Aprovechando que este fin de semana pasado pude disfrutar de una Olympus OM-D EM-1 prestada, decidí que era momento de revisar un poco el primer vídeo de fotografía que grabé para este blog: Enfocando Manualmente con LiveView. Han pasado unos cuantos años desde aqulla.

En esta ocosaión me focalizo en una utilidad nueva que traen ultimamente algunos modelos de camaras: focus peaking. Con esto, la cámara nos indicará que zonas de la imagen están enfocadas a traves de un color falso, de esta forma fácilmente podemos comprobar que toda la escena está enfocada.

Clyde Butcher en TEDx

Clyde Butcher es sin duda una de mis fotógrafos en blanco y negro favoritos. Sus imágenes características del paisaje menos conocido de Florida son magníficas, y más aún si ves el equipo con que las toma, unas cámaras hechas a medida de largo formato que llevan una película (sí, nada de digital aquí) más grande de 12″ (304 mm).

El vídeo que os muestro a continuación es su charla en uno de los eventos TEDx. En dicha charla (en inglés) nos comenta como fue su progreso fotográfico, desde que dejo su carrera como arquitecto, pasando por su trabajo en color, hasta que decidió arriesgarse y empezar de nuevo a trabajar en blanco y negro, mercado que en teoría le generaría menos dinero, y donando parte de su trabajo a instituciones y asociaciones para defensa de la naturaleza.

Tenía pendiente desde hace un par de meses narrar nuestras peripecias por el último condado que visitado en nuestro viaje a Irlanda, uno de los más famosos para los amantes del paisaje y la fotografía de naturaleza: Co Kerry.

Quedaban 3 días de viaje y nos volvimos a levantar por última vez al lado de los acantilados de Moher, intentando fotografiar de nuevo un amanecer en la zona. No hubo suerte, unas ligeras pinceladas de color y de vuelta la lluvia. Co Clare se despedía de nosotros como nos había recibido. Tocaba el momento de empezar nuestro camino a la península de Dingle, en el condado de Kerry.

Anochece en Dingle

Anochece en Dingle [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f13 y 0,3 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Después de dejar las cosas en el hotel nos vamos a explorar la zona de Dunquin Pier, la idea era fotografiar ahí la puesta de sol. Como siempre nos liamos y nos lleva la exploración más tiempo del necesario, así que corriendo de vuelta para cenar en el primer restaurante que nos encontremos.

De regreso a Dunquin Pier tomamos varias fotos por el camino, apartándonos a un lado cada vez que pasaba un coche por la estrecha carretera. Durante la puesta de sol comienza el estrés, la foto inicial con el Dunquin Pier no me convence cuando el espectáculo de luces comienza, así que toca moverme por la zona, cada vez más atraído hacia las dos islas que se veían al fondo: Great Blasket y Irishtooskert (entre otras).

Fotografiando en Dunquin Pier

Fotografiando en Dunquin Pier. © Manel Galera Medina 2014.

Al día siguiente ya nos marcharíamos de la zona. La lluvia de nuevo nos estropearía el amanecer y como de esta vez sí que teníamos tiempo, exploramos un poco más la zona de Dingle para guardar en la mente posibles localizaciones en el futuro, después de todo, por una vez en este viaje, nos sobraba el tiempo.

Lluvioso día en Killorglin

Lluvioso día en Killorglin [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f13 y 1/125 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Llegaríamos al mediodía a Killarglin, el pueblo donde habíamos reservado nuestro último bed & breakfast del viaje. Comemos por la zona y ponemos camino a Killarney, el pueblo más importante de lo que se conoce como el anillo de Kerry, una de las carreteras que cada esquina esconde una joya para la gente que le guste la naturaleza.

Últimas horas de luz en el Castillo de Ross

Últimas horas de luz en el Castillo de Ross [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f13 y 0,5 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Nuestra entrada en Killarney no fue muy exitosa. Un grandioso atasco nos esperaba. Parecía que si la mitad de Irlanda estuviese ahí de vacaciones. Con un poco de paciencia conseguimos cruzar el pueblo y ponernos a explorar los alrededores del lago Leane. Como siempre, y en la dinámica ya curtida durante el viaje, estábamos oteando posibles localizaciones para fotografiar el amanecer al día siguiente.

Antes de cenar nos dirigimos al castillo de Ross, zona donde planeábamos hacer la puesta de sol y queríamos ver antes de cenar, para tener una idea de lo que nos podíamos esperar. Con la experiencia del atasco anterior, decidimos dejar el coche a la entrada del pueblo y acercarnos caminando hasta algún sitio a cenar. No queríamos volver a experimentar el atasco de hace unas horas.

El sol se esconde en el lago

El sol se esconde en el lago [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f13 y 0,3 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Después de cenar llego el momento de fotografiar la puesta de sol. Una vez llegamos al lago y pudimos ver como estaban las cosas parecía que la puesta de sol podría prometer mucho. Curiosamente de esta vez no hubo muchas peleas por la localización, cada uno de nosotros se fue a una esquina diferente.

