frente a la ampliación de la imagen de la derecha, imagen 2 (con polarizador).

Imagen 3 – Comparando en Lightroom. © 2011 David García Pérez

No sé si se puede conseguir dicho efecto con Photoshop, desde luego yo no sé como lograrlo, pero la verdad, creo que es más rápido el uso de un polarizador que procesar la imagen después. Aunque bueno, después de hacer dos artículos sobre polarizadores, tal vez debería comentar las desventajas del mismo.

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