Tuvimos 3 momentos claramente diferenciados durante esta puesta de sol. De entrada, posicionado para pillar la fotografía de los últimos rayos naranjas del sol golpeando el castillo. Pensaba que eso no iba a ocurrir, dado que el tiempo pasaba y el castillo seguí bajo la sombra de las nubes, pero cuando rompió, aquello se convirtió en un naranja increíblemente saturado que ilumino completamente el viejo castillo medieval.

Estelas de Luz

Estelas de luz [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f13 y 0,6 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Justo después de fotografiar el castillo, corriendo a otro lado del lago a empezar a fotografiar el espectáculo de luces de la puesta de sol y las nubes que había alrededor. Irlanda parecía que se quería despedir de nosotros por todo lo alto. Mientras unos recogían sus barcas de remos después de una jornada deportiva por el lago, nosotros fotografíabamos como locos los últimos rayos de sol.

Cascada de Torc

Cascada de Torc [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f13 y 1,3 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Cuando la hora azul se hizo presente, tocó volver a mirar al castillo, ahora con las nubes azules de fondo y este iluminado artificialmente. Realmente esta era la única foto que tenía en mente cuando llegué ahí. Después de la sesión es probablemente la foto menos interesante de todas las que hice.

Al día siguiente el amanecer sería de lo más soso y realmente ni me he molestado a trabajar ninguna de las fotos que hice en esa sesión. Después, durante el día, nos dedicamos a recorrer diferente localizaciones del anillo de Kerry, evitando los momentos de intensa lluvia. La verdad es que es una zona que uno puede perderse simplemente haciendo fotos.

El atardecer no depararía mucho y al día siguiente tocó levantarse para ir a coger el avión a Dublin. Nuestro periplo irlandés había terminado… habrá que volver en el futuro.

No, si solamente hace falta hablar para que pase lo que dices. Comentaba en mi primera entrada sobre flujo de trabajo en Lightroom que a lo mejor tendría que volver a reescribir parte de lo que decía cuando Adobe sacase la nueva versión de Lightroom, que supondría que sería este año (no hace falta ser muy adivino para esto último).

Castell d'en Plaja

Castell d’en Plaja [Canon 5D Mark II con Canon 70 -200f4L IS. Toma sacada a IS0100, f13 y 0,8 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

Ayer publicaban en el blog oficial de Lightroom los requerimientos mínimos que tendrá que tener nuestro Windows o Mac OS para poder ejecutar la última versión del programa. En el caso de OS X, la versión mínima del sistema operativo será 10.8 (Mountain Lion) y, para los sistemas de Microsoft, Windows 7, 8 y 8.1, eso sí, en sus versiones de 64 bits.

Según Adobe, esta información la suministran con cierta antelación para que la gente se vaya preparando para lo que llegará a lo largo de este año.

Sí trabajamos con Lightroom en algunas ocasiones (o muchas ocasiones, dependiendo de cada uno) exportaremos nuestras fotos a Adobe Photoshop para continuar con su edición. En este momento es importante que dicha exportación la hagamos con la mayor información posible, dado que después no habrá vuelta atrás (bueno, si seleccionamos “Abrir como objeto inteligente en Photoshop…” la cosa cambia un poco, pero eso ya es otra historia).

Anochece en Cala de la Roca del Paller

Anochece en la Cala de la Roca del Paller [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f11 y 5,6 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Lightroom, a diferencia de Photoshop, no nos dejará tocar nada de manejo de color para la edición de las fotos dentro de él (si exceptuamos soft-proofing a la hora de imprimir). Lightroom usa su espacio de color propietario dentro de él, una variante de ProPhoto RGB (este espacio de color no tiene nombre, pero alguna gente lo llama Melissa RGB a sugerencia de una empleada de Adobe (llamada Melissa) que indicó que hasta el momento no había ningún espacio de color con nombre de mujer).

Cuando exportamos una imagen en Lightroom a una tercera herramienta como puede ser Adobe Photoshop, Lightroom convierte la imagen a uno de los siguientes espacios de color: sRGB, Adobe RGB ó ProPhoto RGB y en un formato de fichero específico. Podemos configurar esto a través del menú de Preferencias de Lightroom, para ello en Windows tenemos que ir al menú: Editar > Preferencias y, en OS X, a través del menú: Lightroom > Preferencias.

Control de ajustes de color de Lightroom

Dentro del panel de Preferencias seleccionamos el subpanel de Edición Externa, ahí nos aparecen dos opciones para el ajuste de color a la hora de usar editores externos. Una personalizada para la versión de Photoshop que tengamos en nuestro ordenador y otras que podremos configurar para los demás editores (que puede que también sean otras versiones anteriores de Photoshop).

Para mandar imágenes a Photoshop, ya sea a través de Editar en > Adobe Photoshop… o las más especializadas como: Editar en > Abrir como objeto inteligente en Photoshop…, Editar en > Combinar en panorama en Photoshop…, Editar en > Combinar para HDR Pro en Photoshop… y Editar en > Abrir como capas en Photoshop…, Lightroom convertirá la imagen a alguna de las opciones que selecciones aquí. En cuanto al espacio de color se nos ofrecen, como ya indiqué antes, tres posibilidades: sRGB, Adobe RGB, ProPhoto RGB. La decisión es simple, poner ProPhoto RGB y nunca lo toquéis. ProPhoto RGB ofrece la mayor gama de colores, mucho más amplio que Adobe RGB y ya no hablemos de sRGB. Los RAW de las cámaras modernas de hoy en día (siempre que escriba esto, por favor, chequear la fecha de cuando está escrito) generan colores más allá de Adobe RGB, y no queremos perder esa información cuando pasamos la imagen Photoshop.

Por el mismo motivo de no perder información, debemos seleccionar como profundidad de color 16bit. Eso nos dará la mayor calidad posible a la hora de abrir las imágenes en Photoshop y así las ediciones que hagamos allí sufrirán (hay que tener en cuenta que muchos de los cambios que se realizan en Photoshop degradan la imagen, al contrario que la edición en RAW, donde hacer muchos o pocos cambios en el revelado no degradan más o menos la imagen).

Para los editores externos adicionales, esto ya dependerá de la aplicación a donde exportemos. Probablemente la gran mayoría soporten ProPhoto RGB, pero mejor consultar la documentación de la misma, es más dañino que la aplicación externa malinterprete la información de color que abrirla directamente en ella en Adobe RGB o sRGB.

Empiezo una nueva serie de artículos sobre flujos de trabajo en Adobe Lightroom. El objetivo de esta serie realmente es doble, por un lado el de ayudar a otra gente a emplear esta herramienta, y por otro, en ayudarme a mí a mejorar mi forma de trabajar con ella. Muchas veces la mejor forma de entender algo es explicarlo uno, así que allá voy.

Anoitece en Punta Nariga

Anoitece en Punta Nariga [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f10 y 1/3 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.

Preveo que esta serie de artículos me lleve buena parte del año, lo cual probablemente presente el problema de que tendré actualizar algo cuando Adobe saque Lightroom 6 en algún momento del año (no hay ningún anuncio oficial, pero la actual versión de Lightroom salió en el 2013, una actualización debería estar al caer… o eso creo yo). Otro detalle es que perderé bastante tiempo y número de artículos en el primero de los 7 módulos de Lightroom, la biblioteca. Considero que puedo optimizar mucho mi trabajo en este modulo así que me centraré en él (sí, ya sé que mucha gente preferiría que hablase del módulo de revelar).

Antes de poder hacer nada en Lightroom, necesitamos importar fotos. Para ello podemos acceder a través del menú: Archivo->Importar Fotografías y Vídeo o usando la combinación de teclas: mayúsculas + control + I en PC ó mayúsculas + commando + I en un Mac (por defecto Lightroom viene configurado para que se abra el cuadro de importación de forma automática cada vez que insertamos una tarjeta de memoria en nuestro ordenador, podemos cambiar este comportamiento en el menú de preferencias de Lightroom). Una vez seleccionamos al opción de importar fotos Lightroom nos presenta la siguiente pantalla (bueno, similar a esta):

Imagen 1 - Captura general de importación de fotos en Lightroom

La gente de Adobe diseñó el interfaz de Lightroom para ser utilizado de derecha a izquierda y de arriba abajo (con ciertas excepciones, a parte hay que tener en cuenta que lo que ellos piensen que es lo correcto no tiene que ser la forma que nosotros hagamos las cosas). En el caso del menú de importación de imágenes, a la izquierda seleccionamos la fuente desde donde queremos importar imágenes a Lightroom, habitualmente una tarjeta de memoria, en el medio seleccionamos las imágenes o vídeos que queremos importar, y a la derecha dónde los queremos importar y acciones que haremos sobre las mismas.

Lo primero que tenemos que hacer es seleccionar la opción que queremos hacer, arriba de todo, en centro nos aparecen las siguientes opciones:

Seleccionando el tipo de importación

Copiar como DNG – Si seleccionamos esta opción, a la hora de importar las fotos, Lightroom copiará una a una las fotos de la tarjeta de memoria, las convertirá al su estándar abierto DNG y, en este formato, guardará las fotos en la carpeta que le indiquemos. Aunque considero que DNG es un gran formato, tiene el problema que cada vez que cambiemos algo en el fichero hará que mi sistema de backup, Apple Time Machine, piense que hay un nuevo fichero a guardar y me guarde una nueva copia de al imagen, haciendo que mis discos de backup se llenen de forma extremadamente rápida.

Copiar – Hace lo mismo que la opción anterior, pero en esta ocasión no modifica el formato de la imagen. Guardará el fichero en la nueva localización en el formato RAW original del mismo (estoy asumiendo que todo el mundo saca sus fotos en RAW, ¿no?).

Mover – Mientras que la opción anterior copiaba las fotos y no tocaba para nada el fichero original. Esta opción moverá las fotos, es decir, las borrará de la tarjeta de memoria original. Personalmente es una opción que no me gusta emplear. Mientras no se empiece a sincronizar los diversos sistemas automáticos de copias de seguridad que tengo, prefiero mantener mi tarjeta de memoria original intacta, así si el disco duro donde estoy copiando las imágenes falla antes de que se actualice la copia de seguridad, sé que no he perdido nada, dado que las imágenes siguen en la tarjeta.

Añadir – Antes de explicar esta opción hace falta explicar brevemente como funciona Lightroom. Lightroom no mueve las fotos a una base de datos interna, como hacen otras aplicaciones. Lightroom copia o mueve las fotos (en las opciones anteriores) a dónde tú le digas, una vez allí, añade una entrada en su base de datos indicando que la foto con nombre X se encuentra en la carpeta Y. También guardará en esa base de datos una representación de la imagen en JPG en diversas resoluciones, pero ocupando muchísimo menos espacio que el fichero original. La opción de añadir no copia ni mueve las imágenes originales de donde estén (fijaos que el panel de destino desaparece si seleccionamos añadir), Lightroom simplemente añadirá referencias de esas imágenes donde se encuentren en ese momento y creará las previsualizaciones de las mismas.

Continuo ahora explicando sencillamente como yo uso la opción de Copiar, básicamente lo que empleo en el 99,9% de las ocasiones. En la columna de la izquierda podemos seleccionar el origen:

Seleccionando el origen para importar fotos en Adobe Lightroom

Lightroom clasificará dicha columna en dos partes, por un lado dispositivos y por otro lado archivos. Dispositivos es lo que Lightroom piensa que es una cámara o tarjeta de una cámara. También te aparecerá tu móvil si lo tienes conectado al ordenador. Para los dispositivos se nos deja seleccionar al opción de Expulsar después de importar, que habitualmente la tengo marcada, así una vez termine de importar las fotos extraigo la tarjeta.

Aunque despiste un poco, en la parte de archivos también aparecerá de nuevo la tarjeta de memoria, dado que también puede ser vista como un disco duro por el sistema. El motivo de este es que Lightroom solamente te mostrará archivos que se encuentren en la subcarpeta “DCIM”, qué es donde todas las cámaras ponen las fotos, si tienes fotos o vídeos fuera de esa carpeta tal vez tengas que indicarle a Lightroom donde encontrarlos.

Nos movemos a la columna central. Ahí se nos mostrarán las fotografías en la tarjeta de memoria y las que se importarán. Las que no vayan a ser importadas se mostrarán oscurecidas (algunas veces tanto que no queda muy claro de que es realmente la fotografía), y las que se importen aparecerán sin ningún efecto.

Seleccionando los archivos a importar

Podemos ir seleccionando una una las fotografías que queramos o no queramos importar. Abajo de todo tenemos una pequeña barra de herramientas que nos permitirá mostrar las fotografías en rejilla o una a una, seleccionar todas las fotografías, o no seleccionar nada, seleccionar la forma de ordenar las fotografías en la rejilla (por defecto por hora y nombre de fichero) y por último el tamaño de las miniaturas.

Llegamos a la última columna, la de la derecha, y la más interesante de todas. Esta columna está divida en varias secciones, así que vayamos poco a poco viendo cada una de ellas.

Opciones que Lightroom efectúa sobre los archivos a la hora de importar

Administración de archivos – La primero que vemos es un menú desplegable de Crear previsualicaciones, esto indicará a Lightroom el tamaño que tendrán los JPEG que guardará dentro de la base de datos y que se mostrarán en los diversos paneles del programa (Lightroom solamente renderiza a partir del RAW en el módulo de revelado o en los otros módulos si la previsulización no está disponible). Yo las suelo crear a 1:1, es decir, a la misma resolución que el fichero original, así Lightroom será ligeramente más rápido no teniendo que recurrir al fichero RAW original cuando queremos mostrar la imagen en grande o al hacer zoom en ella en la biblioteca.

La siguiente opción, Crear previsualizaciones inteligentes es una nueva funcionalidad de Lightroom 5 no disponible en versiones anteriores del programa. Si seleccionamos esta opción, a parte de generar los ficheros JPG de previsualicación, Lightroom generará un RAW en DNG comprimido de menor resolución que el fichero original. Este fichero RAW se guardará junto con nuestra biblioteca de Lightroom. La idea para usar dicho fichero es la siguiente, imaginaos que vuestro ordenador principal es un portátil, en el disco duro del mismo o en un disco externo tenéis vuestra biblioteca de Lightroom, en otra serie de varios discos duros tenéis vuestros miles y miles de fotos. Vais a viajar, así que simplemente os lleváis vuestro portátil y el disco duro de la biblioteca. Hasta las previsualizaciones inteligentes no podrías continuar editando vuestras fotos en el modulo de revelado, sencillamente podrías catalogarlas en el de biblioteca. Pero ahora, si el fichero original no está presente, Lightroom abrirá la previsualización inteligente dejándonos revelarlo. Una vez volvamos a conectar los discos duros donde estás las fotos originales, Lightroom aplicará dichos revelados sobre el fichero original (bueno, si abrimos el fichero original nos mostrará el resultado de aplicar los ajustes de revelado que seleccionamos con la previsualización inteligente). En resumen, que ya no necesitamos tener el original para poder revelarlo, siempre que tengamos una previsualización inteligente a mano.

Nos quedan dos opciones por ver en este menú. De entrada tenemos No importar supuestos duplicados, yo habitualmente tengo esto marcado, evitará que Lightroom vuelva a importar fotos que ya tenemos importadas. Esto me suele venir muy bien cuando estoy de viaje con mi portátil y de vez en cuando voy importando las fotos que hago con Lightroom. Habitualmente en estas ocasiones no suelo formatear la tarjeta una vez importo las fotos, mantengo una copia de las fotos en mi tarjeta y otra en mi portátil, hasta que llegue a casa y mis sistemas automáticos de backup tengan tiempo de funcionar, en ese momento sí que me siento tranquilo para formatear la tarjeta en la cámara.

Por último tenemos Realizar una segunda copia en:. Esta opción nos permite al importar copiar las fotos en un segundo disco duro o localización. Esto puede ser útil si aun eres más paranoico que yo y quieres tener aun más copias extra de tus fotos. Habitualmente no la suelo usar, confiando en otros sistemas automáticos de backup.

El siguiente submenú de la barra lateral derecha es Cambio de nombre de archivo. Aquí podremos indicar a Lightroom que nos renombre los ficheros según los importamos. Para ello Lightroom nos permite definir plantillas. Las plantillas es una de las armas más poderosas de Lightroom a la hora de automatizar procesos. Veremos a través de diversos artículos que la mayor parte de herramientas nos permiten definir plantillas que nos ahorran bastante trabajo.

Opciones para cambiar el nombre de fichero en Ligthroom

Si desplegamos el menú de plantilla nos aparecerán varias opciones, y al final de todo Editar, lo cual nos muestra una pantalla similar a la siguiente:

Editor de plantillas de nombre de archivo

Ahí podéis definir como se renombrarán vuestros archivos. El procedimiento es bastante sencillo, tenemos un cuadro de edición donde se nos deja ir introduciendo campos o texto que seleccionamos abajo. En este caso particular he configurado la plantilla de la siguiente forma: primero introduzco el año en que la foto fue sacada: campo Fecha (AAAA), segundo y sin ningún espacio o carácter por medio, el mes en que la foto fue sacada: campo Fecha (MM), y por último el día: campo Fecha (DD). El siguiente campo lo separo por un guión bajo: “_” que directamente escribo en la casilla de texto, y después inserto un campo de texto a medida. Este campo me permitirá definir un texto cada vez que importe las fotos (explico más adelante como se hace eso). A continuación, y después de otro guión bajo, pongo el nombre original del fichero. Me gusta conservar el nombre original del fichero por si tomé alguna nota cuando hice la foto y saber de que foto estaba hablando. Por último, de nuevo, después de otro guión bajo, pongo un número de secuencia. Este número pondrá 0001 a la primera foto importada en esta ocasión, 0002 a la segunda y así sucesivamente. Siempre uso esta plantilla y nunca he tenido ningún motivo para renombrar las fotos de otra forma, así que ni me molesto en guardar los cambios (llevo usando esto así desde Lightroom 2, y Lightroom en ningún momento se atrevió a cambiar la configuración a pesar de que no guarde la plantilla de forma permanente).

Una vez tenemos la plantilla creada pulsamos el botón “hecho” y ya podemos introducir los textos variables en la sección de Cambio de nombre de archivo. Lo primero que tenemos es un campo de Texto personalizado, veremos esto si en nuestra plantilla hemos seleccionado el campo texto a medida (ya podrían llamarlo de la misma forma en ambos lados). Por ejemplo en las fotos que se observan durante este artículo, personalmente pondría “Punta Nariga”, que es el nombre del entrante donde se encuentra este faro en la Costa da Morte. A continuación me deja seleccionar Número de inicio lo cual nos permitiría que Lightroom empezase la numerar las fotos en otro número distinto de 1, que es el que pone por defecto. Por último podemos cambiar la extensión del fichero a través de la opción Extensiones, nunca encontré necesidad de hacer esto.

Menu de aplicar durante importación

El siguiente submenú es el de Aplicar durante la importación. Aquí podremos aplicar diversos ajustes a las fotografías de forma automática según las importemos, ya sean de revelado o de metadatos.

En el panel de revelado de Lightroom podemos crear plantillas de revelado (presets), dichas plantillas aparecerán en el menú de Ajustes de revelado. Según se vayan importando las fotos Lightroom aplicará dichas ajustes a dichas fotos. Yo no suelo usar mucho esta opción, siempre me gusta empezar a revelar una foto tal cual salió de la cámara y a partir de ahí pensar cual es la mejor forma de revelarla para sacar los resultados que busco con ella.

Después tenemos la opción de Metadatos y aquí si que aplico una plantilla. Tengo creada la siguiente plantilla de metadatos:

Editar ajustes de metadatos

Aquí añado la información mínima sobre quién es el propietario de las fotos y que tienen copyright. Toda esta información va embebida cada vez que pongo una copia de mis fotos en internet. Es cierto que es fácil de eliminar, pero el que la elimine sabe perfectamente que lo está haciendo y que la foto indicaba claramente que tenía copyright y como contactar con el dueño de la misma.

A continuación podemos introducir Palabras Clave para las fotos que importamos. Personalmente yo prefiero hacer esto a través del panel de Biblioteca de Lightroom, tal y como muestro en el siguiente vídeo: Etiquetando fotografías con Lightroom.

Por último seleccionamos el Destino dónde se archivarán las fotos:

Destino a donde importar las fotos en Lightroom

Yo lo que selecciono aquí es guardar las fotos en una subcarpeta y de los diversos patrones que ofrece Lightroom, que también se pueden editar y guardar como plantilla, selecciono el de organizar por fecha y después en el formato: año/año-mes-día. Esto lo que hará es en la carpeta de nuestro ordenar que digamos, si por ejemplo las fotos fueron tomadas el día que se publica este artículo: 12 de Enero del 2015, Lightroom creará una subcarpeta 2015 dentro de la carpeta que seleccionamos más abajo, y dentro de esa subcarpeta 2015, creará una subcarpeta con el nombre: 2015–01–12. Si en la tarjeta también hay fotos, por ejemplo, del 11 de Enero, Lightroom también creará la subcarpeta 2015–01–11 dentro de 2015 y copiará las fotos del 11 de Enero ahí. Aún a día de hoy me sorprendo de mi memoria para saber que año y mes más o menos viajé a sitio X para encontrar mis fotos de ese lugar (sí, ya sé que buscando por las etiquetas que añado probablemente terminaría antes… malas costumbres que son difíciles de erradicar).

Ya para ir terminado, debajo de Formato de fecha veremos los diversos discos duros conectados a nuestro ordenador y podremos seleccionar la carpeta donde queramos que copie cada una de las fotos.

Por último, abajo de todo de la pantalla tenemos la siguiente barra:

Creando una plantilla para todos los ajustes de importación

Ahí podremos crear una plantilla con todos los cambios que hemos hecho en diversos menús. Tal vez esto sea útil para gente que importa fotos de diversa forma, es decir, las fotos se renombran de una manera y se establecen ciertos ajustes de revelado y metadatos si son fotografías hechas para un encargo o si son fotos que hacemos de forma personal. Por ejemplo, las fotos que tienen contenido personal, de familiares o amigos no relacionados con tema fotográficos, las suelo archivar en una carpeta distinta (no tengo una excusa clara para hacer esto, sencillamente empecé hace tiempo hacerlo y ahora continúo por inercia, no me acuerdo la excusa que había usado años atrás cuando empecé hacerlo).

Este tal vez sea un artículo poco habitual para lo que ha sido hasta el momento este blog. Como ya comenté en propósitos para el 2015, este año quería ponerme más en serio sobre mis producciones de vídeo y aquí está la primera entrada sobre lo que voy aprendiendo poco a poco. Como esto es un proceso de aprendizaje para mí, coger todo lo que digo con un poco de precaución, estoy aprendiendo, así que es altamente posible que tome el camino equivocado en muchas ocasiones.

Amanece en Cadaqués

Amanece en Cadaqués [Canon 5D Mark II con Canon EF 17-40 F4L. Toma sacada a IS0100, f10 y 1/3 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

Desde el año pasado las grabaciones del audio para mis vídeos se realiza con una grabadora Zoom H1, y a partir de este año la acompañará en esta misión una Zoom H5 (necesito más de un canal de grabación de audio para un proyecto que tengo en mente). Con ambas grabadoras la calidad de sonido mejoró increíblemente (y ahora que me he estirado y gastado algo más de dinero en micros espero que algo más). Pero de todas formas, a la hora de importar los vídeos para su edición, siempre me he encontrado con el problema que tenía que subirle los niveles para que no se escuchasen muy bajito. Pensaba que estaba haciendo algo mal, a pesar de que más o menos ponía el audio alrededor de –12 dbs como recomendaba todo el mundo, mi sonido se escuchaba bajito.

Lo que me parecía que era un fallo mío, parece ser que es la norma, pero ahora entramos en un segundo problema. Cuando incrementaba los niveles de audio en edición, tenía el problema de que no todas las pistas de audio me quedaban exactamente al mismo nivel, haciendo que tramos del audio en mis vídeos bajasen notablemente su volumen con respecto a otros. Para solucionar esto hay que hacer lo que se conoce como normalización de la sonoridad. La mayor parte de los tutoriales que encontré usan herramientas como Adobe Audition para hacer dichas correcciones, pero se escapa de mi presupuesto.

Gracias a Curtis Judd encontré este servicio on-line perfecto para mis necesidades: Auphonic. Este servicio on-line es de los que se puede clasificar como freemium, es decir, que mientras ofrecen partes del servicio gratuito, ciertas funcionalidades requieren pagar por ellas.

Auphonic ofrece hasta dos horas de procesamiento gratuito por mes para ficheros de audio estéreo o mono individuales. Más tiempo o funciones como procesamiento multipista, requieren pagar por ello. Hay que decir que esas dos horas de procesamiento de audio se miden de forma muy generosa. Por ejemplo, si subimos un fichero de audio de 10 minutos, nos dirán que nos queda una hora y 50 minutos de procesamiento, independientemente de todas las veces que procesemos esos 10 minutos de audio ya subidos. Podemos subir dos horas de audio como máximo y procesarlas todas las veces que uno quiera. Para mis necesidades personales de los pequeños vídeos que hago para este blog, es de sobra.

Hay que indicar que Auphonic ofrece una aplicación de escritorio para Windows y OS X de pago que no he probado y también tiene aplicaciones para Android y iOS, que tampoco he testeado. Por el momento con el servicio on-line estoy contento.

Veamos paso a paso como utilizo yo dicho servicio. Obviamente el primer paso es seleccionar el fichero de audio que queremos procesar, en este caso un fichero wav sacado directamente de una de mis grabadoras.

auphonic-001

En este momento no se subirá el fichero, eso se hará cuando pulsemos al final de todo que comience el procesado. Una vez subido este fichero permanecerá durante 21 días en los servidores de Auphonic y se podrá procesar tantas veces como queramos con diversas opciones sin descontar el total de horas de audio que podemos procesar.

Después tenemos opción de añadir un audio de introducción y salida a nuestro audio original, opción que yo no uso dado que estos ficheros serán para ser sincronizados con ficheros de vídeo. Por otro lado, también nos ofrecen diversas posibilidades para editar el nombre de fichero de salida y metadata. De nuevo, como estos vídeos son para ser añadidos después en un editor no lineal de vídeo, tampoco me interesa mucho añadir dicha información.

auphonic-002

La siguiente menú nos deja seleccionar el formato de salida. Aquí selecciono WAV, mismo formato que el de entrada, en este formato Auphonic no deja seleccionar el bitrate, de todas formas lo que ponen por defecto da calidad más que suficiente. La opción de mono la selecciono si la entrada del audio original también es mono. Dado que no he marcado capítulos en las opciones anteriores no selecciono “Split on Chapters”.

auphonic-003

A continuación el programa nos deja configurar las marcas de capítulo, de nuevo, una opción que no me interesa y no he explorado su funcionalidad. También nos ofrece la posibilidad de subir automáticamente el fichero de salida a un ftp o servicios como dropbox, youtube, etc… Como ya indiqué anteriormente, el resultado final lo quiero para añadirlo a una producción de vídeo en un editor de vídeo, así que también ignoro estas opciones, que puede que resulten interesantes para gente que produzca podcasts.

auphonic-004

Y por último llegamos a la parte más interesante de todas, Audio Algorithms:

auphonic-005

Veamos una a una las distintas opciones: Adaptive Leveler – Esta opción nos puede resultar interesante si tenemos a dos personas grabadas en el mismo canal o música y la voz de una persona (o más) donde cada una de ellas tiene un nivel de entrada distinto. Si seleccionamos esta opción Auphonic intentará que en el resultado final esas dos personas (o más) o música y voz de persona suenen al mismo nivel de volumen. Loudness Normalization – El motivo de todo el rollo que he soltado hasta ahora. Con esta opción seleccionada Auphonic intentará que el volumen percibido se ajuste a nivel especificado. Dicho nivel lo especificamos con el submenú de Loudness Target:

auphonic-006

LUFS (Loudness Units) es una unidad de medida de sonoridad introducida para la distribución de producciones de vídeo en televisión. En este caso Auphonic nos deja seleccionar entre –13 LUFS, nivel de sonido muy alto, y –31 LUFS (nivel de sonido muy bajo). Para emisión de televisión en países como Estados Unidos se obliga que el sonido emitido por cada canal sea de –24 LUFS y para Europa –23 LUFS (la diferencia es mínima), de esta forma obligan a los canales de televisión que no suban el nivel de sonido cuando emitan anuncios, dado que sobrepasaría –24 o –23 LUFS respectivamente). Mucha gente produce vídeo es la opción que seleccionan. Si os fijáis en la imagen anterior también aparece marcado –16 LUFS como opción ideal para podcasts o audio/vídeo que se escuche/vea en dispositivos móviles (teléfonos, tablets, etc…). Yo es el que utilizo personalmente para mi vídeo blog, pero hay que tener en cuenta que este –16 LUFS tendrá menos rango dinámico que por ejemplo –23 LUFS (cuanto más grande sea el número menor rango dinámico. ¡Ojo! ¡Qué son números negativos! –13 LUFS es un número más grande que –24 LUFS).

La siguiente opción de esta sección es Filtering, que básicamente intentará eliminar ruido de altas frecuencias, tal y como hace viento contra el micrófono o golpes por error en el propio micrófono. Y por último tenemos Noise and Hum Reduction, que se encargará de borrar ruido de fondo. Aquí de nuevo tenemos varias opciones en el submenú de Reduction Amount:

auphonic-007

Si no se sabe muy bien como afecta esta opción, la gente de Auphonic recomienda usar automático, que lo que yo personalmente suelo usar. Pero recordar que no cobran por reprocesado, así que podéis ir probando con distintas opciones hasta conseguir el efecto deseado.

Una vez tenemos todo esto listo podemos empezar la producción del mismo. En ese momento Auphonic comenzará a subir el fichero de audio (si no estaba ya subido anteriormente). Una vez terminado el procesado nos enviará un correo electrónico avisándonos de lo mismo. En ese momento podremos escuchar el resultado final desde el navegador o bajarnos el fichero en el formato escogido.

auphonic-008

Auphonic también ofrece un resumen de los diferentes cambios que realizó sobre nuestro fichero de audio original:

auphonic-009

Aunque la verdad es que nunca me he parado mucho a entender lo que significaban.

Categorías: Audio Vídeo

0 comments

Antes de nada ¡Feliz año! a todo el mundo. Empezamos un nuevo año y siempre suele ser buena excusa para ponernos al día con nuevos propósitos, en este caso nuevos propósitos fotográficos. Aunque realmente más que propósitos son algunas metas que me propongo alcanzar este año.

Invierno en Larra Belagua

Invierno en Larra Belagua [Canon 5D Mark II con Canon EF 50mm f/1.8 II. Toma sacada a IS0100, f8 y 1/200 seg. Trípode y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2014.

El año pasado ya había empezado con mi nueva política de copias de seguridad que intentaré perfeccionar este año. Habrá más artículos sobre esto en el blog, pero me llevará algún tiempo dado que requieren ciertos cambios e inversiones.

Bastante relacionado con lo anterior es mejorar mi flujo de trabajo fotográfico una vez regreso a casa, donde todas las fotos necesitan ser importadas, etiquetadas, descripción añadida, georeferenciadas, seleccionadas y, las que pasen el corte, reveladas. A diferencia del punto anterior donde uno sencillamente configura todo una vez y después el ordenador se encarga de hacer las tareas de forma automática, esto requiere más disciplina por mi parte, lo cual hace que sea más complicado que el punto anterior.

Por el momento mis aventuras con el vídeo has sido más de prueba y error que de otras cosas. Lo cual al principio me hacía perder demasiado tiempo, sobretodo en la parte de edición. Intentando mejorar por un lado la calidad de los vídeos del blog y por otro optimizar más este proceso por mi parte, me pongo como objetivo aprender más en serio este campo, desde el punto de vista técnico, tal y como me lo planteé hace unos años con la fotografía.

Por último, me queda el tema de tomarme en serio seguir varios proyectos fotográficos. Tengo dos ideas a largo plazo, pero también quiero empezar algo a más corto plazo. La idea de los proyectos es doble, por un lado consigo tener un conjunto de fotografías que se pueden presentar juntas y por otro lado me fuerza a salir más hacer fotografías no cayendo en las fotografías de siempre.

Categorías: Personal

1 comment

2014 en dgpfotografia…

La verdad es que este año empezó lento para mí, fotográficamente hablando. Después de una pequeña expedición fotográfica por Patagonia a finales del 2013, los tres primeros meses del año mi actividad fotográfica fue escasa, por decir algo. Los motivos realmente no me acuerdo de ellos, pero desde luego considero que esto fue un problema para mí. Soy de los que firmemente creen que uno no debe quedarse en casa esperando a que le venga la inspiración fotográfica, por que cuando viene, mejor que te coja en el campo haciendo fotos. Muchas veces al final es más un proceso de estar en un rincón del planeta haciendo fotos, y poco a poco, ese proceso de “borradores fotográficos”, esas ingente cantidad de fotos que no valen para nada que todos sacamos, nos llevan poco a poco a esa composición que realmente funciona, y cuanto más practiquemos dicho proceso, más oportunidades de buenas fotos se plantearán delante de nuestros ojos. Y sí de paso la luz acompaña, mejor que mejor.

Pero bueno, la idea de esta entrada era repasar un pelín como ha sido el año en cuanto a este blog y su canal de youtube asociado. Mi idea inicial era conseguir escribir al menos una entrada por semana del año. De las 52 entradas que debía haber escrito me he quedado corto, unas 40 ha sido el resultado final. El problema no fue falta de ideas o temas sobre los que escribir, para eso tengo mi libreta del Evernote de ideas sobre las que hablar aquí, que no deja de crecer en vez de decrecer. El problema es mi falta de constancia, algo en lo que intentaré mejorar en este 2015, leyendo cosas de estas de “Get Things Done,” ya veremos lo lejos que llego.

Sin embargo, para el canal de youtube, este verano cuando empecé de nuevo a ponerme con él, me planteé el objetivo de grabar unos pocos vídeos para coger soltura con de nuevo con el proceso de producción y aprender un poco más temas relacionados con la imagen en movimiento que todavía se me escapan. El objetivo final era poder plantearme durante el 2015 grabar al menos un vídeo por mes. Al final conseguí grabar más de 6 vídeos en un periodo menor de 6 meses, con lo que parece que durante el 2014 ya superé lo que me planteaba para 2015, así que en 2015 tendré que ser todavía más ambicioso. Tengo un proyecto que me hace bastante ilusión, ya veré lo lejos que llego con él, si me sale bien, lo veréis por aquí.

Y con todo esto solamente me queda una cosa más que decir: ¡Feliz año nuevo!

Categorías: Personal

1 comment

Migración de sevidor web

Estos días estoy migrando a un nuevo servidor web. Probablemente durante los próximos días puede que existan fallos temporales en esta web, mientras yo muevo cosas y los servidores de nombres se actualizan alrededor del mundo. Disculpar las molestias.

Actualización: Si puedes ver esto, ya estás llegando al servidor nuevo.

Categorías: Sin categoría

0 comments

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies